¡La cara y el sello de los estrategas!

En el béisbol, todo lo que sucede hace parte del juego. Los estrategas son, en cierta manera, los que pagan los  “platos rotos” cuando las cosas no funcionan. Despedidos los dos Joes: Girardi y Maddon.

Joe Girardi. (Imagen: archivo particular-VBM).

Nadie se acuerda por esto días, de que Whitey Herzog era el gran favorito para ganar la Serie Mundial de 1987, con sus encopetados Cardenales de San Luis, campeones de la Liga Nacional, frente a los pocos cotizados del momento, los Mellizos de Minnesota, ganadores de la Liga Americana, dirigidos por Tom Kelly; pero todos citan que Joe Girardi ha sido despedido porque sus Filis de Filadelfia, de la noche a la mañana, no pudieron volver a ganar cuando él estaba al mando de la novena.

De pronto, como por arte de magia, sacando conejos del cubilete, los Filis empezaron a ganar y ganar, hasta volverse a convertir en el club que, desde el comienzo de la actual temporada, estaba señalado por los críticos como uno de los más fuertes del circuito y de su división, la Este en la liga.

Todo ocurrió de repente, de la mano de Rob Thomson, quien fungía como asistente técnico de la banca del club y pasó a dirigir a la divisa, cuando Girardi fue removido de su cargo como el estratega general. Y los Filis se dieron banquete triunfando en nueve partidos de manera consecutiva, animando a sus seguidores y volviendo a colocarse en plan de grandes en su división. Y así se han mantenido en sus últimas presentaciones, para satisfacción de sus seguidores y del propio juego, y de la temporada de la Gran Carpa.

¿Y qué pasó?

Que nos lo expliquen cómo puede suceder eso en un abrir y cerrar de ojos, lo hemos pedido públicamente, y por ahora, ningún estratega ni crítico, nos ha dado respuesta alguna, pero hubo un boletín de prensa de la organización. Y miren lo que dice.

“Ha sido una temporada frustrante para nosotros hasta este punto, dado que sentimos que nuestro equipo no ha jugado a la altura de sus capacidades”, señaló el presidente de operaciones deportivas de los Filis, Dave Dombrowski, en un comunicado.

“Si bien todos compartimos la responsabilidad por las deficiencias, sentí que era necesario un cambio y que una nueva voz nos dará una mejor oportunidad de cambiar las cosas”, agregó el ejecutivo.

Y puntualizó que “creo que tenemos un grupo talentoso que puede volver a encarrilarse, y confío en que Rob, con su experiencia y familiaridad con nuestro equipo, es el hombre adecuado para guiarnos de aquí en adelante”.

Para nosotros hasta este momento, le han salido bien las cosas tanto a Dombrowski como a Thomson, porque los Filis están dando la cara con una fortaleza de juego que hace dos semanas, nadie percibía y porque sobre los diamantes, dejaban mucho que desear.

Girardi, un ganador en las estrategias de las Grandes Ligas y todo un veterano, dejó la riendas del equipo cuando concluía mayo con marca de apenas 22 triunfos y 29 derrotas; y ahora, dos semanas más tarde, los Filis muestran una tarjeta de 32 victorias y 31 reveses.

Experiencia acumulada

Herzog, con toda la experiencia que tenia acumulada, perdió la Serie Mundial con los Cardenales en 1987, y Kelly, un novato por esos años en plan de dirigente, se llevó los aplausos con los Mellizos y con la formidable actuación del zurdo, Frank Viola, el Jugador Más Valioso en ese clásico de Otoño.

Alguna vez Kelly recordó que en el béisbol “uno a veces se equivoca en las decisiones y en muchos ocasiones ya es tarde para evitar el error”; y después, como lo señala una nota en uno de los libros de La Historia de las Series Mundiales, del afamado periodista venezolano Juan Vené, Tom precisó, con pelos y señales, uno de sus yerros en esa Cita de Octubre.

Kelly decidió utilizar los servicios del novato venezolano Lester Straker para el tercer juego, luego de las dos victorias en el Metrodome de Minnesota, el ensordecedor parque de pelota en donde la novena, con un apoyo irrestricto de sus seguidores ese año, fue inexpugnable, consiguiendo 56 triunfos ante 25 derrotas, de los 81 desafíos jugados.

Straker estuvo intransitable esa tarde, permitiendo apenas 4 indiscutibles en seis episodios, sin carreras y ganando el juego 1 por 0, con 71 lanzamientos efectuados. Pero Kelly decidió, inexplicablemente, removerlo de la lomita de los suspiros.

Y citamos, textualmente, del Tomo II de los libros de Vené, página 292: “Por supuesto que era satisfactoria la labor de Straker”, dijo después Kelly, “pero como es un novato, pensé que debía asegurar los nueve outs finales con brazos experimentados. Me falló. Es mi culpa”.

Ese juego lo perdieron los Mellizos y Kelly, 3 carreras por 1 ante los Cardenales en San Luis. Sin embargo, ganaron la Serie Mundial con 4 victorias — todas en el Metrodome — y 3 derrotas, todas en San Luis.

