Colombia rompió la rutina de perder o empatar en las alturas de La Paz, y dio aviso importante de lo que podría ser su campaña hacia Brasil 2014. El soroche, en últimas, fue para los bolivianos, cuya situación se complicó tras la derrota. Una eliminatoria abierta, en la que nadie se puede sentir a salvo.
(rufinoa42@hotmail.com)
(Fotos: archivo particular e Internet)
El estéril debate sobre Teófilo y Falcao quedó atrás. La dupla Álvarez-Comesaña (A-C) se salió con la suya. Si todo fue lo calculado, perfecto. Si no, también. El barranquillero cumplió su tarea de “tenencia del balón” e hizo el pase gol para Dorlan Pabón. A su vez, el samario entró en el momento preciso y se encargó de rematar la triunfal faena. El toro estaba domado. Los críticos de las determinaciones técnicas se quedaron viendo un chispero, sin palabras. El resultado de la Operación Altura fue exitoso.
Existe, desde luego, espacio para la opinión pluralista. No todas las cosas fueron impecables. Algunos jugadores sintieron los efectos de la altura (3.577 metros sobre el nivel del mar) más que otros. También se notaron diferencias en la condición técnica. Pero el balance general colma las expectativas y se rinde ante la contundencia de los tres puntos. Colombia izó la bandera en el picacho del Siles Suazo, por primera vez en la historia de las clasificaciones mundialistas.
Cuando Leonel y su asesor-asistente tomaron la decisión de meter a Teófilo y no a Falcao desde el comienzo, se encendió la polémica en el país y varios de los principales medios la acogieron con delirante entusiasmo, sin duda convencidos de que se encontraban ante un filón inestimable en materia periodística. O lo que se entiende por eso en ciertos sectores, casi sobre el filo de la corriente amarillista.
Se pretendió crear una tormenta y fomentar celos entre dos de los mejores delanteros de Colombia en los últimos años. En vano, desde luego, porque a la postre se demostró que por lo menos hacia el exterior se cuidan de guardar la forma y la compostura. Si bien puede ser inevitable que el aguijón humano toque las fibras íntimas, Falcao y Teófilo mantienen las mejores relaciones y se respetan como amigos y compatriotas.
Colombia elaboró el camino hacia la victoria con paciencia y dedicación. Ahorró energías, no hizo desgaste inútil y aceleró cuando lo consideró necesario. De esa manera, tras el empate sin goles del primer tiempo, pudo tomar ventaja y reponerse a tiempo cuando Bolivia parecía restablecer el orden y respirar con un empate. La jugada maestra salió del banco, y, como ocurre con los toros de lidia después de las banderillas, lances y muletazos, provocó el feliz desenlace.
De cal y arena
Las positivas: el esfuerzo colectivo, la determinación de cada jugador, el empeño por sobreponerse ante las condiciones que plantea la agonía del oxígeno, y la inteligencia para moverse sin caer en el derroche excesivo y agotador, salvo por necesidad invencible.
Las negativas: escasas; el desnivel técnico de algunos jugadores. Unos llegaron sin distancia, como Diego Chará, y otros todavía no logran recuperar su ritmo dinámico habitual, caso de Abel Aguilar.
El saldo: favorable. Al sopesar las notas de cal y arena, el haber se impone sobre el debe, al menos desde la perspectiva del analista desprevenido. Colombia toma impulso desde el comienzo y esa circunstancia la pone en tierra derecha, a la espera de los nuevos y más exigentes retos.
Por líneas, la defensa sacó buena nota. Los apuros por la zona de Pablo Armero siempre fueron subsanados con oportunos relevos.
Antes del partido también se cumplió una tarea apropiada. La preparación en Bogotá fue meticulosa y sirvió para acomodarse a las alturas dentro de lo posible.
El médico del equipo, Carlos Ulloa, se anticipó al contingente y realizó el estudio correspondiente sobre la alimentación y otros aspectos básicos para contrarrestar posibles efectos negativos en la víspera y dentro de las horas previas al juego.
Nada, en consecuencia, se dejó en el aire. La improvisación fue desterrada. De ahí el saldo favorable de la aventura paceña.
