El mexicano Fernando Valenzuela; el dominicano José Bautista y el venezolano, Félix Hernández, recibieron merecidos homenajes por sus actuaciones en la Gran Carpa.
De entrada hay que decir que ninguno de los tres destacados peloteros latinos que han sido exaltados en los últimos días por las franquicias a las que pertenecieron en el béisbol de las Grandes Ligas, dada su trayectoria, tienen cupos asegurados para ir al Salón de la Fama.
Esa es la máxima distinción a la que un jugador que llega a la Gran Carpa puede aspirar. Pero cientos de miles que han pasado por el Béisbol Organizado, más de 20 mil, no han alcanzado la ciudadanía de Cooperstown. Sin embargo, sus actuaciones les permiten ocupar un sitial de honor dentro de la novena para la cual, con mucho orgullo y entrega, han pertenecido y han dejado huella con sus actuaciones.
Fernando Valenzuela. (Imagen: Ronald Martinez/Getty Images – VBM).
Ese es el caso del lanzador zurdo mexicano, Fernando Valenzuela; del toletero dominicano José Bautista y del lanzador derecho venezolano, Félix Hernández, todos figuras en los años en donde defendieron los uniformes de los Dodgers de Los Ángeles, los Azulejos de Toronto y los Marineros de Seattle, respectivamente.
Coincidencialmente, Valenzuela y Hernández han sido distinguidos por los Dodgers y los Marineros, al retirar el número 34 de los uniformes de dichas novenas y exaltarlos al Salón de la Fama de cada una de esas divisas; mientras que Bautista recibe por parte de los Azulejos, la mención de Excelencia, como ex integrante del equipo.
“Fernandomania”
Después de Sandy Koufax, el zurdo de oro de los años 60; de Don Sutton y Don Drysdale, años más tarde; y recientemente del también zurdo Clayton Kershaw, el mexicano Fernando Valenzuela acaparó titulares y emotiva admiración por parte de los aficionados de los Dodgers, a su paso por la novena que lo elevó a la categoría de ídolo.
Valenzuela despertó tanto entusiasmo entre los aficionados de los ‘esquivadores’ en los años 80, que su presencia permitió que se desarrollara la inolvidable fiebre de la ‘fernandomanía’, un indiscutido hecho que ‘contagió’, como un virus, a la afición de los Dodgers.
Hoy día, Valenzuela es analista del canal de TV del equipo, y después de pertenecer 11 años a la organización, jugó con los Angelinos de California, los Orioles de Baltimore, los Filis de Filadelfia, los Padres de San Diego y los Cardenales de San Luis.
Su mejor año con los Dodgers fue en 1986, con 21 ganados y 11 perdidos, 3.14 carreras limpias por juego; 242 ponches propinados; 85 bases por bolas otorgadas, 5 de ellas, de manera intencional.
Pero en la compilación general en las Grandes Ligas, el hijo de Navojoa, apenas pudo sumar 173 triunfos contra 153 derrotas, con 3.54 de efectividad; con 2.930 episodios laborados; 2.074 abanicados y, aun cuando muchos no lo crean, 2 juegos salvados, en plan de relevista.
Ganó dos anillos de Series Mundiales, ambos con los Dodgers, en los Clásicos de Octubre de 1981 y 1988. Pero también obtuvo los galardones de ‘Novato del Año’ de la Liga Nacional en 1981 y ese mismo año, alcanzó el cotizado trofeo ‘Cy Young’, como mejor lanzador de la temporada. Y ganó dos Bates de Plata como lanzador, en los años 1981 y 1983, por su destacada e indiscutida ofensiva.
‘El Toro’ de Navojoa, cómo bien se aprecia, no pudo llegar a las 200 victorias como tampoco a los 3.000 ponches, dos estadísticas que eventualmente le hubiesen asegurado muchas posibilidades para llegar al Salón de la Fama.
Alguien recientemente nos decía que la esperanza es lo último que se pierde; y para el caso de Valenzuela, esa esperanza está ahora en manos del Comité de Veteranos del béisbol de las Grandes Ligas, que eventualmente podría tenerlo en cuenta, más adelante, para exaltarlo a Cooperstown.
Por ahora está en el Salón de la Fama de los Dodgers, su equipo amado, su franquicia deportiva y su ‘casa’ natural dentro del béisbol.
Con la Excelencia
Bueno es decir, sobre el caso de peloteros latinoamericanos y su participación en la Gran Carpa, que si bien es cierto que fue un colombiano, Luis Castro, considerado por Major League Baseball como el primer latino en llegar al Béisbol Organizado, con su presencia con los Atléticos de Filadelfia en 1902, también es cierto que fue bien difícil para que los jugadores de habla hispana se abrieran camino en las Grandes Ligas.
José Bautista. (Imagen: archivo internacional -VBM).
Después de 120 años, más de un siglo, desde luego, ya es otro el cantar, y escuchar el idioma español en los bancos de juego de todas las franquicias del mejor béisbol del mundo, es cosa del diario menú.
