Por Antonio Andraus Burgos
Camino al Juego de las Estrellas, ya se habla de novenas decididas a cambiar y de clubes que se han quedado por fuera para la postemporada del presente año.
El Juego de Estrellas se efectuará el martes 12 de julio en el Petco Field, de San Diego, la casa de los Padres, y el viernes 15, se reanudará la temporada del beisbol de las Grandes Ligas. Pero cuando eso suceda, ya todos los clubes habrán superando la barrera de los 81 partidos, es decir, por encima de la mitad del calendario oficial de juegos.
Pero desde ahora hay cábalas, comentarios, sugerencias y posibilidades más que ciertas, para que muchos de los equipos empiecen a mirar más allá de la postemporada de este 2016, analizando el material humano con que cuentan en sus nóminas y las posibilidades de canjear, cambiar o vender los contratos de sus jugadores a los clubes que, con los números a su favor, consideren que deben tener apoyo en determinadas posiciones.
En otras palabras, escuchar ofertas y proceder de conformidad a cambiar peloteros que tienen mucho que ofrecer para apoyar las aspiraciones de esos equipos, con miras a la final de la campaña, hacen parte del negocio, del juego en sí, y de las propias maniobras deportivas que permiten tanto los cánones deportivos como el propio deporte, para bien de los aficionados.
El año pasado, los Azulejos de Toronto acertaron de manera impresionante, al conseguir los servicios del lanzador zurdo David Price, del guardabosques Ben Revere y del torpedero, Troy Tulowitzki, piezas fundamentales en lo que fue la recta final, hasta llegar a la disputa del titulo de la Liga Americana, frente a los Reales de Kansas City, siendo estos últimos, los ganadores de la la corona del circuito y de la Serie Mundial. En otras ocasiones, vale la pena señalarlo en estos momentos, las cosas no resultan con los beneficios y las aspiraciones esperados.
Mirada anticipada
Siempre hemos sostenido, en más de cinco décadas de estar dedicados a escribir de estas cosas del béisbol, que la sentencia de que hay que ganar hoy, porque mañana será otro día, es un axioma indiscutible y echa por tierra cualquiera otra consideración, cuando se trata del juego del béisbol.
Con una mirada anticipada a los acontecimientos de esta campaña que está a mitad de recorrido, bien vale la pena señalar que ya de primera mano, hay 10 equipos de los 30 participantes, que aun cuando matemáticamente no están eliminados, deportivamente han cedido demasiado espacio a sus contrincantes, y sus posibilidades de recuperar el terreno perdido, es poco factible.
Por ejemplo, en la Liga Nacional hacen parte de la baraja de descartables para lo que corresponde a la postemporada de este año, a los Bravos de Atlanta, los Rojos de Cincinnati, los Padres de San Diego, los Filis de Filadelfia, los Cascabeles de Arizona y los Cerveceros de Milwaukee. Y en la Liga Americana, a los Atléticos de Oakland, los Rayas de Tampa, los Mellizos de Minnesota y los Angelinos de California.
Los Cascabeles, en la Liga Nacional, y los Angelinos, en la Americana, estaban seleccionados para mejores cosas en la contienda de sus respectivos circuitos, pero a estas alturas, no hay formas de presagiar que el camino para las dos divisas tengan color de rosas.
Dejemos por el momento a un lado lo que se pueda presentar con los Yanquis de Nueva York y los Medias Blancas de Chicago, en la Americana, porque ambos clubes luchan denodadamente en pos de volver a competir mano a mano con sus rivales de liga y de campaña. Los dos no están en las condiciones que muchos esperaban hasta la fecha de esta nota, pero a lo mejor, las cosas les puede sonreír a dichos equipos y a la inmensa afición que los sigue.
Tanto los Yanquis como los Medias Blancas jamás ocuparon los puestos de vanguardia como favoritos en la liga, pero se les daba la opción de batallar hasta el último momento, dada la calidad de sus planteles, pero por lo visto hasta este final de junio, los clubes han quedado relegados a posiciones secundarias por múltiples factores deportivos y extra deportivos.
Ventajas sin seguro
Al cierre de junio, los 10 equipos que están con ventaja para ir a la postemporada de este año, no tienen nada asegurado y pese a que se proyectan con las mejores opciones para disputar los títulos de cada liga, ninguno de ellos tiene el pasaporte refrendado para ir a esa instancia. El boleto a ganador todavía está lejos de conseguirse.
Los Orioles de Baltimore, los Indios de Cleveland, los Vigilantes de Texas, son los equipos adueñados del primer lugar en sus respectivas divisiones de la Liga Americana, mientras que los Medias Rojas de Boston y los Reales de Kansas City, tal como están las cosas a 30 de junio, tendrían que disputar el juego ‘’de la vida o la muerte’’, para ingresar a la ronda de la postemporada.
