El fútbol bien jugado, en equipo o individualmente, siempre será un placer disfrutarlo, independientemente de quien gane o quien pierda. Y eso fue lo que mostró el Bayer Munich este viernes en Lisboa: buen fútbol con su histórico triunfo 8-2 contra el Barcelona F.C. en el marco de los cuartos de final de la Champions League.
Con el estadio Da Luz vacío, sin hinchas –por la pandemia mundial- la fanaticada de los dos equipos se deleitó a través de la televisión con el gran juego de marca (asfixiante), el dominio de campo y de balón y las extraordinarias jugadas individuales, como en el caso de Alphonso Davies, autor intelectual del quinto gol del Bayer, quien en una maniobra maestra por el costado izquierdo no solo bailó y desbordó a su marcador, sino que también arrastró hasta el borde de la línea final al resto de la defensa comandada por Pique, para colocar un centro corto, certero y preciso para que Joshua Kimmich rematara con pierna derecha y así aumentar la cifra goleadora.
Coutinho mostró la exquisita fibra brasilera para definir con dos muy buenos goles sobre el final del partido, sellando así el gran triunfo del Bayer con ocho goles bien elaborados. Hasta el autogol para el empate 1-1 del Barcelona, por parte del defensa David Alaba, fue también un bonito gol cuando intento rechazar y con su pierna derecha la metió en el arco de su compañero Manuel Neuer.
El Barcelona venía mostrando una racha irregular en su habitual juego goleador. Messi no brillo como en sus mejores partidos. Suárez, a pesar de su bonito gol, también fue poco lo que pudo mostrar. Y la garra del chileno Vidal no fue suficiente para por lo menos evitar la goleada.
En síntesis, no fue el mejor partido para el Barcelona, no le salieron las cosas, y en cambó, al Bayer le salieron todas por ser el equipo más homogéneo y disciplinado del momento en la cancha. Seguramente estará disputando la final de la Champions con el que toque. (Por: Hincha del Buen Fútbol).