Los Dodgers de Los Ángeles, para colocarlos como ejemplo, tenían muy pocas opciones antes de abrirse la campaña, no tanto por la nómina que integra el plantel, sino más bien por la forma en que sus dueños estaban manejando los hilos de la novena, que en nada convenía pero que en mucho si perjudicaba.
El cambio de manos a nuevos propietarios, encabezados por el inolvidable jugador de baloncesto norteamericano Magic Johnson, ha contribuido, sin duda alguna, en que la propia organización se dé un aire de frescura, que los propios jugadores entiendan que están para hacer mejor las cosas en el terreno de juego, y que su capataz general, Don Matingly, tiene la sapiencia, la paciencia y la calidad técnica que se necesitan para manejar a un puñado de jugadores que, en medio de los avatares del propio deporte, con lesiones incluidas en varios de sus principales jugadores, se han dedicado a jugar ese béisbol, que rinde más de lo que se espera y que coloca al equipo el plan ganador cada vez que sale al terreno de juego.
Los Dodgers tienen el poder de decisión para superar a los Gigantes de San Francisco, los favoritos para conquistar la corona d la división Oeste de la Liga Nacional, y a los propios Cascabeles de Arizona, los ganadores de la zona hace apenas un año.
El zurdo Chris Capuano, con 7 ganados y 1 derrota; el también lanzador de brazo equivocado Ted Lilly, con 5 victorias y 3 reveses; Clayton Kershaw, con 4 triunfos y 3 reveses; Aaron Harang, con 3 ganados y 3 perdidos, combinándose con el resto del grupo de lanzadores, han permitido elevar a los Dodgers a la primera posición de la pelota organizada, al cerrarse el mes de mayo, erigiéndolo como el mejor club de la campaña, con 32 ganados y 18 perdidos, pese a que hombres como Juan Uribe, Juan Rivera y Matt Kemp, no han estado permanentemente en la nómina titular por lesiones que se presentan normalmente en esta clase de competencias deportivas, pero que el resto de jugadores ha respaldado de manera oportuna las acciones sobre los diamantes en donde han jugado hasta el momento.
Ese cambio da por el momento un buen paso de avanzada hacia lo que puede hacer la novena de aquí hasta el cierre de la jornada en septiembre venidero, aspirando, por obvias razones, en convertirse en un contendiente de jerarquía en la Liga Nacional, por lo menos para llegar a la postemporada del presente año, y luego se verá qué ocurre.
Este y Este de lucha
Dejando de lado a los Dodgers, la mejor divisa en los dos primeros meses de la temporada de las Grandes Ligas de este año, algo que nadie puede entrar a discutir o controvertir, pues los números en juegos ganados y perdidos lo dice todo, en otra arista de la pelota organizada, vale la pena citar que tanto la división Este de la Liga Nacional, como la de la Liga Americana, ofrecen una gama de alternativas que cualquiera cosa se puede dar de un momento para otro, antes de recoger los bates en la última semana de septiembre y primera de octubre, cuando debe concluir el calendario regular de juegos.
Que nadie se atreva a decir lo contrario, intentando derribar de esa manera la realidad de lo que está sucediendo en ambas divisiones, pues francamente quedarían cobijados bajo la duda de tener plena conciencia y responsabilidad en la crítica que se pueda hacer en ambos sectores.
En la Nacional, por ejemplo, los Nacionales de Washington tienen en este momento la sartén por el mango, pero no se pueden descuidar un solo instante, dado que los contendores de la división, están más cerca de ellos de lo que se pudo pensar en el pasado mes de abril.
Por ejemplo, los Marlins de Miami, con sus 21 victorias acumuladas en el mes de mayo, una producción que se nos ocurre, puede ser decisiva para aspirar a cosas grandes, y a solo medio juego de la primera casilla, en donde aparecen los Nacionales, muestran la fortaleza y la profundidad que necesita un club para pensar en la gran final. Y qué decir de los controvertidos Mets de Nueva York, cuyas andanzas han puesto a pensar, que no pueden ser desplazados de la manera tan fácil como se creía, pues ahora mismo están apenas a juego y medio de la primera casilla; al tiempo que los Bravos, los siempre duros rivales de Atlanta, están a dos juegos del primer lugar y los favoritos de la división, los Filis de Filadelfia, ocupando la última casilla, están reaccionando y se colocan a tres partidos de los líderes de la zona.