En cuanto a la Liga Nacional, los Nacionales de Washington, los Cachorros de Chicago y los Gigantes de San Francisco, acaparan la primera posición de sus zonas, en tanto que los Dodgers de Los Ángeles y los Mets de Nueva York jugarían el ‘’partido de infarto’’ para decidir el cuarto participante de la pos.
No hay nada malo en eso. Lo malo es que una cosa es lo que se está considerando en estos momentos, por la indiscutible tabla de posiciones y las actuaciones de las novenas, y otra, es que las cosas puedan cambiar sustancialmente de aquí a la hora de recoger los bates de la temporada regular.
Muchos cambios
Sin todavía llegar al cierre oficial de los cambios directos, que es el venidero 31 de julio, ya se especula sobre cambios y más cambios entre las novenas, unas para ceder a peloteros que le son costosos y que con o sin ellos, no tienen muchas esperanzas de clasificar a la ronda de los grandes, y otras, porque están pensando en una renovación de su material humano, para mirar el futuro en un par de campañas venideras.
Los Filis que empezaron muy bien y que cuentan con un puñado de novatos peloteros que pueden brillar con luz propia a vuelta de temporada — casos Jeanmar Gómez y Maikel Franco —, estarían dispuestos para ceder a veteranos jugadores que pueden rendir mucho en otra divisa, a cambio de otros prospectos que llegarían a sus toldas, como el panameño Carlos Ruiz, Ryan Howard y el venezolano Andrés Blanco.
Lo mismo podría ocurrir con los Rayas, que cuentan con dos o tres lanzadores de calidad para salir del grupo; de los Rojos, los Cerveceros y los Padres, todos están disponibles, como dice el adagio popular; los Atléticos, cuentan como casi siempre con buen material a la hora de pensar en cambios: Jed Lowrie, Coco Crisp, Josh Reddick, el cubano Yonker Alonso, Sonny Gray; los Mellizos, al lanzador dominicano Ervin Santana, Ricky Nolasco, Brian Dozier, Kurt Suzuki, Trevor Plouffe, el coreano Byung Ho Park y el dominicano Eduardo Núñez; y los Bravos, a Freddie Freeman, Adonis García y Nick Markakis, para apenas citar algunas novenas que entrarían al mercado de cambios con potenciales jugadores de calidad que podrían interesar a novenas competitivas; pero no vemos por el momento con meridiana claridad que los Cascabeles de Arizona y los Yanquis de Nueva York, o los propios Medias Blancas de Chicago, entreguen sus banderas, hasta cuando realmente sus propias fuerzas no los derroten.
Algunas consideraciones
Piensen por un momento que los Yanquis entren en la bolsa de cambios, y de su nómina salgan Brett Gardner, Carlos Beltrán, Brian McCann, Mark Teixeira, y los relevistas zurdos Andrew Miller y el ‘’lanzamisiles’’ cubano, Aroldis Chapman, quienes son en esencia peloteros valiosos para otros equipos estando sin posibilidades el equipo de llegar a la ronda de los grandes, fácilmente pueden ser canjeados a novenas que pueden aspirar a la postemporada y necesitan de sus servicios.
Nosotros no nos atrevemos a decir en estos momentos, si los Yanquis están pensando o no en esas opciones, porque todavía tienen matemáticamente muchas posibilidades, si es que pueden adquirir a par de lanzadores abridores que es por donde se nota la poca capacidad del club, antes de que llegue la hora final de los cambios. Muchos saltarán de la silla diciendo que también los Mulos del Bronx han perdido su bateo oportuno, lo cual les ha permitido perder desafíos en momentos cruciales, pero eso se puede recuperar. Y si a ello le agregamos que las lesiones han sido pan de cada día para la nómina, pues para la novena no hay nada definido por el momento.
Ni que decir de los Medias Blancas en donde peloteros como el dominicano Melky Cabrera, el venezolano Avisail García, Adam Eaton, Justin Morneau, B.J. Shuck, David Robertson, Carlos Rodón, el zurdo colombiano José Quintana, y hasta el propio astro de las serpentinas, Chris Sale, pueden ser muy útiles en otro equipo que esté encaminado a jugar la postemporada.
Así las cosas, digamos que cualquier movimiento por mínimo que sea, será interesante tanto para el club que ceda sus peloteros como para el que los adquiera, pensando especialmente en la estabilidad económica, vendiendo esos activos, y en las aspiraciones inmediatas, y lo que les representa cada una de esas nuevas unidades camino a la postemporada.