El pasaporte a la postemporada hizo vibrar a más de una novena en las Grandes Ligas.-
Un juego extra en la Liga Americana para decidir una casilla en busca de llegar al comodín; dos sensacionales choques beisboleros entre los clubes que, por todo lo que habían hecho durante la campaña, aspiraban a contar con el pasaporte para la postemporada, y unas finales de circuitos, llenas de vigor beisbolero, que dejó plena satisfacción a los seguidores de las novenas, evidencian, sin la menor duda, que el formato en que se está desarrollando las finales del béisbol de las Grandes Ligas, en los últimos años, parece estar gustando – ¡y en qué forma! — cada día más.
Se exhibe con entusiasmo, que por lo menos, los Piratas de Pittsburgh llegan al ciclo de la ronda grande, después de más de dos décadas sin estar en esta fase de la competencia; se dice que son los Cardenales de San Luis los muchachos a derrotar en la contienda por el banderín del Viejo Circuito; se cree que los Dodgers de Los Ángeles están para muchas cosas más grandes que lo que hicieron en la campaña; y se piensa en que los Bravos de Atlanta, una vez más los Bravos, tienen los elementos necesarios para pensar en que el título de la Liga Nacional debe quedarse en la capital de Georgia.
Y ni qué decir de la Liga Americana, en donde el choque adicional para decidir al segundo club para aspirar a comodín, tuvo que ser disputado en casa de los Rancheros de Texas, amplios favoritos para estar una vez más en la gran final de la pelota de las mayores, pero que cedió ante la capacidad de juego de los Rayas de Tampa; que los Indios de Cleveland, dígase lo que se quiera decir en contrario, encontraron una ruta ganadora que desalojó ajustadamente muchas pretensiones y derribó pronósticos a tutiplén, a quienes no confiaban en la tribu, cuando concluyeron las sesiones de entrenamientos de marzo pasado; y pensando entre lo mejor de lo mejor, que los Medias Rojas de Boston se erigieran como la novena a demostrar que cuando se trabaja con juicio, con amor al uniforme, las cosas cambian de panorama; y que los Atléticos de Oakland, aplicando la ya famosa y respetada sabermetría, que no es otra cosa que la forma de seleccionar a los peloteros de una novena, con la combinación de muchos factores y no solamente teniendo como fondo los numeritos ofensivos o defensivos, y una combinación de un sistema de juego que sorprende a los rivales, destronaron por segundo año consecutivo a los Rancheros que, contando con un gran respaldo tanto técnico como deportivo, vuelven a quedarse con las ganas de conquistar un título de Serie Mundial.
A ojo de buen cubero, los Medias Rojas de Boston no han perdido, hasta el momento, la ventaja como favoritos para disputar, por lo menos, la diadema de la Liga Americana, mientras que los Tigres de Detroit, con tiquete a ganador desde el arranque de la temporada, siguen acumulando pronósticos a su favor.
Pero la verdad de todo, es que los Atléticos y los Rayas de Tampa, cuentan con toda la decisión de vender muy caras sus derrotas, si es que ellas se llegan a producir; porque una cosa es lo que se puede apreciar desde el escritorio, y otra, muy distinta por cierto, lo que puede ocurrir dentro de los diamantes de juego.
Y como si fuese poco, los actuales campeones de la gran Cita de Otoño, los Gigantes de San Francisco, no pudieron siquiera conquistar el banderín de su división, en donde los Dodgers de Don Matingly, exhibieron el talento y la calidad que estaban dormidos en todos sus integrantes, contando con la gran bujía del novato cubano Yasiel Puig, sin duda alguna, una pieza importante que empujó a la divisa hacia el camino de los triunfos desde mediados de junio pasado.
La pregunta que está ahora en el ambiente beisbolero de las Grandes Ligas, es hasta dónde se puede esperar de los ocho sensacionales finalistas la grandeza, la calidad y el buen juego, para llegar a la conquista de la diadema de la Serie Mundial. Nadie se atreve a decir, por el momento, cuál es la mejor opción para acreditarse la corona de este otoño en las mayores.
En la Liga Nacional
Nosotros, que habíamos escogido a los Dodgers y los Bravos para discutir el título de la Liga Nacional, pues obligadamente tenemos que cambiar de parecer, cuando esas dos novenas tienen que eliminarse antes de llegar a la disputa del título.
Y otro tanto se puede decir de la otra serie entre los Piratas y los Cardenales, en donde, si se tiene en cuenta el buen béisbol que se jugó este año, los muchachos de San Luis tienen las de ganar; pero si se habla de la garra y los deseos de superación de un club, los Piratas tienen ventaja.
