Después de eliminar a los Reales de Kansas City, en la ronda divisional; los Yanquis sacaron del camino a los Guardianes de Cleveland. Ya están en la Serie Mundial.
Yanquis de Nueva York. (Imagen: AP – VBM).
Stephen Vogt, el capataz de los Guardianes de Cleveland, hizo lo que tenía que hacer: traer a su taponero estrella, el dominicano Emmanuel Clase, quien había fracasado en dos ocasiones anteriores ante sus rivales de turno, para cerrar el juego. Y colgó los 3 outs de la novena entrada. Salió bien.
Se enfrentó al trío grande de los ‘Bombarderos’, sin complicaciones, ante Aaron Judge, Giancarlo Stanton y Jazz Chisholm Jr., tercero, cuarto y quinto bates de la alineación de los Yanquis. Controló a Judge y a Stanton, Chisholm le despachó sencillo pero dominó al venezolano Oswaldo Cabrera, quien había entrado al partido como corredor emergente por Anthony Rizzo y se quedó custodiando la primera almohadilla.
Aaron Boone, el dirigente de los Yanquis de Nueva York, quien varios pasajes en los juegos pasados de la serie, había dejado el ‘librito’ en los anaqueles del olvido, ahora sí aplicándolo, trae a su taponero Lucas Weaver para que se haga cargo del montículo en la novena entrada, cuando el partido está empatado a 2 carreras.
Juan Soto. (Imagen: CDN Deportes – VBM).
Tablazo ganador
Pero es el dominicano Juan Soto, quien se vuela la cerca con 2 compañeros en la ruta, contra una recta de 4 costuras a 95.2 millas por hora, que recorrió 402 pies y que cayó en las graderías del bosque central del ‘Progressive Field’, de Cleveland, quien le da el triunfo a los Yanquis en el quinto desafío, para llegar a la Serie Mundial después de 15 años de espera.
El taponero derecho de los Yanquis, Lucas Weaver, colgando los 6 últimos outs del juego, se llevó el triunfo del crucial partido, dominando al complicado Steven Kwan; aceptando un imparable de Kyle Manzardo; pero controlando a los peligrosos, el dominicano José Ramírez y Lane Thomas, quien entrega el último out con elevado al bosque derecho, que fácilmente atrapa Juan Soto, precisamente el hombre que le da la victoria a los Yanquis con su tablazo de 3 carreras.
El Más Valioso
En medio de la ensordecedora algarabía de los integrantes de la novena por la conquista de la corona de la Liga Americana, Giancarlo Stanton recibió, más que merecidamente, el galardón de ‘Jugador Más Valioso’ en la serie por el campeonato del circuito. Y no podía ser otro.
Stanton parece que está recuperado totalmente de sus dolencias físicas, por lo que ha vuelto a hacerse respetar con el uso del madero, especialmente, en los momentos en que más lo necesitaba su equipo.
Produjo cuatro estacazos de vuelta completa frente a los Guardianes, conectándolos en ocasiones propicias, todos siendo los únicos imparables en los partidos en que participó, remolcando 7 carreras, con promedio de 222 con el bate y una OPS de 1.222. ¡Fabuloso!
De los 10 cuadrangulares de los Yanquis en la serie frente a los Guardianes, Stanton encabezó la tabla con 4; el dominicano Juan Soto, consiguió 3; Aaron Judge, quien estuvo por debajo de lo esperado, despachó 2; y el otro lo obtuvo el novato receptor, Austin Wells, quien está dejando una reseña poco agradable, hasta el momento, de lo que puede hacer a la ofensiva.
Los Yanquis batearon para 250 contra 242 de los Guardianes, a los que también superaron en jonrones con 10 contra 5; con 25 carreras remolcadas contra 20; pero tuvieron 49 ponches contra 47 al final de la serie.
Giancarlo Stanton. (Imagen: archivo internacional – VBM).
Con 4 ganados y 1 perdido, el cuerpo de lanzadores de abridores de los Yanquis tuvo 3.86 de efectividad contra 4.60 de los Guardianes; pero fueron superados en el grupo de relevistas, con 3.86 carreras limpias por juego de los Guardianes contra 4.30 de los ‘Mulos’.
A cuatro triunfos
Boone, tras el out número 30 del partido, en el guante de Soto, exclama en el banco de juego de Cleveland, una frase que todos la van a recordar por muchos días:
‘’Todavía no hemos ganado nada. Nos faltan cuatro victorias más para llegar a la cúspide’’.
Claro, se está refiriendo a ganar el título de la Serie Mundial para lo cual, efectivamente, a los Yanquis le hacen falta 4 triunfos más, para sumar la corona número 28 de la tradicional divisa del mejor béisbol del mundo, que no gana desde el 2009, cuando superó a los Filis de Filadelfia, los entonces campeones de la Liga Nacional.
Los Yanquis, sentados ahora en el trono de campeones de la Liga Americana, esperan a su rival, que saldrá de la serie por el campeonato de la Liga Nacional, entre los favoritos Dodgers de Los Ángeles, y los luchadores Mets de Nueva York, cuyo título está por conocer en las horas venideras.