Tres de tres
Para Leonel Álvarez y sus compañeros de cuerpo técnico no sólo es la conquista notable de los tres primeros puntos de la eliminatoria, sino la continuidad de la racha triunfal que los arropa desde cuando el ex centrocampista sucedió en el banco a su menor y paisano Hernán Darío Bolillo Gómez.
Los dos encuentros en Estados Unidos, con victorias sobre Honduras y Jamaica, siempre por 2-0, sirvieron de base para tomar carrera y llegar a La Paz con varias horas de vuelo en el campo de la competencia.
Primero estuvo Leonel sin asistencia. Más tarde llegó Julio Avelino Comesaña, hombre de experiencia, para enrolarse en el grupo y propiciar el mejor ambiente hacia el logro de los objetivos propuestos.
Hasta el momento, Colombia, en la etapa de la llave A-C, ha convocado a 28 jugadores, cuya lista, con número de actuaciones en plan de abridores o de relevos, es la siguiente:
Arqueros: David Ospina (3), Luís Martínez, Breitner Castillo y Robinson Zapata.
Defensas: Aquivaldo Mosquera (3), Luís Amaranto Perea (3), Cristian Zapata, Pablo Armero (3), Camilo Zúñiga (3), Mario A. Yepes, Juan Guillermo Cuadrado (1), Juan David Valencia y Alexis Henríquez.
Mediocampistas: Cristian Marrugo (2), Fredy Guarín (3), Carlos Sánchez (3), Gustavo Bolívar (2), Abel Aguilar (1), James Rodríguez (1), Diego Chará (1) y Dorlan Pabón (1).
Atacantes: Hugo Rodallega (2), Adrián Ramos (1), Teófilo Gutiérrez (3), Falcao García (2), Jackson Martínez (2), Dayro Moreno (3) y Giovanni Moreno.
Sin actuar: Luís Martínez, Breitner Castillo y Robinson Zapata, porteros; Mario A. Yepes, Juan David Valencia, Cristian Zapata y Alexis Henríquez, defensas.
Dos victorias en amistosos y una en eliminatoria, 6 goles a favor y 1 en contra, para 9 de 9 puntos factibles dejan una marca impecable por ahora. La cuenta de los artilleros es encabezada por Teófilo Gutiérrez, quien acumula tres goles, mientras que en la escolta, uno cada uno, figuran Jackson Martínez, Radamel Falcao García y Dorlan Pabón.
Lo que viene
Los jugadores volvieron a sus equipos tanto en el país como en el exterior (Argentina, Estados Unidos, México y Europa), a la espera de la nueva convocatoria que debe producirse a comienzos de noviembre.
Los dos próximos encuentros se llevarán a cabo en el estadio Metropolitano Roberto Flaco Meléndez de Barranquilla, el 11 y el 15 de noviembre. De esa manera quedará cerrado el ciclo de la eliminatoria fijado para el presente año.
El primer partido en casa será contra Venezuela, en la tarde del viernes 11, y el segundo, ante Argentina, el martes 15.
Los patriotas del llamado Bravo Pueblo vienen de caer ante Ecuador 2-0 en Quito y de superar a la Argentina 1-0 en Puerto de la Cruz. Bajo la dirección de Ernesto Farías, presentan un equipo en franca evolución tras el brillante desempeño de la Copa América.
El triunfo sobre Argentina dejó atrás una historia negativa frente al país de Lionel Messi, en medio del delirio de su afición que vive una etapa de auténtico romance con la escuadra vinotinto. “Desde niño soñaba con este momento”, declaró a los medios de su país, eufórico, el técnico Farías.
Eran nada menos que 18 derrotas consecutivas a manos de los gauchos, desde 1967, cuatro por Copa América, 11 de eliminatorias y 4 en amistosos. Casi siempre por amplio margen. Todavía debe resonar el 11-0 de 1975, por la Copa continental. En consecuencia, sobran razones para celebrar.
Farías ha dispuesto un plantel que combina experiencia con juventud, talento y fortaleza física. Venezuela se las trae con un cuadro competitivo que pretende dejar huella y meterse de lleno en la lucha por su primer mundial.
