Qué final de infarto en la temporada!

Los Cardenales de San Luis ganaron el ‘’comodín’’ de la Liga Nacional, desalojando a los favoritos Bravos de Atlanta, y los Rayas de Tampa adquirieron su boleto, desplazando a los súper favoritos, Medias Rojas de Boston.

Los Cardenales de San Luis

El béisbol, como siempre lo hemos sostenido, es una caja de sorpresas, en donde por regular uno no se puede arriesgar a expresar pronósticos, y mucho menos, intentar acertar en los mismos.

Habíamos dicho en una nota anterior, que para el béisbol de las Grandes Ligas si los Medias Rojas de Boston no clasificaban para la postemporada por la Liga Americana, sería una hecatombe. Y efectivamente, eso sucedió. Ha sido una hecatombe el que los Medias Rojas no obtuvieran el pasaporte para la ronda final del Nuevo Circuito, ni siquiera ganando la tarjeta del ‘’comodín’’.

Y habíamos señalado igualmente que nos parecía que los Bravos de Atlanta contaban con la suficiente capacidad de juego y el talento necesarios, para llegar a la fase final por el título de la Liga Nacional, habida cuenta las condiciones y la calidad de la novena de los Filis de Filadelfia, adueñada como estaba de todos el favoritismo para ganar la división Este del circuito, y adicionalmente, de ser un club para dar la pelea inclusive por el título de la Serie Mundial del 2011. Tampoco acertamos. Los Bravos se quedaron por fuera de la competencia, cuando no alcanzaron a conquistar la tarjeta de invitación de su liga.

El béisbol, una vez más, nos ha dado soberanos tapabocas, por escribir y hablar más de lo necesario. Mejor hubiese sido esperar que todo terminara para poder sentarnos con tranquilidad a pensar en la postemporada y, adicionalmente, en la Serie Mundial, que empezará a disputarse este 19 de octubre venidero.

Pero bueno, humanos somos, y tenemos todo el derecho a equivocarnos. O mejor dicho, a que nuestros pronósticos no sirvan para un bledo…

Golpes certeros

Los ‘’patirrojos’’ de Boston perdieron, a medida que avanzaba la temporada, la condición de novena súper favorita para conquistar el banderín de la división Este de la Liga Americana, y con el transcurrir de los días, especialmente en el trayecto del mes de septiembre, la posibilidad de llegar a la postemporada, adjudicándose por lo menos el ‘’comodín’’, como el mejor segundo equipo de todo el circuito.

Nadie tiene explicaciones de lo que sucedió en la ‘’cueva’’ de los Medias Rojas, en ese septiembre negro que seguramente jamás podrá ser olvidado por los dueños, dirigentes, peloteros y seguidores de la divisa de Boston. El recuerdo de esa mala racha, jamás podrá ser borrada de la retina y mente de los seguidores del club, por muchas razones, buenas o malas, pero sobrarán los argumentos para pensar que a pesar de que la novena lo tenía todo para triunfar, todo lo perdió en un abrir y cerrar de ojo.

Valdría la pena recordar, en estos momentos, aquel cuadrangular de Aaron Bonne, el antesalista suplente de los Yanquis de Nueva York, al cierre del undécimo episodio, del séptimo juego por el título de la Liga Americana, un 16 de octubre de 2003, frente a una oferta del veterano nudillista derecho Tim Wakefield, cuya esférica se detuvo cuando tropezó las graderías del bosque izquierdo, para que los Medias Rojas un vez se quedaran con los crespos hechos para ir a una Serie Mundial, después de ocho décadas de estar esperando esa oportunidad. Algo similar acaba de suceder en esta sensacional final de temporada.

Con una ventaja de nueve juegos sobre su inmediato seguidor, los Rayas de Tampa, los Medias Rojas abrieron el mes de septiembre, rumbo a recoger la cosecha de una aceptable temporada, para conquistar el ‘’comodín’’ de la liga. Pero como casi siempre sucede en estas cosas del béisbol, fue en el último out de la última entrada en que los ‘’patirrojos’’ perdieron frente a los coleros de la división, los Orioles de Baltimore, 4 carreras por 3, cuando su ‘’taponero’’ estelar, Jonathan Papelbon, no pudo preservar la ventaja de una carrera que tenía su equipo a esa altura del compromiso, y permitió que Robert Andino, con un compañero en circulación, le conectara imparable para aceptar la segunda carrera del episodio, que dejó tendido en el diamante a su novena.

Sin embargo, el golpe certero se dio cuatro minutos más tarde, pues en ese momento, los Medias Rojas esperaban que los Yanquis de Nueva York derrotaran a los Rayas de Tampa, para por lo menos empatar en la posición de mejor segundo equipo de la liga, y confrontar con todas sus esperanzas de ganar, un desafío de desempate con los Rayas.

