Edición de lujo con tapa dura y 90 páginas, textos en inglés y español. Destaca lo mejor de la obra artística de María Isabel de Lince.
(Foto de la artista Helmuth Hilb).
La primera etapa pictórica de María Isabel Salazar de Lince fue figurativa. Más adelante, su búsqueda creativa se trasladó hacia lo abstracto. Ha enriquecido esta etapa con su habilidad para sembrar la sugerencia, un componente que remite, inevitablemente, a entornos poéticos, y que evidencia una considerable exigencia técnica y una pericia notable en el manejo de los colores. La maestría de su composición brinda al espectador un mundo narrativo en el que se adentra y queda inmerso en la historia que cuenta cada obra para luego regresar, no sin esfuerzo, a las demandas que plantea la realidad.
Llega a la madurez de su arte con pinceladas cargadas de fuerza e intensidad, de las que emerge la esencia inigualable de las expresiones de la madre naturaleza. Es posible hallar en sus lienzos montañas, glaciares y olas rugientes que, a primera vista, podrían ser nubes majestuosas. Sus creaciones potencian la imaginación del público con la amalgama de blancos y los degradé de los cromas contundentes que encaminan al espectador hacia viajes con destino a las fibras de las ensoñaciones.
Pinta por veladuras, deja secar la obra para luego retomar la danza del pincel sobre el lienzo. Este proceso lo realiza las veces necesarias para lograr las transparencias que se han convertido en un sello indiscutible de su aporte iconográfico. Con gran destreza genera un efecto maravilloso al resaltar la intensidad de los colores plasmados con anterioridad.
Comparte sus pinturas bajo una minuciosa clasificación según los elementos de la naturaleza: Aire, Fuego, Tierra y Agua. El propósito de catalogarlos así es para enviar un mensaje de amor a este asombroso planeta Tierra, tan exuberante, misterioso, inescrutable, prolífico, absolutamente bello, y tan lleno de vida. Este es su mayor anhelo: tocar el espíritu del ser humano para que descubra y proteja la grandeza de nuestra riqueza natural.
La Artista
María Isabel Salazar de Lince, artista colombiana, se graduó en Arte y Diseño Arquitectónico y Psicología en la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá, Colombia. Estudió Dibujo y Pintura en Cooperartes; y con los maestros: David Manzur, Fernando Dávila, y Miguel Moyano.
Durante su ejercicio como psicóloga condujo varios programas de televisión que abrieron el diálogo con la audiencia sobre temas de fundamental importancia para las familias. Posteriormente, creó la Fundación Prometeo, centro dedicado a la prevención y educación, como estrategia para eliminar o reducir los factores de riesgo en el consumo de drogas y alcohol, labor que realizó a lo largo de 25 años.
Esta artista es una maestra del color, que es lo que los críticos más destacan en la excelencia de su obra.
Del cielo a la Tierra 4. Óleo sobre lino 43 x 63 cm.
Future of Art Global Masterpiece Award
“Las obras de María Isabel de Lince tienen una fisonomía propia e inconfundible que las separa de cualquier comparación. Sencillez cristalina, cierto equilibrio mental, una musicalidad amplia y modulada, pero sobre todo algo de misterio filtrado a través de un dulce sentimiento de las cosas. Las mismas figuras emergen sintéticamente de la luz, se convierten ellas mismas en luz, pura esencia luminosa, casi como si quisieran perforar una atmósfera de ensueño. Quizás sea el toque ligero que marca las notas de una musicalidad que interioriza las imágenes. Es como si hubiera un hilo de Ariadna que sigue siendo nostalgia, pero una nostalgia que extrañamente retrocede y avanza, como una proyección hacia aquellos que son los lugares de aterrizaje de la poesía.
“Como artista, María Isabel de Lince ha demostrado que su visión es a la vez atemporal y vanguardista, una paradoja que sólo un verdadero maestro puede lograr. Este premio resalta la importancia de artistas como ella, cuya creatividad abre el camino al futuro, impulsando los límites de lo que puede ser el arte. Ella hace más que pintar; ella narra la experiencia humana a través de una visión y un lenguaje que trasciende las palabras. El Future of Art Global Masterpiece Award marca el reconocimiento de su genio, un reconocimiento de que su trabajo dejará una huella indeleble en el mundo del arte para las generaciones venideras. Las pinturas de la artista son portales a otros reinos, reinos que desafían, calman y elevan el alma”.
Jurado del Future of Art Global Masterpiece Award y Marta Puig Editora de Contemporary Art Curator Magazine (Oct. 2024).