En Colombia hemos asistido a toda suerte de desafueros, sin que nadie se apiade de inocentes víctimas, que son obligadas a actuar por irresponsables “manejadores”, mientras la opinión pública actúa, como indolente observadora.
Es lamentable lo ocurrido con Leonel Álvarez, un joven que le dio gloria a Colombia, cuando jugó con nuestra selección, cuando clasificábamos a los mundiales. Una pésima jugada que hizo el “Bolillo” Gómez dentro de un bar del centro de Bogotá, hizo que hubiera necesidad de cambiar al técnico de nuestra Selección. No estábamos tan bien, cuando este hecho se produjo, porque según los entendidos al paso que íbamos, no llegaríamos a ningún Brasil.
El país entero se pronunció contra el atropello a la dama, la defendió y pidió la destitución del camorrero. El propio Presidente Santos, dijo: “no va más”… y así sucedió.
Las directivas del futbol, quisieron obstaculizar la decisión que era apenas lógica. Se hizo hasta lo imposible para mantener la “rosca” Maturana-Bolillo, que nos alejaba una vez más del Mundial.
Después de muchas discusiones, consultas, encuestas y demás opiniones y asesoramientos, se llegó a considerar que debíamos contratar un técnico extranjero, pero se quería mantener la fórmula nacional, que había demostrado su incapacidad. Fue allí cuando surgió la tesis de encargar a Álvarez.
Casi todo el mundo, consideraba que aún no tenía la experiencia para ello, pero los intocables dirigentes del futbol, insistieron, y le entregaron el “clavo ardiente” al novel entrenador.
Hasta Maturana le sacó el cuerpo y reiteró la falta de pericia de Leonel. Inmisericordemente le sacaron el cuerpo, ¡lo dejaron solo! A nadie, se le puede exigir que en la primera aparición determine una clasificación tan lejana, pero a Álvarez, lo dejaron en medio de los leones. Lo cremaron en vida y a nadie parece importarle que una joven figura, que podría haber llegado lejos, esté condenada al fracaso. Eso no se hace, eso es una ruindad, que le cuelga deshonra y humillación a quien tanta gloria nos ha dado. Hay que defenderlo y cobrársela a los verdaderos culpables. ¿Por qué cremar vivo al inocente?
BLANCO: La designación de dos jóvenes líderes. Simón Gaviria para la Dirección Liberal y Gustavo Gómez, para la dirección de Caracol Televisión. Se merecen los éxitos que proyectarán.
NEGRO: La campaña contra la Fiscal. Otra afrenta contra la mujer y su independencia para tomar decisiones.
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