La baja popularidad, la difícil situación económica, los crecientes problemas internos y la papaya que dimos, han envalentonado a Daniel Ortega, para que ahora aspire a echarle mano a todo nuestro mar caribe, dejar cercados a San Andrés y Providencia y llegar hasta Cartagena.
Aún tenemos fresco lo de La haya, que esperamos recuperar con todos los argumentos jurídicos, internacionales e históricos, y se nos viene ahora el sandinista por más, demostrando sus incontrolables e insaciables ambiciones expansionistas.
En esta oportunidad no nos cogieron con los calzones abajo, como nos ocurrió durante los eternos ocho años del “gran colombiano”, porque desde abril, Santos y su canciller Holguín, habían pedido que las Naciones Unidas publicaran nuestra Plataforma Continental, tanto en el Caribe Occidental, como en el Pacífico. Es decir los derechos que nos confieren las normas internacionales.
Ortega, quiso ganarnos con “par dos”, acudiendo a un organismo simplemente administrativo de las Naciones Unidas –Comisión de Límites de Plataforma Continental- para solicitar una plataforma por encima de las 200 millas náuticas. Aquí se le fue el hueso al pozo, porque Colombia no pertenece a ese organismo, creado en 1982. Y más allá, los internacionalistas de la talla de Juan Daniel Jaramillo, han señalado que nuestro país tiene todas las posibilidades cubiertas y blindadas, para salvar lo que no se hizo, y evitar otra pifia.
Ortega además, tiene que enfrentar una oposición que lo considera un “vende patria”, por la forma como contrató el famoso canal a través de su lago, y explicar los turbios negociados que su hijo mantiene con el magnate chino Wang Jing, uno de los cuales es el canal.
El clima interno no es favorable a Ortega y sus sandinistas compañeros de negocios, menos ahora sin el apoyo económico de Chávez y de una Venezuela en crisis.
Nuestra cancillería por fortuna estuvo, y sigue alerta, frente a las jugadas expansionistas de los nicas y ha tomado las medidas necesarias para evitar que los intereses colombianos puedan verse afectados. “El gobierno actuará con firmeza y con el cuidado necesarios”, advirtió la canciller. Esta vez, los nicas están desorientados y desmesurados.
BLANCO: La recuperación con la que inicia el segundo trimestre nuestra economía.
NEGRO: El desconocimiento de la historia que demostraron los colombianos al “transparentar” a personajes como García Márquez, el profesor Llinás, Antonio Nariño, La Pola, Ricaurte y millares de verdaderos libertadores.
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