Los Astros de Houston, con la mejor marca de la Liga Americana en la temporada; y los Filis de Filadelfia, con la tarjeta menos favorable y con el Comodín, en la gran final de las Grandes Ligas.
¿Hasta dónde llegará la inspiración de los Filis en este 2022? ¿Podrán los Astros desquitarse, por fin, de sus rivales del Este de la Nacional? ¿Se impondrá la regularidad y el homogéneo sistema de juego?
Las preguntas son evidentes porque los Filis de Filadelfia, a través de la historia, bien cuando jugaban ambos equipos en la Liga Nacional; bien ahora que los Astros de Houston están en la Liga Americana y juegan en el intercambio de ligas, mal que bien le han ganado a los ‘siderales’, por poco, es verdad, pero los han derrotado. Y eso cuenta mucho en el béisbol.
¿Habrá sabor a desquite? Para los Astros contra los rivales del Este de la Liga Nacional, esa opción está sobre la mesa. Recuerden: los Nacionales en el 2019 y los Bravos en el 2021, derrotaron a los Astros en el Clásico de Octubre. De tal manera que revancha deportiva, sí está planteada para los ‘siderales’ en contra del Este del Viejo Circuito. Y eso hace parte del ingrediente especial de esta Serie Mundial.
De todas maneras, es un Clásico de Otoño inédito: nunca antes los Astros y los Filis habían disputado la gran final de las Grandes Ligas.
Pero ya estamos en la Cita de Octubre — que ahora se prolonga hasta noviembre —, en lo que es el epílogo cada año de lo que es la temporada de las Grandes Ligas, cada vez más competitiva, cada vez tan cambiante como las fases de la luna, cada vez más difícil de pronosticar y, mucho más, de vaticinar.
Decir que en una serie corta todo puede pasar, es algo más que trillado, pero hace parte de la verdad, de una verdad que nadie puede negar. Y si no, miren lo que ocurrió este año.
Las tres novenas con más triunfos en el Viejo Circuito, no llegaron al Clásico de Otoño — los Bravos de Atlanta, con 101; los Dodgers de Los Ángeles, con 111; y los Mets de Nueva York con 101—, todas con más de 100 victorias, no están en la cita final, eliminadas en las series previas del Comodín, de las Divisionales o por el Campeonato, mientras que los inspirados Filis — si porque están inspirados de verdad, todo les sale bien — , con apenas 87 ganados, clasificándose de último para la disputa del Comodín, están en la contienda por el máximo trofeo del Béisbol Organizado, superando a los Cardenales de San Luis, a los Bravos y a los Padres de San Diego, en las rondas que antecedieron a la contienda de la Cita de Octubre.
Mano a mano
A través de la historia, los Filis y los Astros, novena esta que perteneció desde 1962 hasta el 2012 a la Liga Nacional, han sido rivales y la verdad es que han estado en un verdadero mano a mano, en cuanto a los resultados de sus confrontaciones.
De manera general, después de 575 partidos, los Filis están en ventaja con 294 triunfos contra 281 de los Astros, pero vale la pena reseñar que en los primeros años de los ‘siderales’, Filadelfia ganaba con facilidad a la nueva franquicia de la Nacional, tanto que en la primera temporada, la de 1962, en 18 juegos, ganaron en 17 ocasiones.
Desde 1969, las fuerzas se fueron equiparando, y en esa temporada, los Astros superaron a los Filis en 8 de los 9 partidos, y así sucesivamente, hasta que Houston ganó de manera consecutiva en dos campañas a los Filis, 2004 y 2005, ‘barriéndolos’ con 6 victorias sin derrotas.
Los Astros salen de la Nacional y llegan a la Liga Americana a partir del 2013, y hasta cuando no se dieron los famosos juegos de intercambio, no se volvieron a ver las caras.
En los años 2014 y 2017, la ventaja fue para los Filis con 4 triunfos y 2 derrotas en 6 juegos. Pero en este 2022, los Astros se acreditaron la serie 2 a 1.
En juegos de postemporada, Astros y Filis se enfrentaron por el título de la Liga Nacional en 1980, ganando los Filis 3 de los 5 juegos, con cuatro partidos definidos en episodios extras, para que Filadelfia después venciera a los Reales de Kansas City, con 4 victorias y 2 derrotas, para adjudicarse su primer galardón en Series Mundiales.
Todo ha cambiado
Los Astros no eran ganadores en la Liga Nacional, pero ahora son triunfadores en la Liga Americana.
