Barcelona de España le traza el rumbo al fútbol moderno. A la elevada técnica y goce lirico, le agrega una contundente cuota de eficacia. Hay formas y estilos para todos los gustos, pero el catalán tiene el sello del encanto. Claro que en el duelo por la Copa de Campeones de Europa no se encontrará con una pera en dulce. Manchester United también guarda lo suyo. ¿Tendrá equipo Colombia para el Mundial Sub-20? Falcao, rey del gol en Europa.
Cuando se dice que Barcelona de España (o Cataluña, para el gusto del sabor regional) emerge como el mejor equipo del mundo en los actuales momentos, tal vez pocos estén en desacuerdo. Pero, a pesar de que hay muestras tangibles y cifras que servirían para avalar tal concepto, no debe olvidarse que el fútbol encierra una dinámica propia y está cargado de prejuicios. Entre tanto y desde el punto de vista objetivo, sobresale incuestionable un hecho de bulto: ninguno lo supera en títulos durante los últimos diez años.
Al avanzar en el punto y sin desconocer las opiniones contrarias o moderadas, debemos confesar que nos metemos en la corriente de quienes se maravillan ante las excelencias del conjunto que dirige Josep (Pep) Guardiola.
La estética de su juego, de una fabulosa precisión en los pases, cambios de ritmo y toque demoledor, lo sitúa entre los elegidos del fútbol excelso. Si no es el número uno, nadie podría negar que, por lo menos, se mueve por sus terrenos en plan retador.
Barcelona ha logrado armar un colectivo excepcional, con algunos valores geniales como Xavi, Iniesta y el argentino Messi, que rompe blindajes y se abre camino hacia la victoria sobre cualquier adversario, por duro y guerrero que resulte. Juega para divertirse mientras hace daño. En cada acción de genio y talento le rinde honor al contendor, porque le quita el balón, lo atrae, lo duerme y por último, lo fulmina. Hace su trabajo sin que el rival pueda evitar sentir la desagradable sensación de la impotencia.
Desde luego, los equipos invencibles no son de este de mundo. De vez en cuando, el Barcelona se encuentra con un avisado, que le sale al quite, logra sorprenderle y le cierra los llamados circuitos del engranaje adormecedor. Entonces siente el rigor de una marca severa y la angustia de no poder repetir la dosis ganadora de siempre. Es lo que hace del fútbol un deporte tan apasionante e impredecible. Nadie es dueño de la verdad. Solo que, para solaz de sus seguidores, el Barcelona mantiene el norte, a pesar de los tropiezos circunstanciales.
Asegurado como parece el título número 21 de su brillante caudal, el sueño inmediato de los catalanes se orienta hacia la cita del 28 de mayo en el moderno Wembley, ante el prestigioso y también laureado Manchester United, por la final de la Copa de Campeones, la sexta que acoge el célebre escenario.
Será un enfrentamiento de históricos, de divisas centenarias, cuyas vitrinas están llenas de trofeos de todos los tamaños y valores. Se repetirá el duelo del 27 de mayo del 2009 en Roma, cuando Barcelona salió airoso por 2-0. Guardiola, quien entonces tenía 38 años de edad, se anotaba así su primer golpe de carácter internacional. De contera, pondrá frente a frente a dos de los exponentes máximos del nivel de alta competencia, ambos zurdos: el argentino Lionel Messi, considerado el rey mundial, y el inglés Wayne Rooney, ídolo en las canchas de la Rubia Albion.
Messi, de 23 años, se anota una temporada de bonanza. Es el líder de los artilleros de la Copa, con 11 tantos, y en el acumulado 2010-2011 llega a 52, cifra que deja atrás la vieja marca del húngaro Ferenc Puskas en los anales de la Liga. Por su juventud, capacidad goleadora y en plena ebullición, es firme candidato para desplazar al español Raúl González Blanco como el cañonero histórico de la Copa de Campeones. Su acumulado es de 36 conquistas. Raúl dejó la cuenta en 71 anotaciones tras jugar para el Schalke 04 de Alemania, la semifinal del presente año ante el Manchester United. Tal vez se haya despedido de la añeja competencia.
