Los órganos de control impoluto

Por: Hugo Artunduaga Salas

Cuando se está hablando de reformas y de elecciones: de Contralor, Procurador y de Fiscal, es oportuno que antes de, y si hay real voluntad de corregir, los errores que gravitan nuestro cuestionado proceder de los entes de control, se iniciara una reforma de fondo y de forma del sistema de elección.

reformaConceptualmente el espíritu con el que fueron creados estos órganos, fue el tener, un ojo avizor sobre el proceder del legislativo, ejecutivo y judicial; la verdad sea dicha, tenemos que admitir que todo se nos ha politizado en el mal sentido de la palabra o mejor se ha manoseado, sin pudor, respeto, orden, sin medir parámetros que garanticen al ciudadano del común plenas garantías.  La legislación, el accionar y la aplicación es sesgada, dependiendo de los intereses que se estén defendiendo y estos no solo son de carácter político, los hay también económicos (la mayoría), sociales y hasta religiosos.

Es necesario que cada quien haga lo suyo: los que tienen vocación política, el legislativo es su estadio.  Los estudiados en administrativo,  su campo es el ejecutivo.  Los juristas, su espacio es el poder judicial.  Cada uno en lo suyo y esto es haciendo carrera:

El legislativo arranca en el Concejo Municipal, luego de evaluado su trabajo en un tiempo prudencial (entre 8 a 12 años) debe y puede aspirar a la Duma departamental (Asamblea), para que desde allí tome, un panorama más amplio y global y se proyecte para llegar a las “grandes Ligas”, cámara y Senado, cúspide del legislativo y cuna de las leyes que rigen nuestro país.  Para orientar dentro de los parámetros de orden, justicia y equidad lograr la plena libertad, se requiere que nuestros legisladores estén plenamente conscientes que para legislar hay que conocer el medio, ser estudioso y ser puntuales en las materias para evitar esguinces  e interpretaciones erróneas de las leyes que expidan para nuestro marco jurídico.

El humanista Enrique Gómez Hurtado, destaca entre sus conferencias y escritos que el emblema que pende de las garras del cóndor de nuestro escudo, debería leerse: “orden para la plena libertad”, para mi entender, tiene lógica esta acotación.

Para los órganos de control (Procurador, Contralor y Fiscal) los elegidos para ocupar estas dignidades deben ser sin lugar a duda, personas de reconocida solvencia moral, profesional y social,  vale decir gente a toda prueba y como dirían los antiguos IMPOLUTOS (limpios, impecables, sin ninguna mancha)

Es mucho el trabajo que hay que emprender, si de verdad queremos enderezar el quehacer diario de nosotros mismos, en particular y del país en general.

¡¡¡OJO!!! señores congresistas, el ser humano merece respeto y tiene un límite de paciencia, requerimos que cumplan con las promesas de campaña, con que lograron los votos con que fueron elegidos, no “jueguen con candela”, la advertencia no es solo para la guerrilla es para todos incluidos “los honorables parlamentarios”.

Ya es hora de encuadernar nuestro diario vivir, reordenando los derechos pero también las obligaciones.  Somos todos los actores de este nuevo renacer republicano para obtener “orden – paz – y libertad integral”.

Agosto 2014

PD: Interesante y reflexivo resulto el acto de posesión para el segundo periodo Santos, hubo muestras de urbanidad (no de todos, desde luego), civismo y de buenas intenciones.  Que nuestro Dios nos guie y nos depare mejores días.

Sobre Hugo Artunduaga

A esta edad no hay hoja de vida, solo queda un recordatorio.

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