El japonés Shohei Ohtani, de los Angelinos, colocó en órbita nuevamente el valor de los cuadrangulares en las Grandes Ligas.
Todos recuerdan los 714 tablazos de circuito completo que durante tantos años permaneció como máximo registro de por vida para un pelotero, y en este caso, para Babe Ruth, el hombre que le dio un excelso valor al jonrón en las Grandes Ligas, cuando ya vestía el uniforme de los Yanquis de Nueva York tras dejar atrás sus actuaciones con los Medias Rojas de Boston.
O los 60 cuadrangulares de Babe que conectó en la temporada de 1927, marca que perduró por más de tres décadas como un envidiable número de tablazos de circuito completo en la Gran Carpa.
Ninguno de esos dos registros, que se consideraban imbatibles por esos años, quedaron para siempre. Por ahora, serán referentes cuando se hable del mejor béisbol del mundo y de la sempiterna figura de Babe Ruth. Pero ambas fueron superadas por el béisbol moderno, ese que viene cambiando de estrategias y de espíritu, con el paso de los años.
Pero tal como ocurrió con “El Bambino” Ruth, iniciándose como lanzador zurdo con los “Pati-Rojos” de Boston, y más tarde convirtiéndose en el gladiador de los bateadores de largo metraje con los Yanquis, para darle el éxtasis con ese batazo de cuatro esquinas que revivió el béisbol después de la I Guerra Mundial, ahora ha aparecido en el escenario Shohei Ohtani, el hombre de la tierra del Sol Naciente, para que todos a una como Fuente Ovejuna, vuelvan las miradas a los batazos de circuito completo.
El verdadero valor
Ohtani, bateador zurdo pero derecho cuando se hace cargo de la lomita de los sustos, le está dando un nuevo valor al famoso “Bambinazo”, sobre todo cuando la competencia se desarrolla en esta campaña, con soberbios peloteros de origen latino que, sin hablar mucho pero haciendo las cosas bien, se mantienen a prudente distancia del nuevo ídolo de los Angelinos de California, para caracterizar aún más el valor de lo que es un jonrón en el béisbol.
Los soñadores en la “pelota caliente” sostienen que el clímax del cuadrangular se vive con pecho extendido y a voz en cuello, cuando el batazo se va para la calle con las bases congestionadas. Esa es una manera de exigencia suprema dentro del béisbol que en pocas ocasiones puede darse.
Lo cierto, lo real, es que el tablazo de cuatro esquinas, por donde se le mire, es la auténtica forma de darle al juego del béisbol la máxima expresión a la ofensiva, sea cuando las bases estén llenas o que simple y llanamente, se conecte con las almohadillas limpias.
¿Qué hay detrás de cada “Bambinazo” -como se le conoce al batazo después de que lo inmortalizara Babe Ruth– para el jugador que alcanza a volarse la cerca? Nada más y nada menos que el reconocimiento explícito, de que se trata de un pelotero de poder, que es puntal a la ofensiva en su novena, aun cuando de vez en cuando, ese tablazo de circuito completo lo despache uno cuyas características no permitan inferir que se trata de un ‘’jonronero de tiempo completo’’.
Fue Hank Aaron, el ébano de Alabama y de los Bravos, el primer hombre que rompió la barrera de los 714 cuadrangulares de por vida de Babe Ruth, y fue Roger Maris, a la sazón luciendo el uniforme de los Yanquis, con sus 61 estacazos de circuito completo en aquella campaña de 1961, el pelotero que sacudió las estadísticas y revolucionó el béisbol de la era moderna con sus sonoros cuadrangulares.
Plena vigencia
El nombre del japonés Shohei Ohtani está de boca en boca, con ese aroma de potente bateador en cada estadio en donde actúa, y con él, los Angelinos han tenido una nueva imagen para la divisa. Lástima sí, que en este 2021, los pupilos de Joe Maddon no estén a la altura de las exigencias de la temporada y lentamente están siendo relegados a posiciones secundarias, confirmándose una vez más que en el béisbol, una golondrina no hace verano.
Hasta la fecha de hoy, 31 de agosto, sin incluir los resultados de la jornada del último día del octavo mes del año, Ohtani se ha volado la cerca en 42 oportunidades, remolcando un gran total de 90 carreras, y lleva además 20 o más bases estafadas, algo en lo que Ruth no era diestro.
Sin embargo, dentro de los 10 mejores bateadores de largo metraje de la temporada, aparecen varios nombres de peloteros latinos que han surgido después de los años 60 dentro del béisbol de la Gran Carpa.
Todo puede cambiar en las próximas 24 horas, y eso es más que cierto. Pero teniendo como base la fecha completa del 30 de agosto de este 2021, miren a dónde estamos en materia de cuadrangulares en la campaña.