Rooney viene de superar una lesión en el tobillo derecho y está en una etapa de completo repunte aunque aún anda sobre algodones. Una temporada llena de problemas se refleja en su producción: apenas lleva 14 tantos en toda la campaña, de los cuales 3 corresponden a la Copa, pero es un jugador excepcional y nunca debe ser subestimado. En la suma histórica del torneo continental se apunta 24.
Barcelona y Manchester United se verán las caras por segunda vez en una final de esta naturaleza. No obstante, sus antecedentes dentro del torneo continental incluyen otros seis encuentros, cuatro en la ronda de grupos y dos en semifinales, con un triunfo por bando, al lado de cuatro empates. Los catalanes convirtieron 14 goles contra 9 de los ingleses.
Barcelona y el toque
Fundado en 1899 (anda sobre los 111 años de edad), inició su cadena de logros en 1928, cuando obtuvo el primer título de Liga. Desde aquel entonces, las tardes y noches de triunfo se cuentan por montones.
Desde los viejos tiempos, Barcelona fue invariable amigo del juego que se entretiene con el balón mientras lo usa como mecanismo de defensa y elemento de ataque. Sin embargo, dentro de la era moderna, su afianzó bajo la influencia de los holandeses Johan Cruyff y Frank Rijkaard.
La gestión de Josep Guardiola, quien entró en funciones el 8 de mayo del 2008 como relevo de Rijkaard, sirvió para completar el modelo y transformarlo en lo que hoy es una sinfonía del fútbol alegre, rico en técnica y de ambrosía para la tribuna. Una antología de la belleza con el dominio del balón.
Bajo el mando de Guardiola, el Barcelona se ha paseado por los distintos estadios del éxito. Tres coronas domésticas (incluida la del 2010-2011), una Copa de Campeones de Europa, un título mundial, una Supercopa de Europa, una Copa del Rey y dos Supercopas de España, le garantizan ya un sitial destacado en la leyenda del club.
En el torneo nacional 2010-11, exhibía un promedio formidable del 86.66%, cuando aún faltaban tres fechas para el remate, producto de 29 victorias y 4 empates contra apenas 2 derrotas. Podría superar la barrera de los 100 puntos.
Para instalarse en su séptima final europea, el Barcelona fue impecable ganador del grupo D, por encima del Kovenhavn de Dinamarca, Rubín Kazán de Rusia y Panathinaikos de Grecia, tras acumular 4 victorias contra 2 empates, 14 goles a favor y 3 en contra, para 14 de 18 puntos posibles.
En octavos se impuso sobre Arsenal de Inglaterra, con un marcador global de 4-3. Perdió 2-1 en Londres, pero se impuso 3-1 en el Nou Camp.
La serie de cuartos lo puso frente al Shakhtar Donetsk de Ucrania, al que venció 5-1 en casa y 1-0 como visitante. Por último, en las semifinales, agitó las aguas frente a su archirrival, el Real Madrid, al que derrotó 2-0 en el Santiago Bernabéu antes de empatar 1-1 en el Nou Camp. La rivalidad deportiva llegó a extremos fastidiosos, por el enfrentamiento verbal de técnicos y jugadores. Guardiola dejó tendido en el campo al portugués José Mourinho, quien vio el último partido desde un hotel, alejado del estadio por una medida disciplinaria de la UEFA.
El balance de Copa, hasta hoy, pone las cuentas en 12 juegos, 8 victorias, 3 empates, una derrota, 27 goles a favor, 8 en contra y 27 de 36 puntos factibles. El promedio general de rendimiento llega al 75%.
En la producción individual ofensiva sobresale ampliamente el argentino Lionel Messi, quien encabeza la tabla del botín de oro con once anotaciones. Lo acompañan a la distancia Pedro Rodríguez (4), David Villa (3), Xavi Hernández (2) y Daniel Alves (2).
Para afrontar la dura temporada, el Barcelona ha dispuesto de un plantel básico de 21 jugadores, entre los que se destacan el portero Víctor Valdés, los defensas Gerard Piqué, Carles Puyol y Daniel Alves, los centrocampistas Xavier Hernández, Sergio Busquets, Andrés Iniesta y Javier Mascherano, y los delanteros Villa, Messi y Pedro Rodríguez. El sello mundialista marca el paso.