Pero Evan Longoria, el sensacional tercera base de los Rayas, tuvo una noche de inspiración, al despachar cuadrangular frente a una oferta de Scott Proctor, 240 segundos después de la derrota de los Medias Rojas, en el cierre del décimo segundo acto, para ganar el juego 8 carreras por 7, después de estar perdiendo 7 a 0, hasta el séptimo capítulo completo. Longoria ya había producido otro ‘’vuelacercas’’ de tres rayitas en el octavo acto, y Dan Johnson, un jugador de pocas charreteras a la ofensiva, había igualado la pizarra con otro ‘’bambinazo’’ al cierre de un sensacional noveno episodio en el Tropical Field, el cubierto parque de pelota de Tampa.

Y allí se acabaron todas las esperanzas de los Medias Rojas, mientras que los Rayas se alzaban con la tarjeta del ‘’comodín’, algo que no estaba en las cuentas de nadie cuando se abrió la temporada a finales de marzo de este año, y menos que los ‘’patirrojos’’ del Boston se quedaran por fuera de la postemporada.

También los Bravos

Los Filis

Desde que se iniciaron las acciones de esta temporada 2011, los Bravos sabían que con la llegada del zurdo  Cliff Lee a la rotación de los Filis, Filadelfia se colocaba a la vanguardia no solamente de los pronósticos de ganar la división Este, sino también de las posibilidades de volver a la Serie Mundial, para despojar de la posición a los Gigantes de San Francisco.

Estrenando capataz, el cubano Fredi González, los Bravos tenían que apuntarle con alma, vida y buen béisbol, a capturar la tarjeta de invitación por la Liga Nacional, pensando en la postemporada. Y esa lucha la dieron hasta el último out de esa última entrada que tuvieron frente a los temibles Filis, que finalmente y una vez más, derrotaron a los de Atlanta, por tablero de 4 carreras por 3. Y entonces, ni siquiera se quedaron en el banco de juego, esperando conocer si los Cardenales de San Luis, que estaban a 8.5 juegos de los Bravos cuando despuntaba el mes de septiembre, ganaban su compromiso frente a los Astros de Houston, novena que este año se vino abajo desde el propio comienzo de la campaña.

Y los Cardenales derrotaron por blanqueada a los Astros, con pizarra de 8 carreras por 0, y se adjudicaron el pasaporte para ir a la postemporada, tras una sensacional campaña que en medio de los altibajos, nunca se sintieron menos que los otros contrincantes tanto de la división Central de la Liga Nacional, como del resto de las novenas en procura de conquistar el ‘’comodín’’ del circuito.

No hay duda alguna de que Tony LaRussa hizo un extraordinario esfuerzo con sus muchachos para estar hoy día en la fase final del Viejo Circuito, y todo lo que venga para ellos, de aquí en adelante, será ganancia de pescadores, porque a pesar de todos los contratiempos que tuvieron varias de sus figuras principales, incluyendo a Albert Pujols, con las lesiones deportivas que nunca dejan de hacerse presente, los Cardenales jamás se dieron por vencidos.


En la postemporada

Los Yanquis de Nueva York

Pero bueno, ya estamos en la postemporada de las dos ligas, y en camino hacia la Serie Mundial que debe empezar a disputarse en el estadio de la novena que conquiste el título de la Liga Nacional, debido a que el Juego de Estrellas fue ganado por el grupo de peloteros del Viejo Circuito.

En la Liga Americana, los Yanquis de Nueva York rivalizan contra los Tigres de Detroit, en una serie que debe resultar más que interesante y reñida.

Y los Rayas de Tampa, ganadores del ‘’comodín’’, tendrán que vérselas con los Rancheros de Texas, actuales campeones del circuito, en una confrontación que promete mucho por bando y bando.

Aquí escogemos para disputar el título a las dos novenas que nos parecen, deben triunfar en sus respectivas series. Los Yanquis de Nueva York y los Rayas de Tampa.

En cuanto a la Liga Nacional, los Filis de Filadelfia tienen enfrente a los Cardenales de San Luis, en una competencia en donde todo está a favor en los pronósticos, de los pupilos de Charlie Manuel.

Y los Cerveceros de Milwaukee se miden en esa semifinal a los Cascabeles de Arizona, novena que después de no tener muchos boletos a su favor, pudo destronar a los Gigantes de San Francisco, los campeones de la liga y de la Serie Mundial, para estar en esta fase en camino a la disputa de la corona del Viejo Circuito.

Se nos antoja pensar que los Filis y los Cerveceros deben enfrentarse en la gran final por la corona de la Liga Nacional.

Todo esto si una vez más el béisbol no nos da sorpresas, que de eso está lleno el Rey de los Deportes.

Sobre Antonio Andraus

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