La única disposición conocida para regir la propiedad horizontal, es la Ley 675 del 2001, a la cual, le han ido “colgando” una serie de normas menores y mayores que nadie conoce y que, las autoridades no aplican por ignorarlas.
Las pautas gobiernan edificios, conjuntos de vivienda, congregaciones mixtas de comercio y vivienda y de solo comercios. En cada caso, existe una asamblea general integrada por los propietarios.
Estas, como máximo organismo, eligen un Consejo de Administración, un fiscal y un comité de convivencia, que actúa como amigable componedor en situaciones enojosas entre los vecinos, antes de que se proceda a sancionar a los infractores del Estatuto de Propiedad Horizontal. Las juntas administradoras y de convivencia, son las encargadas de darle un manejo a la copropiedad. Si esta sociedad fuera de ángeles, las cosas marcharían a las mil maravillas, pero como somos humanos, se detectan abusos que han llegado a extremos de dejar a la gente sin sus bienes, a venderlos a menosprecio, o a desplazarse para salvar su humanidad. Y realmente, no existe una superintendencia o un organismo del Estado que se ocupe de la creciente población que se rige por este modelo.
Se conocen casos de Juntas que amañadamente se han tomado el poder y ejercen matoneo y presiones para despojar a los propietarios de sus viviendas, locales u oficinas. Ya hay “desplazados” como ocurre en los campos y actuaciones de “bacrim” urbanas contra la comunidad. Muchas asambleas se han convertido en campos de batalla, con heridos y atropellos. Esta sociedad necesita una entidad que ampare a quienes sufridamente logran adquirir una vivienda o una propiedad, para que “avivatos” y matones los despojen de ellas.
BLANCO: La mujer sigue su marcha: ahora la senadora Maritza Martínez, gana terreno hacia la Presidencia del Senado.
NEGRO: Correa se quedó solo. Los demás mandatarios estarán en Cartagena.
gabrielortiz10@hotmailcom