En el aporte extranjero del grupo figuran los brasileños Alves, Maxwell y Adriano, el delantero venezolano Jeffren Suárez, de 23 años; los argentinos Gabriel Milito, Mascherano y Messi; el francés Eric Abidal, el holandés Ibrahim Afellay y el malí Seydou Keita.
El promedio de edad del contingente base es de 26.90 años, señal de que Guardiola todavía tiene un amplio margen de maniobra en materia de recambio.
Mientras pasan los días y se abren las puertas de Wembley, Guardiola tendrá que guardar un perfil bajo para no caer en la trampa de las provocaciones extradeportivas, como ya sucedió con José Mourinho. La prensa inglesa acusa a los dirigidos por Pep de ser unos auténticos “piscineros”, es decir que se dejan caer antes de que los toque un jugador rival. Ese puede ser el anticipo de una ambientación complicada (3).
El Manchester de Ferguson
Si en Cataluña llueve, en los linderos de Old Trafford está lejos de escampar. El Manchester United, conducido por el escocés Sir Alexander Ferguson desde 1986, completa su cuarta final continental y pretende igualar al Barcelona en la cosecha del trofeo. Fue campeón en 198-99 y 2007-2008.
Es un habitual contertulio en las fiestas de la Liga Premier. Se encontraba a un paso de su duodécima estrella, en feroz lucha contra el millonario Chelsea. Tres puntos hacían la diferencia.
Fue fundado en 1878 y a pesar de haber experimentado momentos trágicos, como el accidente aéreo del 6 de febrero de 1958 en Munich, está ligado a una trayectoria de grandes logros.
Ferguson sucedió a su compatriota Mat Busby, sobreviviente de Munich y figura legendaria para el club de los diablos rojos, al amparo de la idea del juego solidario, técnico y punzante. Serio en su trabajo pero jovial y caballero, muestra el aporte de once títulos de Liga y dos trofeos continentales.
El Manchester United no es del corte del Barcelona, muestra una tendencia distinta. Aunque sabe moverse con el toque preciso y es de fina técnica, puede sorprender por la vía del lanzamiento largo. Ataca y se defiende en bloque. El desborde por las puntas y el centro medido le dan fortaleza ofensiva. Su principal virtud está en ajustar la estrategia y orden en la cancha según las características del oponente.
En su campaña nacional 2010-11, el Manchester United mostraba números positivos: 22 victorias, 10 empates y 4 derrotas, 73 goles a favor, 31 en contra, para 76 de 108 puntos posibles, lo que le dejaba un promedio general del 70.37%. La victoria sobre el Chelsea (07-05-11) lo puso a tiro de cañón para su quinta corona en los últimos seis torneos.
El recorrido hacia la final de Europa comenzó con su amplio dominio en el grupo C, sobre Valencia de España, Rangers de Escocia y Bursaspor de Turquía. El saldo fue de 4 triunfos, 2 empates, 7 goles a favor y 1 en contra, para 14 de 18 puntos alcanzables. Promedio: 77.77%.
En octavos se vio obligado a mostrar su casta para superar al Marsella de Francia (2-1 y 0-0), y otro tanto tuvo que hacer contra el poderoso Chelsea, al que venció por partida doble, 2-1 y 1-0. Ya en semifinales, se dio un paseo saludable para eliminar al Schalke 04 de Alemania, 2-0 y 4-0.
El conteo acumulado es de 9 victorias, 3 empates, 18 goles a favor, 4 en contra y 30 de 36 puntos posibles, para un promedio global de rendimiento notable: 83.33%.
Ferguson advirtió que “no podemos asustarnos” ante la calidad del conjunto catalán y expresó su confianza en poder encontrar “una solución para jugar contra ellos” (1).
El experimentado profesional británico confesó que le pedirá consejos a José Mourinho, el controvertido técnico del Real Madrid, para preparar el encuentro del 28. “Hablo con él bastante. He visto bastantes veces jugar al Barcelona esta temporada, pero tomaremos nota de la información porque José es muy útil en este sentido”, afirmó (2).