En las últimas dos eliminatorias, Venezuela tiene ventaja sobre Colombia al cabo de los cuatro encuentros de rigor. Para Alemania 06 se impuso 1-0 en Barranquilla y empató en casa 0-0, y hacia Sudáfrica 2010, cayó en Bogotá 1-0 y ganó 2-0 en Puerto Ordaz. El centrocampista Juan Arango se apunta dos de los tres goles del vecino país. El otro fue de Nicolás Fedor. Ambos actúan en el 2011.
El juego, por lo tanto, se ha ido elevando a la categoría de clásico regional, así haya quienes pretendan negarlo por estar convencidos de una presunta superioridad técnica de Colombia. De ahí la expectativa que ahora despierta entre los aficionados de ambas divisas.
Creemos que si somos estrictos, libres de prejuicios, Venezuela y Colombia se pueden considerar rivales directos para la lucha por los cupos mundialistas de Brasil 2014. Por ello, el encuentro del 11 de noviembre encierra la mayor importancia, sobre todo para el conjunto tricolor que vuelve a la cancha que lo ha visto clasificar para tres mundiales.
Leonel Álvarez dijo, después del triunfo en La Paz, que esos tres puntos tienen que recibir confirmación en Barranquilla, durante los compromisos ante Venezuela y Argentina. Su contraparte, Ernesto Farías, comentó otro tanto tras la sonora victoria sobre los argentinos.
En cuanto a la historia reciente con Argentina, Colombia se apunta una victoria contra un empate y dos derrotas. Para Alemania 06 igualó 1-1 y perdió 1-0, mientras que en la ruta sudafricana 2010 ganó 2-1 y cayó 1-0.
El objetivo de terminar el año con un mínimo de siete puntos ya superó la primera escala, y se espera que en la capital del Atlántico el calor y el buen fútbol permitan subirlo al máximo. Nueve de nueve ya no es una simple ilusión de verano.
Desde ya se especula con un esquema de alta proyección ofensiva, en la que la dupla de Falcao y Teófilo Gutiérrez podría jugar papel decisivo. Sueltos o en sociedad son dinamita pura.
Se estima que el mes de que dispone el cuerpo técnico antes de esos dos encuentros, será apenas tiempo justo para seguir de cerca a los jugadores y hacer los ajustes que crea conveniente, según la evolución de cada cual.
El trajín con sus equipos deberá servir para que aquellos que estuvieron por debajo de sus habituales capacidades, retomen la forma y consoliden la capacidad del equipo tricolor.
De los nuevos en la plaza, el juvenil centrocampista James Rodríguez tumbó la estantería con un enorme despliegue de talento y dinámica de juego. Tampoco se quedó atrás Dorlan Pabón, autor del primer gol y partícipe activo de otras acciones ofensivas. Tuvieron un estreno sobresaliente.
No hay cenicienta
Tal como se avizoró desde la pasada Copa América en canchas argentinas, las dos primeras rondas de la eliminatoria dejaron en claro que el tiempo de las cenicientas pasó al olvido.
Se puede pensar que Bolivia, ya abrumado por dos derrotas, podría entrar en esa categoría mítica del desconsuelo, pero todavía es temprano para vaticinar fracasos.
Salir indemne de La Paz, como lo hizo Colombia, no será tarea fácil y entonces habrá que esperar el desarrollo de la competencia. Serán 16 fechas y 72 partidos en la lucha por cuatro cupos directos y uno vía repesca.
La ausencia de Brasil, eximido por su calidad de país sede, dejó abiertas las opciones, aunque la mayoría de los críticos insiste en poner a Uruguay y a la Argentina dentro del plano de los fijos, caso en el cual las oportunidades se verían reducidas a 2.5 casillas. Desde luego, eso está por verse.
Hasta hoy el único imbatido, con dos juegos, es Uruguay. Colombia y Ecuador siguen en lista aunque apenas suman un partido cada uno.
Argentina tuvo un comienzo fulgurante tras golear a Chile en Buenos Aires, pero se vio frenada bruscamente en Puerto la Cruz por el fogoso equipo vinotinto.
Paraguay, que hace cuatro años era uno de los gallos finos del torneo, acusa el desgaste y parece haber llegado al límite de su fuerza. El nuevo técnico, Francisco Chiqui Arce, trata de enderezar el camino como sucesor del argentino Gerardo Tata Martino, quien dejó libre el banco al concluir la Copa América. Por ahora marca un empate y una derrota.