Llevan siete victorias
En medio de todos los contratiempos que afrontan los Yanquis con su nómina, con un buen número de peloteros en la lista de lesionados, y otros, valga la oportunidad decirlo, sin rendir lo que normalmente ofrecen en los diamantes de juego, han hecho muchas cosas que superan la adversidad, las situaciones complicadas que tiene la novena.
Los Yanquis no tienen un cuarto o ni un quinto brazo potente para encarar la postemporada, y sin embargo, ya suman siete triunfos, con los tres que consiguieron en la ronda divisional frente a los inspirados Reales de Kansas City, y ahora, los cuatro que obtuvieron frente a unos Guardianes de Cleveland, que lucharon, denodadamente, en procura de ganar su clasificación para la Serie Mundial, que finalmente, no alcanzaron.
No es crítica…
Ni más faltaba. No se trata de decir que Aaron Boone, el estratega de los Yanquis, no sabe de béisbol, pero lo que creemos es que sus ‘caprichos’ superan en muchas ocasiones las sanas reglas del béisbol y que por eso, muchas veces tambalea en sus decisiones.
Ocurrió por ejemplo, en el cuarto juego, cuando Boone dejó que Clay Holmes, con tercera y segunda ocupadas y la primera desocupada, permitiera que se enfrentara al bateador zurdo Josh Naylor, en la séptima entrada, quien le despachó un doble para producir 2 carreras.
Ganaron los Yanquis por tablero de 8 carreras a 6, y por eso, esa decisión en contra del ‘librito’ —ese libro que nadie conoce pero que existe para usar sus recomendaciones — no se tuvo en cuenta.
Pero en el quinto juego, que ganaron los Yanquis en 10 sensacionales entradas, 5 carreras por 2, gracias al cuadrangular del dominicano Juan Soto, con 2 compañeros en circulación, Boone aplicó la norma del ‘librito’ en una jugada pero lo desechó en otra acción del partido.
Aaron Boone. (Imagen: Albat – VBM).
En la quinta entrada del quinto y último juego de la serie, el abridor Carlos Rodon sale dejando 2 hombres en las almohadillas: Steven Kwan con sencillo, quien remolcó al venezolano Andrés Giménez, y David Fry, con otro indiscutible complicado, ocupan la tercera y segunda base con 2 outs colgados en la pizarra. Mark Leiter Jr. rescata al abridor zurdo Rodon, y Boone ordena llevar a la primera base con 4 bolas malas al dominicano José Ramírez, cuya característica ofensiva es más que respetable. Y Leiter domina a Lane Thomas con batazo sobre la segunda almohadilla, para fabricar el out esperado.
Eso exactamente debió ordenar en el cuarto juego. Pero lo no hizo.
Más interrogantes
Y esta otra acción, que también ocurrió en el quinto juego, uno no sabe a qué estaba jugando.
Anthony Rizzo conecta sencillo abriendo la séptima entrada. El venezolano Oswaldo Cabrera entra como corredor emergente por Rizzo y está al bate Anthony Volpe. Todos esperábamos que ordenara tocar la pelota para que avanzara el rápido corredor que acababa de ingresar al partido.
Boone no lo hace. Volpe sale con elevado al bosque central. Si como estratega colocas a un corredor más rápido empezando un episodio sin outs después de un indiscutible, la jugada para aplicar, de acuerdo otra vez, con el ‘librito’, era el toque de bola. Y no fue así.
Sin embargo, en una ocasión anterior, Jazz Chisholm Jr., quien era el cuarto bate de la novena en el partido, intentó tocar la pelota para que avanzaran los corredores. Y la cosa no funcionó. Lo que se deduce es que si ordenas tocar al tercero, cuarto o quinto bate de tu alineación, algo anda mal en la elaboración del orden al bate.
La pregunta que surge, en aquel caso, es: ¿entonces, para qué llevar a un corredor emergente si no vas a hacer ninguna jugada, abriendo el acto sin outs en la pizarra?
Bueno, me dirán ustedes, amables lectores, pero los Yanquis ganaron el título de la Liga Americana y están en la Serie Mundial y ya no vale la pena desgastarnos en esas contingencias que hubo en los juegos. ¡Se las dejamos ahí!
La Serie Mundial
Veamos ahora rápidamente lo de la Serie Mundial.
Toda la afición está deseosa para que el Clásico de Otoño sea entre los Yanquis y los Dodgers, cuya confrontación no se da en las Grandes Ligas, desde 1981. Sin embargo, nadie quedaría insatisfecho si la Serie Mundial se hace entre los Yanquis y los Mets, en la ya bautizada Serie del Subway, que tampoco se efectúa desde el año 2000.
Contra los Dodgers, porque ya es un reconocido clásico entre dos de los rivales más cotizados del béisbol de las Grandes Ligas, desde cuando, inclusive, las dos novenas tenían asiento en Nueva York.
Y el entusiasmo por una Cita de Octubre, que ahora ya llega a noviembre, entre los Yanquis y los Mets, volvería a darle sabor al mejor béisbol del mundo entre las dos novenas de la Gran Manzana.
Por ahora, los Yanquis ya están en la Serie Mundial. Falta conocer si son los Dodgers o los Mets. ¿Cuál de los dos será el rival de los ‘Bombarderos’ para la gran final del béisbol de las Grandes Ligas?