Sería interesante saber lo que le aconseja Mourinho, de estilo desabrochado, a un maestro de las buenas maneras como Ferguson. Personalidades opuestas, que se dan sus formas para comunicarse. Son cosas del fútbol, dirían en la calle.
Manchester United aparece en su quinta final por el famoso trofeo, la cuarta con la dirección de Ferguson. En 1968 derrotó al Benfica de Portugal, 4-1; en el 99, se impuso sobre Bayern Munich de Alemania, 2-1; y en el 2008 volvió a elevar la Copa después de superar por la vía de los tiros desde el punto penalti, al Chelsea. El juego había terminado 1-1. Hace dos años cayó 2-0 ante el Barcelona y esta vez espera que las cosas resulten diferentes.
Entre Javier Hernández, 4 tantos; Anderson, 3, y Wayne Rooney, 3, se reparten la cosecha ofensiva del equipo en lo que va de la Copa.
Para la exigente labor que le impone el fragor de la batalla en numerosos frentes, el Manchester se nutre de un plantel de 38 jugadores. Entre los más conocidos aparecen el portero Edwin Van Der Sar, holandés; los defensas Rio Ferdinand, Wes Brown, Nemanja Vidic, serbio; y John Oshea, irlandés; los centrocampistas Paul Scholes, Owen Hargreaves, canadiense; Anderson, brasileño; Ryan Giggs, galés; Ji-Sung Park, coreano del sur; Nani, portugués; Antonio Valencia, ecuatoriano; y Darren Fletcher; y los delanteros Javier Chicharito Hernández, mexicano, Dimitar Berbatov, búlgaro; y Wayne Rooney.
El aporte de los foráneos o no ingleses, lo completan los porteros Tomasz Kuszczak, polaco; y Anders Linde Gaard, danés; los defensas Patrice Evra, de Senegal; los hermanos gemelos Fabio y Rafael, de Brasil; Jonny Evans, de Irlanda del Norte, Ritchie de Laet, belga; Carry Evans, Irlanda del Norte; los centrocampistas Darrow Gibson, Irlanda del Norte, Bebé, Portugal; y los delanteros Gabriel Obertan, Francia; Frederico Macheda, Italia; Mame Biram Diouf, Dakar; y Joshua King, Noruega.
Los críticos elogian ampliamente el papel de Chicharito Hernández y Antonio Valencia, quienes con técnica, habilidad y contundencia han contribuido a la causa de los manchesterianos. Ponen la chispa del nuevo continente. Los dos son firmes candidatos para actuar en la finalísima.
Animado por la oportunidad de cobrar desquite de la derrota que le propinó el mismo adversario hace dos años en Roma, el Manchester United siente también el estímulo de ser otra vez de los pocos campeones invictos, tal como lo hizo en 1999 y el 2008. El Barcelona lo fue en el 2006. En esta ocasión tal posibilidad se la frustró el Arsenal en la serie de octavos (2-1).
Juego de altura
El pronóstico de los expertos, en medio de la esperanza de los seguidores de ambos equipos, así como de la afición internacional, indica que se reúnen los requisitos esenciales para confiar en un espectáculo de primera línea.
El toque exquisito del Barcelona y el fútbol abierto y profundo del Manchester United están llamados a confluir en una jornada espléndida, intensa y emotiva.
Las apuestas en las casas de Londres se inclinan levemente a favor del Barcelona, sobre todo por fuera de los límites británicos.
La reglamentación de Unión Europea de Fútbol (UEFA) establece que si al cabo de los 90 minutos reglamentarios hay empate, se acudirá al mecanismo de dos tiempos extras de 15 cada uno, y de persistir la igualdad pasarán al cobro desde los doce pasos.
Por la vocación ofensiva de los dos equipos, quizás de mayor énfasis para el caso del Barcelona, se estima que el desenlace no hará necesario el alargue. Ya veremos si funcionan los pronósticos.