De tal manera que Bravos y Cardenales, de acuerdo con la trayectoria de la campaña de este año, pueden estar pensando en el título, borrando del mapa las aspiraciones de los Dodgers y los Piratas, que podrán ser, cuando nadie lo espera, los finalistas de sensación de la Liga Nacional.
En la Liga Americana
Los Medias Rojas de Boston, dentro de la lógica beisbolera – algo que ciertamente no existe a la hora de hacer uso de los bates -, deben estar en la disputa de la corona de la Liga Americana.
Y desde luego, los Tigres de Detroit acaparan los honores de ser firmes candidatos para llegar a la instancia final del circuito, por muchas razones valederas, técnicas y sostenibles dentro de una novena de béisbol.
Empero, a todas estas, ¿Qué dirán los Atléticos frente a los pronósticos que no les favorecen para la ronda del título? Ellos tendrán que responder dentro del campo de juego con su formato beisbolero de hacer las cosas difíciles de la manera más fácil para discutir el trofeo de la liga.
Y ¿Qué piensan en estos momentos los Rayas con relación a que no cuenten con los pronósticos a su favor, pese a las sensacionales faenas efectuadas primero ante los Rancheros y luego frente a los Indios de Cleveland, antes de adquirir el tiquete para la postemporada? La novena de Tampa tiene una sola pero poderosa respuesta: el cuerpo de lanzadores ha demostrado que está para cosas inmensamente grandes, y que un título de Serie Mundial no les caería nada mal por todo lo que han hecho en este 2013, lo cual vendría a traducirse en la recompensa a toda la lucha denodada y exigente a la que han sido sometidos.
Suele pensarse que cuando se llega a la postemporada, todo está definido, cuando ciertamente en todo lo contrario. La postemporada es una controversia llena de sorpresas, en donde los equipos parten de cero, y en la primera ronda eliminatoria, a cinco juegos para pasar a la disputa del título cuando se conquisten tres victorias, la ventaja puede estar en abrir en casa; como es el caso de los Dodgers y de los Cardenales, en lo que tiene que ver con la Liga Nacional.
Pero los Bravos fueron rivales poco cotizados como visitantes, al registrar 40 victorias contra 41 reveses; algo que no sucede con los Piratas, que marcaron 44 triunfos contra 37 derrotas. Y en cuanto a los Dodgers, mostraron una agresividad valiosa en casa, ganando 47 y perdiendo 34; mientras que los Cardenales, mostraron tarjeta de 54 victorias y 27 derrotas, la mejor marca de las Grandes Ligas, jugando en su terreno.
En el caso de los Cardenales, su ventaja abriendo en casa, puede ser decisiva frente a los Piratas. Y otro tanto puede suceder con los Dodgers, pero frente a los Bravos, no pueden cantar victoria de una manera fácil.
Los Atléticos jugando en su recinto, tienen frente a los Tigres dos compromisos de toma y daca, y si los pupilos de Jim Leyland consiguen una victoria, ¡ah! difícil que será verlos derrotados en su patio, cuando vayan a Detroit a disputar los tres últimos partidos de la eliminatoria.
Pero los Medias Rojas, jugando en el Fenway Park contra los Rayas, todo se le abona a su favor para que por lo menos tomen la delantera en la eliminatoria, antes de llegar a la cita final por la corona.
Así las cosas, bastaría con que los equipos mantengan su línea de juego acostumbrada, para que los Medias Rojas y los Tigres, diriman la corona de la Liga Americana; y los Bravos y los Cardenales, tengan la oportunidad de discutir el título de la Liga Nacional.
Pero en el béisbol, como tantas veces se ha dicho, no hay sorpresas, sino desarrollar un buen juego sobre el terreno, y la oportunidad de explotar todas las opciones que se tengan tanto a la defensiva como a la ofensiva, para pensar en las victorias.
Los Dodgers no están derrotados y pueden hacer cambiar las cosas en un abrir y cerrar de ojos.
Y los Atléticos saben lo que se juegan cuando empiecen en su casa frente a los Tigres: triunfar en los dos compromisos en su parque de pelota, les abriría un panorama nada despreciable para poder avanzar hacia la corona de la Liga Americana.
Para los entendidos, los Rayas tienen con qué dar la sorpresa en las finales de la Liga Americana, dada su consistencia serpentinera y la forma entusiasta en que han desarrollado sus presentaciones, especialmente en los dos últimos meses de competencia.
¿Y la Serie Mundial? No nos anticipemos. Primero esperemos conocer a los finalistas de la postemporada, y luego pensemos en la gran Cita de Otoño, que ya está bien cerca.