Pero si ello está ocurriendo en el Este de la Nacional, qué se puede decir del sector Este de la Liga Americana, cuando los Orioles de Baltimore siguen al mando de la zona, pero igualados al concluir mayo, con los Rayas de Tampa; mientras que los Yanquis de Nueva York se ubican apenas a juego y medio del primer lugar; los Azulejos de Toronto, están a dos juegos por debajo de los líderes, en la cuarta casilla; y los Medias Rojas de Boston, que se vienen reanimando lentamente, en la última casilla de las posiciones, pero apenas a tres juegos del primer lugar.
¿Quieren observar mejor panorama en las dos divisiones Este del béisbol de las Grandes Ligas? Eso es imposible. Por lo menos, no hasta el momento, por todo lo que han hecho las novenas en contienda, y en especial, al convertir a ese sector de ambos circuitos en grupos tan parecidos para jugar el béisbol, 2ue cualquiera cosa puede suceder en un abrir y cerrar de ojos.
Obvio que la pregunta aquí es lógica: ¿Tendrán los Orioles el suficiente combustible para pensar más allá de septiembre? ¿Podrán los Nacionales conseguir el título de la división, asegurando su paso hacia la ronda de los grandes finalistas? Esperemos… esperemos…
Reacción de los Angelinos
Los Rancheros de Texas, los campeones de la zona Oeste y de la Liga Americana en las dos últimas campañas, aun cuando haya perdido dos Series Mundiales de manera consecutiva, siguen demostrando que los pronósticos que tienen a su favor nuevamente para este año, se basa en la calidad de la plantilla y al talento de todos y cada uno de sus peloteros, incluyendo la presencia del nuevo astro derecho de las serpentinas, el japonés Yu Darvish, quien ha desarrollado una formidable labor hasta el momento.
Los Rancheros con su registro al concluir mayo, con 31 triunfos y 20 reveses, lo mejor de la Americana, están acariciando una vez los mieles del triunfo, camino a ser una vez más, dignos contendientes por la corona de la liga, con pretensiones de que esta vez puede ser la vencida, y de qué llegar a la Serie Mundial una vez más, no puede ser otra oportunidad fallida. Y en eso, estaríamos en principio de acuerdo.
Pero que todos estén atento a la fuerte y decisiva reacción de los Angelinos de California, pues además de la presencia del astro dominicano Albert Pujols, que ya parece despertó con el uso del madero sobre sus hombros, y de la recuperación del cubano Kendrys Morales; la verdad es que unidades nuevas de la plantilla, como los guardabosques Mark Trumbo, Mike Trout, Peter Bourjos y del relevista derecho colombiano Ernesto Frieri, toda una sensación en la divisa, tras el sensacional cierre con bases llenas que hizo en el choque del martes 29 de mayo pasado frente a los poderosos Yanquis de Nueva York, cuando con las bases estaban llenas y dos outs colgados en la pizarra, liquidó por la vía de los buenos lanzamientos al zurdo y potente bateador, Robinson Canó, hacen pensar con mucha seriedad, que venderán de aquí en adelante muy caras sus derrotas y que verlos llegar a la postemporada, no debe ser, bajo ningún punto de vista, nada distinto a los resultados de contar con un equipo batallador de principio a fin y mucho menos, sorpresivo.
De tal manera que si bien los Rancheros están aparentemente bien sentados en la división Oeste de la Liga Americana, que no se vayan a descuidar, pues los Angelinos están al acecho y el zarpazo pueden darlo de un momento a otro, sin fórmula de juicio.
Lo bueno de todo es que, hasta ahora, lo que se ha visto es una campaña equilibrada, con muchos aspirantes y pocas casillas disponibles para llegar a la gran final de la temporada de este hasta ahora sensacional 2012.