Se está tejiendo una maraña, que difícilmente podrá despejarse para encontrar la verdad en el caso de los Nule. Por todas partes se ven los estragos que ocasionan a las finanzas públicas los multimillonarios contratos que se les han otorgado a estos señores a lo largo y ancho del país, pero arrecian pequeños reverberos que esconden la gran candelada.
Han aparecido, hasta ahora, el Contralor de Bogotá y el ex parlamentario Germán Olano, como principales responsables, a los que como arandelas, les cuelgan a un abogado que “capturan” en el Aeropuerto Eldorado, cuando salía para los Estados Unidos, pese a que había anunciado su viaje y pedido cambio de fecha para su aparición ante la justicia. Luego la ex directora del Idu, pasa a los estrados judiciales, mientras un alto funcionario de la Contraloría, mediante episodio que dio la impresión de acto sobreactuado, renuncia, por ética.
En forma sincronizada con el enredo, los “turistas”, desde el exilio dorado, hacen desplazar jueces e investigadores hacia los Estados Unidos a recibirles las declaraciones, y en otras ocasiones, se despliegan las nuevas tecnologías, para, exponer sus coartadas.
La maraña y el enredo, nos ponen a elucubrar sobre las ingentes cantidades de dinero que salieron de nuestros bolsillos y llegaron a otras arcas que los han aprovechado al máximo, para adquirir aviones y colosales comodidades y lujos de los contratistas de gran cantidad de contratos que Colombia, en su historia, ha adjudicado.
A juzgar por las declaraciones y pruebas de los acusadores, suministradas a través de las redes sociales y de los funcionarios que se han desplazado hacia los Estados Unidos, no hay nada contundente. Hasta ahora es, “su palabra contra la mía”.
Bien lo advirtió otro contratista, al que llamó la justicia: “los buenos son lo que se fueron del país y los malos los que nos quedamos cumpliendo con nuestros contratos”. Contundente respuesta, pues si miramos bien, por todas partes del país, y desde hace tiempo, los Nule han incumplido los extraordinarios contratos que el anterior gobierno les adjudicó. Carreteras, obras públicas diversas y demás, se encuentran inconclusas en esta patria, pero todo se ha enfocado en Bogotá. El resto se eclipsa con la maraña. El castigo debe ser ejemplar e implacable para los culpables, pero… ¿a quién estará favoreciendo la justicia?
gabrielortiz10@hotmail.com
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