En menos de una década, los Astros han llegado en tres ocasiones a la Serie Mundial en la Liga Americana, ganando una corona, la de 2017 frente a los Dodgers; y perdiendo dos, la del 2019, ante los Nacionales de Washington y en el 2021, contra los Bravos.
Los Filis en más de un siglo de estar jugando por la Liga Nacional en las Grandes Ligas, ha llegado en 9 oportunidades a la Cita de Otoño, consiguiendo dos coronas, la de 1980 frente a los Reales, y en el 2008, ante los Rayas de Tampa; perdiendo en 1905 con los Gigantes de Nueva York; en 1914, con los Bravos de Boston; en 2015, con los Medias Rojas de Boston; en 1950, con los Yanquis de Nueva York; en 1983, con los Orioles de Baltimore; en 1993, con los Azulejos de Toronto y en 2009, con los Yanquis de Nueva York.
Estas citas, como una breve reseña de las cosas que a nuestro leal saber y entender, pueden servir como punto de referencia. Sin embargo, le agregaríamos que desde cuando existe la fórmula del Comodín en la Gran Carpa, seis equipos que han llegado a la Serie Mundial por esa vía desde 1995, han logrado conquistar la codiciada corona.
Los Marlins en dos ocasiones, 1997 y 2003; los Angelinos de California, en el 2002; los Medias Rojas de Boston, en 2004; los Cardenales de San Luis, en 2011; los Gigantes de San Francisco, en 2014 y los Nacionales de Washington en 2019.
¿Será la gran opción para los Filis de este 2022?
Camino a la gloria
Los Filis han estado jugando un béisbol inspirado, con acierto en todos sus campos y saliéndoles todo a pedir de boca en cada jornada. Superaron sin atenuantes a los Cardenales en dos de los tres juegos del Comodín, incluyendo aquel inolvidable primer partido en donde con racimo de 6 carreras en la parte alta de la novena entrada, cuando perdían 3 a 0, ganaron en San Luis, 6 por 3, y luego el segundo, 2 a 0.
Después vencieron a los Bravos, en la Serie Divisional, en tres de los cuatro partidos jugados en la serie que era de cinco, ganando el primero 7 a 6; perdiendo el segundo 3 a 0, en Atlanta; mientras que triunfaban en su casa, 9 por 1, y 8 carreras por 3.
Finalmente, para llegar al Clásico de Octubre, los Filis superaron a los Padres, en cinco de los siete encuentros previstos, ganando el primero 2 a 0, y perdiendo el segundo 8 por 5, en San Diego; pero obtuvieron las otras tres victorias en Filadelfia, 4 carreras por 2, 10 por 6 y 4 por 3.
En cambio, los Astros están invictos en las siete presentaciones que han hecho en esta postemporada, ‘barriendo’ a sus rivales, y están a tiro de cuatro triunfos para conquistar la Serie Mundial.
En la Serie Divisional, triunfaron en tres partidos en línea, venciendo a los Marineros 8 a 7 y 4 a 2, en Houston; y luego 1 carrera por 0, en Seattle. Seguidamente se deshicieron de los Yanquis, en la Serie por el Campeonato, derrotándolos en cuatro de los siete desafíos previstos: 4 carrera por 2, y 3 carreras por 2, en Houston; 5 por 0 y 6 por 5, en Nueva York.
¿Mano a mano?
Presienten los críticos y entendidos que a lo mejor, esta Serie Mundial puede resultar mano a mano, para llegar al séptimo juego para conocer al campeón de la gran cita. Eso es lo que dicen. Falta ver qué ocurre en la realidad.
Los Astros, de mantenerse al ritmo que vienen, jugando un béisbol homogéneo, en donde el rendimiento es parejo, y la rotación se mantiene a la altura de las exigencias, seguramente que su cuerpo de relevistas no será inferior al compromiso, las cosas no serán nada fáciles para los campeones de la Nacional.
El venezolano José Altuve, que no ha rendido ofensivamente lo que se esperaba; el novato dominicano Jeremy Peña, dando destellos de verdadera grandeza; el cubano Yordan Alvarez, el temible bateador zurdo que con un swing puede cambiar el tablero; el siempre oportuno Alex Bregman; el sorpresivo Kyle Tucker, que se las ingenia para dar batazos oportunos; el cubano Yuli Gurriel, dando la cara cuando se necesita; Trey Mancini, cuya presencia en la nómina es la verdadera semblanza del pelotero que supera los avatares de la vida; Chas McCormick, que nadie sabe en qué momento da una agradable sorpresa; los boricuas Martín ‘El Machete’ Maldonado o Christian ‘El fusil’ Vásquez, para rematar lo que puede ser la línea titular, mantienen un endiablado ritmo de juego y sus triunfos no son productos del azar, es por el buen desempeño en el diamante, y por eso, los Astros están donde están.
