Por: Antonio Andraus Burgos
En una cerrada serie final por el título de la Liga Nacional, los Dodgers de Los Ángeles vuelven al Clásico de Otoño, tras superar en siete sensacionales juegos, a los Cerveceros de Milwaukee.-
Lo enigmático del béisbol, empieza por decir que se juega con una pelota redonda, que viene en cajita cuadrada…
De ese tamaño es tratar de entender el béisbol, cuando se sostiene que cuando se batea más, más fácil deben llegar las victorias; o que cuando hay más capacidad entre los lanzadores de la rotación, los triunfos deben aparecer con más facilidad.
Pues en esta ocasión, los Dodgers de Los Ángeles han demostrado que nada en el béisbol puede darse por sentado, porque como decía el inolvidable y sempiterno Yogi Berra, ‘’el juego se acaba, cuando se acaba’’.
Dos tablazos de circuito completo, y una combinación entre los abridores y los relevistas, dejaron fríos a los 44.097 espectadores que llenaron el ‘’Miller Park’’, de Milwaukee, para ver caer a los Cerveceros frente a los Dodgers 5 carreras por 1, en el séptimo y decisivo juego por el título de la Liga Nacional, el pasado viernes 20 de octubre.
Fue el cubano Yasiel Puig, tan controvertido como jugador emotivo, el hombre que silenció el parque de pelota de los Cerveceros, al despachar un ‘’bambinazo’’ con dos compañeros en circulación y dos outs colgados en la pizarra, en el sexto episodio, para que el tablero se conservara hasta el final, con 5 anotaciones para los Dodgers y apenas 1 para los Cerveceros, ésta conseguida con otro tablazo del ‘’apagado’’ Christian Yelich, en el primer episodio, frente a una oferta del abridor derecho, Walker Buehler.
Las dos primeras anotaciones de los ‘’esquivadores’’ de Los Ángeles, fueron producto de dos jugadas impecables, abriendo la segunda entrada, cuando sorpresivamente el cuarto bate, el dominicano Manny Machado, tocó la pelota y se la dejó en las manos del antesalista, Mike Moustakas; y luego, Cody Bellinger, elegido como el Jugador Más Valioso de la Serie por el Campeonato de la Liga Nacional, desapareció la esférica con un descomunal batazo por el bosque derecho, frente a un lanzamiento del venezolano Jhoulys Chacín, para tomar la ventaja en el tablero que nunca más perdieron.
Sorpresiva estrategia
Pero hay que resaltar par de importantes decisiones del estratega de los Dodgers, Dave Roberts, quien sorprendió a todo el mundo, probablemente, inclusive al capataz de los Cerveceros, Craig Counsell, en este séptimo y decisivo partido por el título.
Ryan Madson estaba en la lomita por su novena, cuando con dos outs en el tablero, el venezolano Orlando Arcia le conecta sencillo, en el cierre del sexto acto. Roberts sale del banco y trae a su cerrador oficial, Kenley Jansen, para sacar del juego a Madson, finalmente, el ganador del compromiso.
Todo el mundo esperaba que el relevista más adelante, fuese Pedro Báez, el hombre que había ganado el segundo de la serie, lo cual es parte de la sorpresa, para que reemplazara a Madson.
Jansen sale sin complicaciones en labor de uno y un tercio de episodios, y era entonces obvio esperar que Báez fuese del cerrador en el noveno. Pues tampoco ocurrió así, y Roberts trae al montículo a su estelar zurdo y abridor, Clayton Kershaw, para colgar el cero del noveno, enfrentándose a dos bateadores zurdos, a los que dominó sin complicaciones, con batazo sobre la tercera de Travis Shaw y ponche para Mike Moustakas, y en medio de los dos zurdos, el derecho venezolano Jesús Aguilar, a quien también liquida por la vía de los buenos lanzamientos.
Kershaw, el estelar abridor, cerrando el juego decisivo, mientras Báez, siempre relevista, se quedaba en la banca de los lanzadores que trabajan para ir en busca del juego salvado, fue una verdadera pero definitivamente agradable sorpresa.
Algo debe haber planeado con anticipación el técnico Roberts para habernos confundido a todos los que, dentro del análisis normal del juego, creíamos que Báez era el indicado para colgar los tres últimos outs, cuando Jansen apareció desde la séptima entrada, porque era imposible pensar que Kenley pudiese trabajar los tres outs finales.
De la serie
La serie por el Campeonato de la Liga Nacional llegó igualada a tres victorias y tres derrotas por novena, hasta éste séptimo y decisivo último juego, efectuado en el ‘’Miller Park’’, de Milwaukee, en donde se creía — eso ciertamente se creía —, que los Cerveceros tendrían la ventaja, por estar jugando en casa, pero otra cosa sentenciaron los Dodgers.
Clayton Kershaw, el estelar zurdo de los Dodgers, perdió el primer desafío en Milwaukee frente a los Cerveceros 6 carreras por 5, en dramático compromiso; Pedro Báez, en plan de relevista, fue el ganador del segundo por los Dodgers sobre los Cerveceros 4 carreras por 3; pero en el tercero de la gran final, ya jugando en Los Ángeles, los Cerveceros blanquearon a sus rivales, 4 a 0, con victoria para el venezolano Jhoulys Chacín, y derrota para el novato, Walker Buehler, precisamente el abridor del séptimo por los Dodgers.
