Alguien tenía que ponerle el cascabel al gato en este país, en el que todos abusan de todos, donde sin misericordia se explota a la gente, y en donde se alimenta el alzheimer de 43 millones de habitantes, para acallar y sepultar la protesta, el descontento, la indignación y la inconformidad. Somos los terceros del mundo en desigualdad.
Como cada día, menos colombianos son multimillonarios, mientras millones se empobrecen a marchas aceleradas, nos acostumbramos a ver cómo las clases medias -alta, media y baja-, se convierten en estratos tres, dos, uno, cero y menos cero. Y a nadie le importa.
La desnutrición, es común y corriente, a tal punto, que nuestras clases populares, empiezan a mostrar señales de retraso intelectual. Y a nadie le importa.
Nuestro vicepresidente, Angelino Garzón, se manifestó sobre los aguijones con los que taladran los ingresos de nuestra gente.
Se pronunció sobre los exagerados costos de los servicios de los establecimientos financieros, a los que nadie toma cuentas. Cuando se publican las enormes utilidades de ese sector, uno se eriza, porque no hay derecho a tanto desequilibrio. Y a nadie le importa.
Y se fue también contra las pingües y ventajosas utilidades de las transnacionales que manejan el mercado de los medicamentos, a costa de la salud de un pueblo cada vez más pobre, famélico, desnutrido y enfermo. Reveló precios de medicamentos, que son inmensamente superiores, a los que se cobran en países ricos. Y a nadie le importa.
Propuso establecer topes a los desorbitados costos, de las matrículas, de las Universidades privadas. Puso como ejemplo una familia, en la cual trabajan los dos padres, que ganan 8 millones de pesos y deben pagar 14 por cuatro meses que demora un semestre. Estos establecimientos son fundaciones sin ánimo de lucro, no pagan impuestos y algunas dejan mucho que desear en materia de calidad de educación. Completó su análisis con los exagerados costos de los préstamos del Icetex, que parecen para empresarios. Y a nadie le importa.
Las denuncias del vicepresidente, no pueden pasar inadvertidas. No podemos avanzar más hacia la desigualdad en este país, al que nadie le importa.
BLANCO: La eliminación de fiascos en obras públicas. ¡No más improvisación! Algo va de un cartujo a un ingeniero.
NEGRO: Circula por internet: “la selección solo se salva, si Leonel y los de Colfutbol, le pegan a unas viejas en una discoteca.
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