Los latinos
El dominicano de los Azulejos de Toronto, Vladimir Guerrero Jr., no se ha dormido un solo instante con el bate sobre sus hombros, pues ya compila 38 estacazos de vuelta completa, y estamos a un mes de que finalice la contienda del calendario regular.
Con la misma cifra, de 38 jonrones, aparece el receptor venezolano de los Reales de Kansas City, Salvador Pérez, quien está que no cree en nadie con el uso del madero en los últimos desafíos, acechando peligrosamente tanto a Vladimir como a Shohei.
Fernando Tatis Jr., el dominicano de los Padres de San Diego, quien ha sido movido de su puesto regular como torpedero para los jardines, está en la tercera casilla con un gran total de 36 “Bambinazos”, mientras que el también dominicano Rafael Devers, el antesalista de los Medias Rojas de Boston, suma 32 batazos de circuito completo.
Pero con 32 tablazos también aparecen Matt Olson el primera base de los Atléticos de Oakland y el segunda base Marcus Semien, de los Azulejos de Toronto.
Con 31 cuadrangulares, están en la lista el antesalista dominicano José Ramírez, de los Indios de Cleveland; el segunda base Brandon Lowe, de los Rayas de Tampa y el torpedero Kyle Seager, de los Marineros de Seattle.
Mera especulación
Matemáticamente hablando, Ohtani no estaría en las posibilidades de despachar 60 cuadrangulares en esta temporada, pero todo puede suceder.
Con promedio de un jonrón en cada 3 partidos, para los 162 juegos del calendario regular, podría volarse la cerca en total entre 48 y 50 veces, dentro de lo que Shohei ha mostrado hasta la fecha.
Eso no significa, ni más faltaba, que lo estemos descalificando en su proyección de ser el gran jonronero de la temporada 2021. Lo que estamos señalando es que por lo que ha hecho hasta el momento, y dada la aplicación de las matemáticas, no estaría dentro del rango de posibilidades de los 60 “Bambinazos”.
Los Angelinos tienen hasta la fecha de ayer 30 de agosto, 132 partidos jugados, lo que se traduce en qué exactamente le hacen falta 30 desafíos para concluir el calendario regular.
La media matemática de Ohtani con los jonrones, como ya lo hemos señalado, es de 1 jonrón cada 3 partidos, lo que significa que en los 30 restantes de los Angelinos, al ritmo que va, podría sumar entre 10 y 12 cuadrangulares. Ni más ni menos. Eso es lo que muestran las proyecciones matemáticas, por el momento.
Otra cosa puede suceder, muy distinto por cierto, de aquí a cuando concluya la campaña, el 3 de octubre venidero, bien porque mejore su promedio de cuadrangulares en los turnos que le hace falta para concluir su participación en la temporada, bien que sea utilizado solo a la ofensiva, desechando por el resto de la campaña su brazo para trabajar desde la lomita de los sustos.
Joe Maddon, creemos nosotros, mantendrá su línea de juego, utilizándolo cuando le corresponda como lanzador abridor y, desde luego, dejándolo en la posición ofensiva que viene ocupando en los venideros desafíos, para que consuma el mayor número de turnos posibles en los juegos, es decir, dentro de los tres primeros bateadores en cada alineación.
¿Lo destronarán?
¿Será el dominicano Vladimir Guerrero Jr. el encargado de destronarlo como jonronero del año? ¿Lo hará el venezolano Salvador Pérez debido a la fuerte reacción ofensiva de largo metraje que ha mostrado en los últimos días? ¿Podría el dominicano Fernando Tatis Jr. más descansado defensivamente hablando, ofrecernos un mayor número de “Bambinazos” en lo que resta de la temporada? ¿Será otro cualquiera de los mejores “vuelacercas” el ganador de la corona de jonronero del año, desalojando a Ohtani a la hora de recoger los bates en la campaña?
Pero hay más interrogantes alrededor de la tabla de estadísticas de los jonroneros. ¿Se podrá superar el registro de 60 cuadrangulares este año?, una marca envidiable por donde se le mire. Difícil será superar los 65 tablazos de circuito completo este año, pero imposible, no lo es. Matemáticamente puede que no lo sea hasta este momento, pero todo hace parte de la mera especulación, porque nadie puede dar por sentado que en los 30 partidos que en promedio le hace falta a cada una de las novenas de las Grandes Ligas, no se pueda superar la media de tablazos de circuito completo que hay hasta el momento.
Todo puede suceder, porque en el béisbol, como en todos los deportes, no hay nada escrito hasta cuándo haya concluido las acciones de cada compromiso.
¡El juego termina cuando termina!, decía el inolvidable e inmortal Yogi Berra.