La temporada de este 2011, será tan reñida o mejor que la del año pasado, en el Viejo Circuito. Los Filis, inmensos favoritos para ir a la Serie Mundial.
La Liga Nacional concentrará nuevamente este año a los seguidores de las 16 novenas que competirán por el título del Viejo Circuito, en donde por lo menos, la mitad de esos equipos, tienen esperanzas y ambiciones de llegar aun cuando sea la postemporada.
Si algo tiene en esencia la Liga Nacional es que su tarea competitiva se desarrolla sin el uso del Bateador Designado, lo que obliga a jugar un béisbol más exigente, con la premisa a fondo de exprimir hasta donde las condiciones lo permitan, el talento y la calidad de todos y cada uno de sus peloteros, haciendo en cada jugada la utilización estricta de encontrar en las jugadas pequeñas, esas que conducen a la fabricación de una rayita a base de toques de sacrificios, robos de bases, los pisa y corre, lo más valioso para el equipo en cada presentación.
Si se hablara solamente de las condiciones sobre la plantilla, los Filis de Filadelfia, por la rotación de su nómina serpentinera abridora, tendrían asegurada la casilla para ir a la Serie Mundial, desplazando a los actuales campeones, los Gigantes de San Francisco.
Pero una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa. Sobre el papel, los Filis lucen inmensos, si toda su nómina se mantiene en forma y en completas condiciones de salud, mas sobre el terreno de juego, muchas cosas pueden variar, y de aquí hasta la última semana de septiembre venidero, mucha agua habrá pasado por debajo de los puentes, y quién sabe cuántas cosas inesperadas se presentaran en el desarrollo del calendario regular.
A la postemporada
Ciertamente los Filis muestran una sólida rotación abridora, con el sello de triunfadores, en donde Cole Hamels, Cliff Lee, Roy Oswald, Joe Blanton y Roy Halladay, ofrecen una de las mejores plantillas iniciales en muchos años, en el béisbol de las Mayores, todos con charreteras ganadoras, con insignias de contar con la calidad y experiencias necesarias para conducir a buen puerto a los Filis, para aspirar con muy buenos motivos, a estar nuevamente en la postemporada, intentando desalojar como campeones de la liga, a los actuales campeones de la Serie Mundial, los Gigantes de San Francisco.
Charlie Manuel, el capataz de los Filis, con su pasmosa tranquilidad y manera de dirigir a la novena, sabe que tiene entre manos una enorme responsabilidad frente a la afición, que seguramente se volverá exigente si el club no llega a la ronda de los grandes cuando concluyan las acciones regulares, a menos que ‘’san lesiones’’ haga de las suyas en el plantel.
En la nómina para llegar a la postemporada, los pronósticos favorecen a los Gigantes de San Francisco, que al igual que los Filis, cuentan con un grupo de lanzadores en la escalera abridora, que asusta a cualquier contrincante, por muy buenos que sean.
Tim Lincecum, Barry Zito, Matt Cain, Jonathan Sánchez y Madison Bumgarner, muestran el potencial que necesita cualquiera novena en las Mayores, para competir de tu a tu, con los demás aspirantes por el trono de la Liga Nacional, sobre todo si se tiene en cuenta que su plantilla generalizadamente está casi que intacta, a menos que se tenga en cuenta la salida del colombiano Édgar Rentería y del dominicano Juan Uribe, ahora prestando sus servicios a otros equipos.
Eso lo sabe de antemano Bruce Bochy, el estratega de los Gigantes, quien manejando todos los hilos que tenía a su alcance, logró capturar el título de la división Oeste, en el último partido para que concluyeran las acciones del calendario regular; seguidamente, ganar la corona de la Liga, cuando los Filis tenían entre sus manos el boleto a ganador; y más tarde, triunfar en la Serie Mundial, en donde los Rancheros de Texas eran los inmensos favoritos.
Ahora son los Gigantes los que apuntan a la tarjeta ganadora en la división Oeste de la Liga Nacional.
Así pues, pareciera que el Este con los Filis y el Oeste con los Gigantes, la Liga Nacional tiene dos eventuales clasificados para la ronda de la postemporada.
Uno más y el comodín
Hay que pensar entonces en el ganador de la división Central del Viejo Circuito y, adicionalmente, a la novena que pueda capturar la tarjeta del comodín, una aspiración que se ha convertido en valiosa desde cualquier ángulo por donde se le mire.
Si las cosas resultan dentro de la lógica, algo que en el béisbol regularmente no se da, los Cerveceros de Milwaukee deben conseguir el título, porque, y aquí vale la pena citarlo, ya el equipo no tiene mayores excusas, porque al conseguir los servicios de Zack Greinke y Shaun Marcum, para la plantilla, tienen lo que aparentemente necesitaban para alcanzar el cetro divisional.
Su alineación mete miedo, cuando se anuncia que además de la adquisición de Marcum, procedente de los Azulejos de Toronto, los Cerveceros completan la ofensiva para batazos de múltiples esquinas, con Ryan Braun, Corey Hart, Richie Weeks y Prince Fielder, todos con más de dos docenas de cuadrangulares en la campaña anterior.
¿En dónde radicaría la debilidad de la novena? Posiblemente en la inexperiencia de Ron Roenicke, el nuevo estratega, que reemplaza en la posición al tranquilo pero mentalmente ágil, Ken Macha, cuyas capacidades direccionales apenas entrarán a prueba este año, luego de once temporadas al lado de Mike Scioscia, el orientador de los Angelinos.
Pero nadie puede olvidar a los Rojos de Cincinnati, que teniendo al veterano Dusty Baker en el comando y la totalidad de su nómina a la de la jornada pasada, muchas cosas buenas pueden ofrecer en la lucha por el banderín de la división Central de la Liga Nacional.
Detrás de los Rojos y pisándole los talones a los Cerveceros, nuevamente los Cachorros de Chicago vuelven a ser citados para estar en la disputa de la división, teniendo el peso sobre sus espaldas, de los más de 100 años sin poder ganar una Serie Mundial. Al equipo de la Ciudad de los Vientos han llegado par de excelentes jugadores, como lo son el inicialista dominicano Carlos Peña y el lanzador derecho Matt Garza, ambos procedentes de los Rayas de Tampa, y el retorno a la nómina del relevista Kerry Wood, por lo que se considera que si el técnico, Mike Quade, otro capataz que debuta en las Mayores, sabe manejar bien al grupo, muchos dolores de cabeza pueden causar.
Esas tres novenas, Cerveceros, Rojos y Cachorros, además de estar en la cima para discutir la corona de la división, se suman a los Bravos de Atlanta y a los Rockies de Colorado, para aspirar a conquistar la tarjeta del comodín, al lado de los Padres de San Diego, que a pesar de todo lo bien que lució en el 2010, su capacidad de juego parece haber perdido el norte ofensivo con la salida del club del formidable inicialista y cuarto bate, Adrián González.
Nosotros nos inclinamos por creer en los Filis, los Gigantes, los Cerveceros y los Bravos para llegar a la contienda por el título de la Liga Nacional, sin dejar de pensar en que los Rojos y los Rockies pueden ser los equipos a derrotar a la hora de la verdad, en las acciones del Viejo Circuito.