Por Senén González Vélez
La reforma a la Justicia en manos de
Senadores violadores, ¡es un adefesio!
(Toronto, Canadá, 22 de octubre, 2024).
La UNICEF alerta que la violación de menores es un fenómeno global, por lo que nos obliga a reflexionar y actuar pronto.
Este fenómeno tendencia podría centrarse en Colombia, que hoy es víctima y epicentro ‘’del todo se vale’’, a través del Progresismo, que es la organización política que impulsa las teorías antinatura. ¡Ojo, pues!
El enemigo número uno de la eficiencia de las penas, está en los vencimientos de términos propiciados adrede. Ninguna joven debe aceptar invitaciones de alguien que no conoce; hacerlo, puede constituir una ilusión que termine en el último suspiro de vida: violación y muerte.
Denuncie cualquier sospecha, y si se equivoca, están las excusas, pero si se confía, puede estar al borde de la tumba.
El sonado caso de Sofía la niña violada por Brayan, como otras Sofías de manos del mismo criminal, quien curiosamente tiene una hija de cinco años, de nombre Sofía. Esto obliga a suponer, que las autoridades deben someterla a un examen médico legal, porque el felino no perdona, ‘’se come hasta sus propios hijos’’.
También se abona a este criminal, otra violación que aparece en su prontuario de nombre Sofía, que fue accedida sexualmente hace varios años. Entonces nos preguntarnos: ¿porque esa obsesión por las Sofías? Ojalá no sea por inspiración de la Reina, porque sería una gerontofilia.
De todos modos, esta situación de las violaciones a menores no es nueva en el país, porque al deducir que desde agosto del presente año hacia atrás, se han violado 18.050 niñas y niños, sin contar los años anteriores. Se dice que diariamente se violan entre 39 niños o niñas, situación muy grave que hay que detener lo más pronto que sea posible. ¿Pero…ante quien recurrimos, si el Gobierno es corrupto y se hace el ciego? Además, como se dice y yo dije: ‘’Golero no come golero’’. Este gobierno tiene mucho de celestina, entre faldas y braguetas.
(Imagen: archivo particular – VBM).
Además, se oponen a las medidas contundentes, como se puede demostrar en el video de apoyo que fue tomado de la conocida plataforma digital, Tik Tok. Esta situación alarmante, hace que volvamos la mirada con premura, para activar la reforma de la Justicia. La idea me parece coherente, pero lo que me parece increíble, y además incoherente, es que pueda surtir un efecto saludable, para la salud de la Nación y la vida de los menores de edad, si hay legisladores, es decir, senadores, que son pedófilos confirmados por los testigos de excepción que bien se conocen, que se devoraron a niños y niñas sexualmente, en los tiempos de sus barbaries.
Consultar Google y la historia de los senadores que hoy están en representación de las FARC, sería más que suficiente para decir que sería un verdadero adefesio el que los delincuentes estén aprobando esas reformas. Todo esto es obra y consecuencia de Juan Manuel Santos, quien se pasó por encima un plebiscito que votó en contra del mal llamado ‘Acuerdo de Paz’. Entonces, aquí va mi pregunta: ¿Quién carajo podría creer en ellos*?
*Ellos solo legislaran para los camaradas que están afuera destrozando el país, no para los niños indefensos, que seguramente violan diariamente, pero acá las noticias no llegan como deben ser, porque se pierden en la manigua de la selva; que esconde en su laberinto, los demonios que trajinan la mente de los terroristas para ese tipo de abusos sexuales.
Además, dice un adagio popular: ‘’Lobo pollero no pierde la mala costumbre de comerse los pollos ajenos’’, lo que quiere decir, en castizas palabras, que ‘’Tornillo’’, un miembro de las FARC, identificado como Carlos Lozada, a quien ampliamente se conoce ahora en el Congreso de la República, mentalmente seguramente está buscando una tuerca para enrocarse, y si le dan papaya, se enrosca.
Consulten la trayectoria de Tornillo en INFOBAE, que cataloga a Lozada, como una vergüenza nacional, que en lugar de estar en el Congreso, debería estar en la cárcel. Y agrego yo, junto con Juan Manuel Santos, que le dio visa, con su amañado acuerdo de La Habana, para firmar una falsa paz, y como puente, para desangrar la Nación y gastarse un dineral para fortalecer la causa Progresista.
Si la reforma a la Justicia se logra, yo sugiero, que en relación a las penas para violadores de niños, se contemple la pena de muerte, así no les convenga ni a Gustavo Petro, ni a los pedófilos congresistas de las FARC.
Ahora, si les parece muy fuerte, pues entonces hay que castrarlos químicamente, como se conoce en el mundo de la medicina moderna; o, hacer como en Egipto para los mentirosos y ladrones: Cortarles ambas manos y la lengua. Eso sería bueno hacerla extensiva para la clase política, pero, obviamente, la que se degeneró.
Ya sabría el ciudadano de a pie que cada que vean en las calles a un individuo sin manos, ni lengua, es porque es un político, que además robo y mintió, o que hace parte de los violadores de menores de edad en el país.
Y los violadores, a falta de pene, manos y lengua, hay sí que se fregaron por completo.
¡O nos unimos, o nos hundimos y nos jodemos!