La Corte Internacional de Justicia de La Haya implantó en el Caribe un estado latente de guerra y de conflicto, entre Colombia y Nicaragua, que ahora involucra a Jamaica, Costa Rica, Honduras y Panamá. Como si fuera poco, le estimuló las ansias expansionistas a Ortega, quien para la Canciller Holguín: quiere pasar por encima de todos en el Caribe.
La respetabilidad de la CIJ, ha quedado en entredicho, porque su decisión es dudosa, para los expertos en Derecho Internacional.
Les dio patente a los vendedores de armas para hacer su agosto. Nicaragua nos mostró los dientes con un barco de guerra que los rusos llevaron a sus costas para demostrar sus últimas tecnologías bélicas y cerrar negocios de armamento. Adicionalmente nos anuncian patrullajes en nuestro mar, no solamente en aquellos 75 mil kilómetros, sino en el que aún no nos ha usurpado la CIJ. Golpea a los pescadores artesanales con molestas órdenes y papeleos que constriñen a nuestra gente.
El conflicto está armado, gracias a los famélicos miembros de la Corte Internacional de Justicia. Estamos en la antesala de una guerra “made in La Haya”, porque Ortega ofrece nuestro mar a diestra y siniestra.
El gobierno sigue estudiando la situación y la forma de desmontar la decisión de La Haya, pero la polarización en que se encuentra el país, abre el camino a ex presidentes y sus huestes, para desprestigiar cualquier tesis que nos beneficie, porque para ellos lo importante es recuperar el gobierno. Olvidan que por su incapacidad y negligencia, no atendieron los consejos del ex presidente López, que a tiempo advirtió lo que se nos venía encima y que el plazo que teníamos para conservar nuestro mar, estaba en sus manos. No se hizo nada y miremos lo que pasó.
Para muchos, filtrar temas tan sensibles como los discutidos en la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, hace parte del juego de la oposición, olvidando lo que está sucediendo. No les importa entregar argumentos sustanciales a Ortega para su expansionismo.
Mientras celebran las proezas de los filtradores, la verdadera Colombia, prepara sus tesis para reclamar a La Haya una revisión del fallo, con una decisión que aleje los vientos de guerra y frene los deseos de los vendedores de armas.
BLANCO: La advertencia a la cementeras sobre manipulación de los precios.
NEGRO: Los financiadores y auspiciadores de los violentos paros.
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