Otro tanto se puede decir de los Filis con Kyle Schwarber, el poderoso bateador zurdo que se adueñó de la primera casilla al ataque; de Rhys Hoskins, tan sorpresivo que nunca se sabe qué puede producir; de J.T. Realmuto, cuya personalidad y gran desempeño en el campo, lo elevan a la jerarquía de formidable; de Bryce Harper, el toletero zurdo que despedaza las pelotas cada vez que le viene en gana en su posición de bateador designado, estrenándose en esa posición; Nick Castellanos, un latino formado en el béisbol norteamericano que ha rendido una barbaridad; de Alex Bohm, con el que siempre se cuenta; con el dominicano Jean Segura, en todo momento firme para lo que sea; el panameño Edmundo Sosa, útil para todo momento; de Brandon Marsh, peligroso en cualquier capítulo del juego; y de Bryson Stott, afilado tanto a la defensiva como a la ofensiva, cuya nómina, como se aprecia, tiene con qué responder al rival de turno.
Los Filis seguramente que no están dispuestos a vender a bajo precio sus derrotas. Ya veremos.
Los abridores
La rotación de los Astros es de primera línea, y si los relevistas se mantienen, tengan la seguridad que los juegos serán para admirar. Y ni qué decir de los Filis, cuya formación con los brazos que tienen, dejan a más de uno sin respiración; y sus relevistas han mostrado profundidad y dominio en su tarea.
Aaron Nola ha sido señalado para abrir el primer juego de la Serie Mundial por los Filis; mientras que para el segundo lo será Zach Wheeler, ambos partidos a jugarse en Houston, viernes 28 y sábado 29.
Por los Astros el veterano y recursivo Justin Verlander, está anunciado para el primer compromiso y el zurdo dominicano Framber Valdez, cuyas capacidades nadie puede negar, está señalado para el segundo.
De allí en adelante, no hay planes ni nombres concretos, por el momento. Todo dependerá de las circunstancias, de los resultados y, desde luego, de la situación en que se encuentre cada novena.
Hay que recordar que todos los partidos se jugarán a partir de las 8 de la noche, hora del Este de los Estados Unidos. Los dos primeros, viernes 28 y sábado 29, en el ‘Minute Maid Park, de Houston; los tres siguientes, si son necesarios todos, en el ‘Citizens Bank Park de Filadelfia, los días lunes 31 de octubre; martes 1o. y miércoles 2 de noviembre; y si se llegaren a necesitar los dos siguientes juegos, sexto y séptimo, otra vez en Houston, viernes 4 y sábado 5 de noviembre.
Lo que le hace falta
Después de más de 2.000 victorias en la Gran Carpa como capataz — con los Gigantes de San Francisco, los Cachorros de Chicago, los Rojos de Cincinnati, los Nacionales de Washington y ahora, con los Astros – parece que le ha llegado la hora a Dusty Baker, el afamado estratega de los Astros, de alcanzar esa máxima estrella en su prolongada y brillante carrera dentro del béisbol, porque es lo único que le hace falta para redondear una carrera brillante y gloriosa en el juego. Ya tiene un anillo de Serie Mundial pero como pelotero: la ganó con los Dodgers en la Cita de Otoño de 1981. Le falta el otro: el anillo de Serie Mundial como estratega, y esta es su gran oportunidad. Quizás no sea la última, pero es mejor asegurar.
Rob Thomson, el encargado de las riendas de los Filis, quien se está estrenando como dirigente en las Grandes Ligas, con todo lo que ha hecho con la novena, al recibirla con 22 triunfos y 29 derrotas en junio pasado, estar hoy día en la disputa de la Serie Mundial, le abona un camino con buenos augurios.
Si nos ponen a escoger, los Astros sobre el papel lo tienen todo para ganar el clásico. Sí nos ponemos a pensar sobre lo que es el béisbol, a los Filis nadie los puede desechar por la forma en que han encarado el juego, especialmente en la fase final de la campaña.
¡Estamos en la Serie Mundial y no hay sorpresas que esperar!