Tiros cortos
*Una de las preocupaciones mayores sobre el desarrollo del Mundial Sub-20, una vez superados al parecer los trabajos en los estadios, se relaciona con el papel de la selección tricolor. Después de la mediocre actuación durante el suramericano en Perú, se lanzaron voces de alerta y hubo anuncios sobre un mayor rigor frente a la tarea del técnico Eduardo Lara. Cuando se pensaba en su remoción, recibió pleno apoyo y dejaron en sus manos el compromiso de un reajuste radical en el plantel y en los sistemas de trabajo. Desde entonces, Colombia ha cumplido varios ciclos con el aporte de nuevos jugadores, incluidos algunos como James Rodríguez y Luis Fernando Muriel que se encuentran en Europa. Actualmente, el grupo base está reunido en Bogotá, aunque sin Rodríguez ni Muriel, en otra etapa de preparación. Se aguarda el torneo de la Esperanza, en Toulon, Francia, para tomarlo como tubo definitivo de ensayo antes de abordar la competencia mundialista. Las acciones en el tradicional certamen comenzarán el 1 de junio, y Colombia tendrá como rivales a Portugal, Ecuador e Italia. Ojalá prenda motores, gane confianza y regrese al país con un nuevo aire para abordar el reto mundialista. Sería grave para la moral del grupo un papelón en el viejo continente, por informal que parezca lo de Toulon.
*El samario Radamel Falcao García, sobre el filo de los 25 años de edad, entró a la leyenda de los torneos interclubes del viejo continente, como el artillero número uno de la Euroliga, antigua Copa de la UEFA, después de completar 16 anotaciones, una más que el mundialista alemán Jurgen Klinsman, quien tenía la marca desde el torneo de 1995-1996 con el Bayern Munich. La igualó en 12 encuentros (el mismo recorrido de Klinsmann) y la superó en 13, con 1008 minutos de juego. De paso, quedó con la máxima cifra para todos los efectos, porque el argentino Lionel Messi, del Barcelona, en la Copa de Campeones, y el italiano Giuseppe Rossi, del Villarreal, en la Euroliga, tienen 11 cada uno. Falcao, quien es el segundo cañonero del torneo doméstico con 16 tantos, fue el ariete del Porto en la estelar campaña hacia la segunda final de su historial copero (campeón en el 2003, sobre Celtic de Escocia) y la primera entre clubes portugueses. En apoyo brillante y eficaz estuvieron sus compatriotas Fredy Guarín, autor de 5 tantos, y el juvenil James Rodríguez. El cuadro de los dragones se medirá el 18 de mayo, en Dublín, Irlanda, con el Sporting Braga, que eliminó al Benfica y estará de estreno en esa instancia.
*Como decían los hípicos en otros tiempos, se le cayó la estantería al fútbol brasileño en la Copa Libertadores de América. De cinco equipos en octavos, apenas sobrevive el Santos, al cabo de una apretada serie contra América de México. Como pepa de guama, se fueron en una sola tanda Cruzeiro, Internacional, Gremio y Fluminense, para desconsuelo y vergüenza del país de los pentacampeones mundiales. Entre los protagonistas de la azotaina figuró el Once Caldas de Manizales, por cuya suerte nadie daba un pepino. Acostumbrado a vivir situaciones excepcionales, que suelen llamarse milagros, el onceno albo fue a Minas Gerais para descontar el 2-1 que lo había dejado contra las cuerdas. Contra la incertidumbre y la desconfianza de la crítica y de la inmensa mayoría de sus seguidores, transformó en fiesta lo que parecía condenado a ser un funeral. Se metió entre los ocho mejores del torneo y de ahora en adelante lo más sensato sería no darlo nunca por eliminado. Buena noticia para el fútbol colombiano y un espaldarazo que le cae de maravilla al técnico Juan Carlos Osorio, trompo de poner de un sector de los comentaristas del fútbol, empeñados en desconocer sus méritos profesionales. No sabe, no trabaja y cuando gana es por obra y gracia de la casualidad. En ese mezquino concepto lo tienen. Menos mal que el hombre se les escabulle y los deja viendo un chispero.
(1,2 y 3) Diario Marca.
Fuentes estadísticas: portales del Manchester United, el Barcelona y la UEFA.