Los Dodgers triunfan en el cuarto partido, jugado también en Los Ángeles, 2 carreras por 1, en donde el relevista zurdo mexicano Julio César Urías se llevó el triunfo y la derrota se la apuntan al también relevista, el venezolano derecho, Junior Guerra; y los Dodgers ganan el quinto compromiso, 5 carreras por 2, con su as zurdo, Clayton Kershaw, en la loma de los sustos, también en el ‘’Dodgers Stadium’’.
Se vuelve al ‘’Miller Park’’ de Milwaukee, y los Cerveceros emparejan la final, en el sexto compromiso, con victoria de 7 carreras por 2, con juego ganado para el relevista derecho Corey Knebel y derrota para el abridor surcoreano Hyun-Jin Ryu, para igualar la serie a tres y tres.
Estando en casa y abriendo el juego con ventaja de una a cero, con el cuadrangular de Christian Yelich frente al abridor Walker Buehler, las cosas pintaban con buen color para los Cerveceros.
Bueno, ya ustedes conocen la historia del séptimo y decisivo partido de la gran final por el título de la Liga Nacional.
Para tener en cuenta
Decíamos al comienzo de esta nota, que el béisbol es tan enigmático que cualquier cosa que suceda, es parte del juego.
Los Cerveceros en la final por el título, batearon con promedio colectivo de 232, cuando los Dodgers lograron 223, es decir, fueron mejores a la ofensiva en plan de perdedores. Milwaukee despachó media docena de tablazos de circuito completo, agregándole a la ofensiva 17 batazos de dos esquinas, también fueron mejores; frente a cinco jonrones de los ‘’esquivadores’’ y apenas 8 dobletes conseguidos en los siete desafíos.
¿Y entonces, no es que en el béisbol quien batea más es el que gana? Pues la prueba de que eso no es tan cierto, está a la vista.
Es que los imparables de los Dodgers fueron más oportunos, cuando tenían que producir carreras, en los momentos en que se necesitaban. Los dos cuadrangulares del último partido, de Cody Bellinger y Yasiel Puig, que fabricaron las 5 carreras para el triunfo, llegaron con hombres en circulación. Yelich despachó su jonrón sin nadie en base.
El mejor bateador de los Dodgers fue el polifacético Chris Taylor, con promedio de 364 y 4 carreras anotadas. Le siguió el cubano Yasiel Puig, con 333, un cuadrangular, 3 dobletes y 4 remolcadas. Y luego, el dominicano, Manny Machado, con 296, 1 ‘’bambinazo’’ y 3 empujadas. Finalmente entre los mejores, Justin Turner, con 241 al bate, 1 cuadrangular y 3 fletadas hasta el pentágono.
Por los Cerveceros, el venezolano Orlando Arcia, con ofensiva de 360 en promedio, con 2 cuadrangulares, 3 remolcadas y 5 anotadas. Lorenzo Caín fue el segundo con 303 y 3 anotadas.
Y algo más. Saben ustedes, amigos lectores, ¿cuántas bases estafadas fueron anotadas en los siete desafíos de la gran final? Apenas 8 bases robadas, y Cody Bellinger, de los Dodgers, fue el máximo estafador, con 2 bases. Los demás peloteros, de una cada uno.
Pero en cambio, los lanzadores abanicaron a 161 bateadores, 79
de los Cerveceros y 82 de los Dodgers.
Tarea de los lanzadores
Revisando los resultados de esta serie de la Liga Nacional, fácilmente se puede advertir que tanto los Dodgers como los Cerveceros, tuvieron que hacer uso de todas las combinaciones posibles con sus lanzadores, para poder cumplir con la tarea de los siete compromisos.
El dominicano Pedro Báez, Ryan Madson, el mexicano Julio César Urías y Clayton Kershaw, el único de la rotación que consiguió un triunfo pero también sumó una derrota, resultaron ganadores en los cuatro juegos de los Dodgers. El venezolano Jhoulys Chacín, el único abridor; y Brandon Woodruff, ambos con uno ganado y uno perdido; y Corey Knebel, como relevista, se acreditaron las tres victorias de los Cerveceros.
Los lanzadores de los Cerveceros fueron más eficientes al contabilizar 3.15 carreras limpias por juego, con 2.66 para la rotación y 3.38 para los relevistas. En cambio, los Dodgers tuvieron 3.18 en conjunto, con 4.76 para los abridores pero un excelente 1.45 carreras limpias por juego para los relevistas que fueron, sin duda alguna, los que finalmente se convirtieron en artífices para obtener los triunfos necesarios.
Fueron los relevistas los que sacaron la cara por los ‘’esquivadores’’ en los momentos cruciales de los desafíos frente a los bateadores cerveceros, dominando por completo a peloteros como Mike Moustakas, con ofensiva de apenas 138; del propio Yelich, con 179 con el bate; Erik Kratz, con 125 y Travis Shaw, con 211, para apenas citar a los más destacados.
Por segundo año consecutivo, los Dodgers vuelven al Clásico de Otoño, perdiendo el año pasado la corona de la Serie Mundial frente a unos encopetados Astros de Houston, en siete sensacionales partidos.
La pregunta del día es si los ‘’esquivadores’’ están listos para conquistar la corona del béisbol de las Grandes Ligas frente a unos Medias Rojas de Boston que lo tienen todo a su favor para adjudicarse el título de la Cita de Otoño.