Kelly siguió al mando de los “Gemelos” hasta el 2001, cuando se retiró, y conquistó otro Clásico de Octubre, el de 1991, pero terminó con numeritos de dirigente-perdedor y no como ganador, pues obtuvo 1.140 triunfos frente a 1.244 derrotas en 16 años al frente de la novena.

La marca de Girardi

Joe Girardi, un experimentado estratega de las Grandes Ligas, con 14 años en los mandos de los Marlins de la Florida, los Yanquis de Nueva York —con cuya divisa ganó la Serie Mundial de 2009—, y los Filis, sigue siendo un ganador como capataz.

Girardi acumula 1.382 triunfos ante 1.216 derrotas, incluyendo la negativa marca de 22 victorias ante 29 reveses de ese año con Filadelfia. Y con los Filis, en el 2020 con la recortada temporada de 60 partidos, tuvo marca de 28-32; en el 2021, mejoró ostensiblemente, con registro de 82-80 y se proyectó que este año podría superar esas estadísticas de la pasada campaña, pero no fue así.

Cuando llegaron Kyle Schwarber y Nick Castellanos para reforzar la nómina de este año de los Filis, se pensó, y así lo escribimos en su debida oportunidad, que la novena podría tener un año ganador y clasificarse para la postemporada, porque en la nómina cuenta además con hombres como Bryce Harper, J.T. Realmuto, el venezolano Odubel Herrera y el torpedero holandés Didi Gregorius, y un cuerpo serpentinero con Zack Wheeler y Aaron Nola, a la cabeza.

Joe fue despedido de los Filis y explicaciones válidas, ciertas, técnicas, no aparecen en el firmamento. A lo mejor, faltó una comunicación más fluida con la ‘tropa’, pudo hacer parte de la poca capacidad de respuesta y de entendimiento de los integrantes de la novena con Girardi al frente. Porque como dicen muchos, errores garrafales sobre el terreno de juego, no se detectaron.

Con Thomson los Filis juegan diferente y su fisonomía sobre el terreno ha cambiado sustancialmente. Si se mantienen al ritmo que han tomado luego de la salida de Girardi, no se llamen a engaño, pueden ser los rivales a derrotar en lo que resta de la temporada de la Liga Nacional.

También Maddon

Joe Maddon. (Imagen: Marca-VBM).

El sensacional japonés Shohei Ohtani, el formidable Mike Trout, la capacidad de juego de Anthony Rendón y la llegada del veloz derecho Noah Syndergaard, no cambiaron mucho el patrón de juego de los Angelinos de California, para mantenerse con más derrotas — 35 — que triunfos —29 —, hasta el momento de escribir estas líneas, y alguien tenía que pagar los ‘platos rotos’.

Y los pagó el veterano capataz Joe Maddon, el mismo que en el 2016 consiguió romper el ayuno de más de un siglo de no conquistar la Serie Mundial con los Cachorros de Chicago, y quien por muchas razones, es un prestigioso hombre del béisbol.

Una docena seguida de reveses sacaron del mando a Maddon en los primeros 10 días de este mes de junio, pero los Angelinos siguen con unas de cal y otras de arena, pese a que su nómina, sobre el papel, ofrece buenas proyecciones dentro del juego.

Mandamás en las direcciones técnicas de los Rayas de Tampa, los Cachorros de Chicago y los propios Angelinos, Maddon es un analítico estratega con 19 años de experiencia, que no pudo conseguir la ruta ganadora con California, pese a los esfuerzos de los directivos de la novena y de él mismo como dirigente.

Maddon tiene un buen registro como estratega con 1.382 victorias frente a 1.216 derrotas, en su largo trajinar dentro de la dirigencia del béisbol, y quienes lo conocen de cerca, tienen una opinión favorable con relación a su trabajo y al manejo que le ofrece a sus muchachos. Pero nada le funcionó durante su presencia de más de 4 años con la organización, cuando llegó a reemplazar a Mike Scioscia.

No estamos defendiendo a estos estrategas, porque no serán ni los primeros ni los últimos en que probablemente sean despedidos por Y o X motivo en esta o en cualquiera otra temporada, pero lo que extrañamos es la actitud de la plantilla de los Filis que de un momento a otro se convierte en digno rival, con los mismos peloteros y la misma gente, después de la salida de Joe Girardi; mientras que en medio de los altibajos de siempre, la organización de los Angelinos decide despedir a Joe Maddon, porque el equipo no es ganador, debido a que el rendimiento del puñado de peloteros de la nómina no es la esperada; pero sí sigue el equipo: con mucho sube y baja, pero con pocas posibilidades de ir a la postemporada, que hacia parte del presupuesto para este 2022.

¿Quiénes tienen la culpa de esas situaciones? ¿Sólo los estrategas cargan con la ‘tonelada’ de responsabilidad cuando se pierde? ¿No hay más responsables?

“Pagar los platos rotos” a veces recae en el que menos tiene culpa, porque los responsables, desde luego, se pueden encontrar en otros rincones de los equipos.

Sobre Antonio Andraus

Comentar