Perú fue de los que elevaron la voz en la primera fecha, con una actuación excepcional ante el conjunto guaraní. Sin embargo, no pudo repetir su brillante juego frente al combinado de Chile que venía de ser goleado y encontró la senda para un vigoroso repunte.
Ecuador dio cuenta de Venezuela y aprovechó su fecha de descanso (por la ausencia de Brasil) para entrenar en los Estados Unidos. El colombiano Reynaldo Rueda se decidió por varios recambios al lado de consagrados valores como Luís Antonio Valencia, Christian Benítez y Walter Ayoví, y advierte que, por lo menos en Quito, será difícil bajarle el moño.
Los analistas elaboran sus cuentas y consideran para el número mágico para clasificar podría estar en los 25 puntos. Ello quiere decir que los aspirantes deberán esforzarse por hacer respetar el patio para disponer de una sólida base. Ganar en casa y arañar puntos por fuera conforman la premisa.
Jugados los primeros 8 encuentros, sólo Colombia (3) y Uruguay (1) han obtenido puntos como visitantes. Ha imperado el dominio en la parroquia.
Tiros cortos
*Bastó la derrota en Venezuela para reciclar los problemas de Lionel Messi por su accionar en la selección. Sus compatriotas quieren verlo siempre dentro del nivel de rendimiento que muestra en Barcelona, y eso parece ser misión imposible. Argentina no cuenta con el equivalente de Xavi Hernández, el socio formidable que hace posible en buena parte las maravillas de Messi en el cuadro catalán. En Puerto Ordaz le cerraron el camino. Claro que sería una torpeza de primer rango si alguien se come el cuento de que siempre se verá la misma película. El zurdo rosarino siempre parece llevar un as bajo la manga.
*Sobre el mismo Messi, hay un dato revelador frente a sus andanzas en el fútbol ibérico. Hace poco igualó una mítica marca del húngaro-hispano Ladislao Kubala como segundo mejor artillero en las filas del Barcelona, tras completar 194 anotaciones. Suele ocurrir que en este tipo de registros, pocas veces se hace diferencia de épocas o se toma en cuenta el número de partidos de cada jugador. Messi alcanzó la cifra, pero mientras Kubala hizo su tarea en 186 encuentros, el prolífico delantero argentino tuvo que jugar 279. Una ganga de 93 partidos, nada despreciable en el sentido de las oportunidades. Desde luego, a sus seguidores poco les importa ese pequeño detalle. El máximo conteo histórico del club catalán (1) está en poder del español César Rodríguez Álvarez, quien llegó a 235 en 348 encuentros y 17 temporadas (1939-1955).
*Le ha tocado duro al técnico venezolano Richard Páez para consolidarse en el banco de Millonarios. No por la dirigencia que lo respalda abiertamente, sino por los embates de un sector de los seguidores albiazules que todavía añoran los tiempos de Mario Vanemerack, y creen que Páez no tiene ni idea del oficio. Bueno, por ahora, el “doctor” les gana la partida. Bajo su mando, el equipo se encuentra entre los ocho del segundo torneo del año y es finalista de la Copa Postobón, que otorga un cupo para la Copa Suramericana 2012. Ahí va.
*Hace cuatro años, en Río de Janeiro, Colombia ocupó el sexto lugar de los Juegos Panamericanos, con 14 medallas de oro, 20 de plata y 13 de bronce, detrás de México (5), Canadá (4), Brasil (3), Cuba (2) y Estados Unidos (1). Esta vez, en Guadalajara, con 286 especialistas de diversas disciplinas, algunas de prestigio internacional como el patinaje, levantamiento de pesas, judo, lucha, tiro con arco, ciclismo y atletismo, pone la mira un poco más arriba. Sin embargo, en principio sólo se habla de mantener la misma casilla. México y Venezuela emergerían como rivales directos ante tales pretensiones. Los Juegos continentales serán una muestra valiosa de lo puede ocurrir durante los Olímpicos del 2012 en Londres. Un laboratorio para medir opciones de medalla.
(1) Estadísticas del Barcelona FC.