Rosmery Cárdenas: “La vida es una comedia»
Por Guillermo Romero Salamanca
Su nombre es difícil de escribir. Parece sencillo, pero a veces lo escriben como Rossmery, Rossmary o Rosmary. Lo único cierto es que nunca deja de reír.
No tenía 17 años cuando ya la consideraban como “La Modelo del año”, resultó poco tiempo después como Virreina Nacional del Café –con título de chapolera—y luego fue al Reinado del Mar. Se gozó esos encuentros de belleza. De allí llegó a la televisión donde fue la figura del programa “Compre la Orquesta” con Fernando González Pacheco.
Hizo cursos de actuación con Rubén Di Pietro, aprendió locución, estudió Diseño de Modas, Finanzas y Periodismo. Es inquieta la señorita.
La han visto actuar en “Tu voz Estéreo”, “Mujeres al límite”, “Paloma”, “El último beso”, “Dios se lo pague” y decenas de producciones más.
Ahora se lanza con un monólogo. Gran reto. Eso es de palabras mayores. Dedicarle un buen tiempo a conversar con las tablas, con un público que comenzará a reflexionar sobre cada una de sus frases no es sencillo. Pero ahí está la gran Rosmery Cárdenas, una mujer digna de admirar. Está comprometida con su trabajo, pero más con su vida. Es sencilla. Libre y posee el don del embrujo. Conquista con la mirada, pero más con su sinceridad.
Arriesgada. Sin límite para el trabajo. Luchadora como ninguna. Detallista y soñadora con una Colombia creativa, libre de envidias, pero llena de sueños.
Las Quince
-¿Qué recuerda de Compre La Orquesta?
Fue una época única; la gente disfrutaba mucho cada segundo del programa, se grababa en el teatro Colsubsidio que es muy grande y siempre estaba lleno. ¡¡A Pacheco lo quería todo el mundo!! ¡¡Y lo admirábamos mucho también!! Además, fue el mejor presentador y animador de programas de concurso que ha existido en Colombia. ¡Un gran maestro!
-¿Qué pasó con el canto?
Es parte de mi personalidad, aunque en algún momento, discos Fuentes me propuso grabar rancheras, pero al final, no se concretó, más por mi indecisión. Nunca entendí porque no acepté, si era lo que siempre había querido. Me faltó confianza.
-¿Ya no canta, pero sigues encantando?
Si canto y encanto jajaja. Es parte de mi propósito especialmente conmigo, soy auténtica en lo que siento y doy. El 23 y 24 de agosto, estreno mi monólogo «Porque la vida es una comedia» donde canto una serenata ranchera. Por primera vez en Late Live.
-Los canales nacionales eran una esperanza para los actores, ¿esa ilusión se ha ido desvaneciendo?
Parece ser así. El mundo digital es muy acelerado y las innovaciones son cada vez más sorprendentes. Los actores tenemos que ir a ese mismo ritmo, pero siempre hay espacios para el arte. Siempre se podrán crear contenidos y espectáculos que lleguen a públicos muy específicos. Además, estoy con proyectos de cine, que es el bum ahora.
-¿Qué pasó con la locución radial?
Sigo haciendo voces, aunque muy poco. La locución comercial es un buen trabajo, pero no siempre se sabe cuándo generan los pagos, pueden pasar 3, 4, 5 meses, o más tiempo esperando. Igual sigo presentando eventos y comienzo un nuevo programa de radio que estamos estructurando.
-¿Qué está haciendo por el planeta?
Reciclo la basura y no la boto en la calle jamás, no uso plástico en lo posible, soy cuasi vegana, soy animalista y aunque parece poco, algo hacemos, porque nos estamos ahogando en basura, estamos acabando con la fauna, con los recursos naturales, pero sobre todo estamos destruyéndonos entre nosotros, por ese mismo circulo vicioso. En mis conversatorios y talleres de comunicación efectiva cambiamos el chip a través de la lúdica y las artes. La paz y la libertad, está dentro de cada uno.
-¿Cómo hace para estar sonriente siempre?
Jajaja me siento mejor teniendo un gesto optimista, segrego más dopamina y serotonina lo que me hace más proactiva ante cualquier circunstancia.
-¿Ha cantado “Estar enamorado” de Rafael?
¡Si claro!! Aunque no completa.
-¿Qué ha sido lo más bonito que le ha pasado en la vida?
Muchos momentos muy especiales. Tener conmigo todavía, a mis padres bien, siendo ya mayores, haber conocido a mis sobrinos que son todos tan inteligentes y tan grandes ya. Y haber vivido con mis mejores amigos, mi perro Miel y mi gatica Luna.
-¿Por qué ha derramado una lágrima en sus trigueñas mejillas?
Perder un ser querido es algo que causa mucho dolor, pero la vida no acaba.
-¿Lee algún libro o ya todo es por internet?
Si, me gusta mucho la filosofía. Los libros de Rafael Echavarría sobre «Ontología del Lenguaje», son obras que siempre consulto y «Ética para Amador» de Fernando Savater, que es una guía práctica para vivir mejor. Pero los audiolibros nos permiten ampliar mucho más el espectro cultural.
-¿Cuántos pasos se sabe del baile champeta?
¡Uy! Máximo 3. ¡Pero me encanta! Es un baile con mucha melanina.
-¿Cuántos perfumes tiene?
Como 20, pero pequeños.
-¿Dónde guarda el cuaderno con todos los piropos que le han dicho en la vida?
Jajaja. Algunos están impresos en revistas, como la de Viernes Cultural que tú dirigías; me hiciste una entrevista que me encantó. Resaltaste mi sonrisa y mis ojos, aunque tenía lentes verdes y tú no lo sabías jajaja.
-¿Qué será lo primero que le diga a Dios cuando le vea su rostro?
¡Gracias! ¡¡Porque todo fue bueno, incluso lo malo…Te amo!!