Guerra sin fin

El informe del Grupo de Memoria Histórica sobre la violencia del medio siglo en que vivimos, es desgarrador y toca a todos los actores: la guerrilla, los paras, bacrim, la delincuencia común, el narcotráfico y lo más aterrador: la sociedad que con su anuencia e indiferencia, lo ha tolerado impasible.

En el centro de todo este conflicto, se encuentran el enriquecimiento fácil, la voracidad por la tierra, los desafueros de la fuerza pública y la impunidad de la justicia, entre otros.

Son espeluznantes los fenómenos que trae el informe del Grupo de Memoria Histórica, que resta valor a centenares de libros que falsos testigos han escrito.

Los responsables de este desangre cincuentenario, han practicado las masacres, los desplazamientos los secuestros, las desapariciones forzadas, las minas antipersona, los asesinatos selectivos, el reclutamiento de niños, los atentados terroristas, los ataques a poblaciones, la complicidad de la justicia y tantos móviles más.

No existe país alguno con tantas formas de violencia, ni sociedad que haya tolerado y convivido con ello. Los derechos humanos, son apenas enunciados por parte de quienes se exhiben como defensores de las libertades, amparados en: violencia para combatir violencia.

El informe dantesco, apocalíptico, alucinante y doloroso, no ha causado mayor impacto, conmoción o asombro, porque como lo dice el Informe, la sociedad ha sido víctima y partícipe, indiferente y silenciosa.

Los de la Habana, siguen sordos ante la tremenda catástrofe de cincuenta años, al igual que los paras, las bacrim y sus dirigentes. Para ellos, seguramente, las 300.000 tumbas y las brutales torturas, motosierras y demás prácticas, no significan nada… es su día a día.

Otra plaga que soporta esta sociedad, es la de los medicamentos. En buena hora el ministro Gaviria ha anunciado un control a los precios de las medicinas que, con gran autoridad lo reveló Juan Gossaín. Superan brutalmente los que rigen en otros países. Con los acostumbrados “articulitos” en el 2006, el gobierno anterior, decretó la libertad de precios. Drogas cuyos costos son $100.000, salen al mercado a millones. ¿Quién responderá por la vida que han perdido millares de colombianos, por no tener cómo comprar sus remedios? La cuestionada seguridad democrática solo sirvió para vigilar carreteras, no medicinas. Y los anteriores no responden… twitter off.

BLANCO: ¡Maduro no es colombiano!

NEGRO: Las agresiones a Gina Parody en Manizales. Se acercan las elecciones y los políticos aprovechan.

gabrielortiz10@hotmail.com

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