Se Repite Clásico Del Pacífico En La Copa
Por: Rufino Acosta Rodríguez
Creo que el próximo lunes en Santiago, si se confirman las expectativas por el buen juego de los rivales, habrá la oportunidad para ver uno de los duelos grandes de la Copa América 2015 con la semifinal que librarán Chile y Perú.
Dos equipos en plena ebullición, con dinámica, velocidad, técnica y precisión, están llamados a enaltecer la categoría del torneo más antiguo del mundo en materia de selecciones.
Perú ratificó su progreso ante Bolivia, a la que derrotó por 3-1 en Temuco tras una demostración categórica, contundente y casi mágica, encabezado por la acción depredadora del incansable Paolo Guerrero, autor de las tres conquistas, hazaña que se ya había apuntado en el 2011 ante Venezuela en campo argentino.
Por décima quinta vez, el equipo de la banda cruzada, ahora bajo la dirección del argentino Ricardo Gareca, se mete en semifinales y entra de lleno a la batalla por la que sería su tercera corona continental. Ya fue campeón en 1939 y 1975. Bolivia, con dos títulos y un subcampeonato, se queda por tercera vez en cuartos de final.
Se mantuvo la tradición del dominio peruano sobre los del altiplano. Aunque en Venezuela 2007 habían empatado sin goles, el acumulado histórico deja balance positivo para los incas de 8 victorias contra 4 empates y apenas 3 derrotas.
El entusiasmo de los bolivianos se vio reducido a la menor expresión por la velocidad punzante de Perú que se mostró fuerte a la ofensiva y no dio ventajas en sus terrenos. Salvo por unos diez o quince minutos del segundo tiempo, cuando los de la Verde parecían cobrar fuerza ante la tranquilidad del rival, no hubo esperanzas para la escuadra del técnico Mauricio Soria.
El goleador Guerrero
Paolo Guerrero estuvo inspirado, recordó sus espléndidas jornadas de aniquilador e hizo trizas el sistema defensivo de su oponente. El primero en su cuenta llegó a los 20 mediante golpe de cabeza y centro impecable de Juan Carlos Vargas desde la izquierda. El artillero se coló entre cuatro rivales y conectó el balón como con un martillo para vencer a Romel Quiñonez.
Bolivia no tuvo tiempo de reponerse del impacto porque cuatro minutos después se produciría el segundo al cabo de una acción de contragolpe que comenzó después de un tiro libre cerca del área peruana. Al mejor estilo inca, un despeje rápido, taconazo de Farfán y el pase raudo a Cueva para que se lo elevara a Guerrero. Siempre por el sector izquierdo. Un resbalón del portero Quiñonez le puso mayor drama a la jugada.
La reacción boliviana no dio para sustos y a los 45 Perú se puso cerca con tiro libre de Farfán que estremeció el horizontal en la esquina derecha de Quiñonez.
En el complemento, Pedro Gallese, el arquero peruano, llamó la atención del árbitro colombiano Wilmar Roldán y vio tarjeta amarilla por querer demorar el juego. Viejas e innecesarias mañas. La entrada de André Carrillo, uno de los nuevos valores peruanos, por el veterano Claudio Pizarro, le dio otro aire a Perú que parecía haber entrado en un periodo temporal de vacaciones.
Roldán sorteó con éxito una jugada que Bolivia reclamaba como penalti, cuando Azcuez quiso hacer una devolución y Pedriel aprovechó para irse contra Gallese. A pesar de las protestas, que se tradujeron en amarilla para Pablo Escobar, se estima que el árbitro fue acertado.
El remate de fiesta para Guerrero y los rojos peruanos se produjo a los 73, como consecuencia de otro error defensivo. Bejarano trató de hacer un pase, lo interceptó Guerrero antes de irse a toda sobre el marco de Quiñonez. Su disparo, seco y colocado, era inalcanzable.
Bolivia evitó la blanqueada a los 82 con gol de Marcelo Moreno Martins en la ejecución de pena máxima, ocasionada por una falta de Advíncula sobre Damian Lizo. El cañonero boliviano-brasileño se despidió con 2 tantos en su cuenta.
Ya en las postrimerías, cuando Perú se puso a tiro del cuarto gol, un lujo de Guerrero, quien hizo malabares bicicleteros para un pase, enfureció a los bolivianos, tal como ocurrió con Neymar en Europa. Se calmaron los ánimos y prevaleció la paz.
Triunfo nítido de Perú, contundencia de Paolo Guerrero y un nuevo mensaje sobre lo que se espera para las eliminatorias mundialistas hacia Moscú 2018. Los indicios de hoy son claros: no habrá cuartel para nadie.
Ya viene el Clásico
Desde luego por ahora el interés se orienta hacia el llamado clásico del Pacífico. La estadística histórica favorece a Chile, que de los últimos diez encuentros ante Perú se ha impuesto nueve veces y solo carga con el peso de una derrota. El recuento total habla de 76 partidos, 41 triunfos chilenos, 21 para Perú y 14 empates. Pero en la Copa América hay cierto equilibrio, aunque la roja tiene ligera ventaja: 19 juegos, 7 para Chile, 6 de Perú y 6 empates.
Las cifras suelen ser apenas indicativos circunstanciales, aunque los expertos creen que pueden marcar una tendencia. Por lo pronto debe recordarse que el año antepasado, exactamente el 22 de marzo, Perú ganó en Lima 1-0 y le amargó el estreno al argentino Jorge Sampaoli como técnico de Chile. Se cumplían las eliminatorias para Brasil 2014. Desde entonces no se han vuelto a encontrar en juegos oficiales.