Álvaro Gómez, enunciaba con sabiduría en reuniones con líderes «hay que hacer política, no elecciones», hoy más que nunca toma vigencia este acervo.
Los pretendientes a ser elegidos a gobernaciones, alcaldías, concejos, y localidades, en muchas ocasiones van de partido en partido a solicitar el aval respectivo, cuando estamos a escasos cinco meses de la elección. Los directorios se han convertido en escenarios de puja, por tan valioso documento, sin evaluar la responsabilidad que recae en el representante legal, quien es, en últimas, la persona autorizada para expedirlo. Esto no ocurriría si los partidos tuvieran una organización seria que formara líderes, con capacitación amplia sobre las regiones, con un inventario de sus necesidades prioritarias, con conocimiento de normas y leyes, con imaginación para proponer proyectos innovadores con miras al mejor desarrollo de los departamentos, municipios y localidades.
Da dolor de patria, encontrar que el 99% de los mandatarios actuales están cuestionados e investigados por contravenir normas y hacer mal manejo de los recursos del Estado, que a la postre son dineros pagados por los contribuyentes.
Los directorios políticos no son más que feudos de parlamentarios – politiqueros, que los utilizan para resguardar los «voticos» que los ungen, no hay doctrina ni filosofía, ni programas, por eso no crecen y los damnificados son los ciudadanos del común que no tienen arte ni parte en las decisiones, que presuntamente, son para ayudar a tantos menesterosos, que pululan en campos y ciudades.
Hay necesidad prioritaria de hacer una verdadera reforma política, en donde los integrantes de los directorios no sean miembros del legislativo, con personas idóneas, serias y responsables que sirvan de guía y de árbitros en los conflictos internos, que a diario se presentan en los partidos.
Se requieren colectividades fuertes, con objetivos claros, con estructura, con vocación de poder y de alternativa, que los perdedores se transformen en oposición, objetiva y responsable.
El presidente Santos está liderando la reconstrucción del Partido Liberal, con sus escuderos, Germán Vargas Lleras y Rodrigo Rivera Salazar, en contraste, en el Partido Conservador, no se ve que emerja un líder con talante, que ponga orden entre sus huestes y que haga valer sus ciento sesenta y dos años de existencia, resaltando sus valores que fueron pieza fundamental, para sus fundadores, don José Eusebio Caro y Mariano Ospina Rodríguez. Como están las cosas, tanto el flamante partido de la U, como El Polo, Los Verdes, Mira y demás, se pronostica que su vida va a ser muy efímera, pues las ambiciones personalistas están por encima de sus desconocidas filosofías y propuestas.
Pd.
¿Qué hacer para humanizar los servicios de salud? son menesterosos, humillantes, despóticos, desconsiderados. No se justifica que una persona mayor, entre a urgencias, a una clínica como la Shaio, y la tengan por más de siete horas para atenderla, esto ocurrió con una anciana de noventa y ocho años. Esto clama Justicia Divina, ponqué la nuestra, no es confiable.
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La Unidad Nacional, se trasladó a Cundinamarca: el pasado 01 de Junio, el Conservatismo, en un amplio congreso territorial, aprobó y autorizó hacer alianza con el candidato avalado por el Partido Liberal, Cambio Radical y la U en la persona de Álvaro Cruz Vargas, experimentado dirigente Cundinamarqués. Gobernador, cantado y aclamado, buen viento y a trabajar, puesto que el actual Andrés González, no se le han visto sus realizaciones.
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Al ex presidente Álvaro Uribe Vélez, le llegó la época de las vacas flacas, nada le ha salido bien con sus candidatos y hasta en su propia tierra, Antioquia, le formaron un sindicato, en contra de sus pupilos.
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Nos olvidamos de los secuestrados. Somos indolentes ante los plagiados y sus familias, “Hoy por ti, mañana por mí”. ¡Despertémonos¡, Clamemos todos en una solo voz, por su libertad.