Por eso, los Azulejos le otorgaron contrato por un día al dominicano José Bautista, para hacerlo sentir como en casa, al mismo pelotero que durante 8 perteneció a la organización, y al que han exaltado con la Excelencia Deportiva, en un homenaje que le ofrecieron hace muy pocos días.
‘’Será un azulejo para siempre’’, ha dicho el equipo, al tiempo que se recordaba que Bautista durante su permanencia con la franquicia, despachó 288 cuadrangulares; 219 dobles; remolcó 766 carreras y se estafó 56 bases.
Convocado 6 veces al Juego de Estrellas por la Liga Americana, y ganador de Tres Bates de Plata con los Azulejos, Bautista tuvo su mejor año en el 2011, con 155 indiscutibles en 513 turnos, para ofensiva promedio de 302; con 43 tablazos de circuito completo; 103 carreras remolcadas y otras 105 anotadas, con 100 bases por bolas recibidas. Sin embargo, en el 2010, registró 56 ‘bambinazos’ y 124 carreras remolcadas.
En su prolongada carrera desde el 2004 hasta el 2018, el dominicano también jugó con los Orioles de Baltimore, los Rayas de Tampa, los Reales de Kansas City; los Piratas de Pittsburgh, los Bravos de Atlanta, los Mets de Nueva York y los Filis de Filadelfia. Con los Azulejos estuvo entre el 2008 y el 2017.
En 6.061 turnos al bate, conectó 1.496 indiscutibles, para ofensiva de 247 de por vida; con 975 carreras impulsadas; 1.022 anotadas y 344 cuadrangulares despachados.
“El Rey” Félix
El 15 de agosto de 2012, el derecho venezolano Félix Hernández, lanzó ‘Juego Perfecto’, para entonces, el número 23 en la historia de las Grandes Ligas, al colgar las 9 argollas, enfrentarse a los 27 bateadores del juego y fabricar los 27 outs del desafío, sin que ningún corredor le pisara la primera almohadilla.
En ese desafío, obviamente, no otorgó ningún boleto gratis, abanicó a 12 rivales, utilizó 113 lanzamientos, 77 de los cuales fueron buenos, para erigirse en el primer lanzador en la historia de los Marineros en conseguir la excepcional actuación, que por cierto, compartió esos honores en ese año con otros dos serpentineros, Philips Humber, de los Medias Blancas de Chicago, y Matt Caín, de los Gigantes de San Francisco, quienes también se acreditaron Juegos Perfectos en la temporada.
Félix Hernández. (Imagen: archivo internacional – VBM).
‘’No tengo palabras para explicarlo. Ocurrió y es algo muy especial’’, dijo horas más tarde el hijo de Valencia, Venezuela, al conseguir la inolvidable hazaña.
Pero si de hazañas se trata, hay que sumarle esta otra al conocido ‘Rey’ Felix: el 23 de junio de 2008, en el Shea Stadium de Nueva York, despachó un tablazo de circuito completo con la casa llena frente a su compatriota y zurdo, Johan Santana, quien ese día lanzaba para los Mets, para ser el primer serpentinero en la historia de los Marineros en volarse la cerca con las bases congestionadas.
Con una variedad de lanzamientos, por lo que siempre fue admirado, Félix también utilizó el número 34 en su uniforme, el mismo que acaba de ser retirado por los Marineros, en una ceremonia especial en el T-Mobile Park, el nuevo parque de pelota de Seattle.
En su carrera de 15 años con los Marineros, pues si bien firmó contrato con los Orioles de Baltimore finalmente las circunstancias no se dieron para que luciera el uniforme del que seria su nuevo equipo, el lanzador venezolano ganó el premio ‘Cy Young’, galardón que le fue otorgado el 18 de noviembre de 2010, decisión que causó revuelo y gran polémica, porque ‘El Rey’ Félix se acreditó el afamado trofeo con apenas 13 victorias y 12 derrotas, algo que nunca había ocurrido con esos números en juegos ganados y perdidos en una temporada, pero su labor fue respaldada por una efectividad de 2.27, el haber laborado en 249.2 de episodios, con 232 ponches propinados y apenas 70 bases por bolas, una de ellas, intencional.
En toda su trayectoria, su mejor año fue el del 2009, cuando logró tarjeta de 19 victorias y 5 derrotas, con 2.49 carreras limpias por juego, con 217 abanicados. Pero su mejor registro en ponches lo alcanzó en el 2014, con 248 abanicados y ese mismo año, obtuvo su mejor guarismo en carreras limpias por juego, con 2.14 de efectividad.
Con 169 triunfos y 136 derrotas, 3.42 carreras limpias por juego; 2.729.2 de entradas trabajadas y 2.524 abanicados, en sus 418 juegos como abridor, contabilizando 113 encuentros sin decisión, ‘El Rey’ Félix no exhibe unos numeritos tan contundentes como para pensar en que su ingreso al Salón de la Fama, en la votación que hacen los Escritores del Béisbol de los Estados Unidos, está asegurado, aun cuando bien vale la pena citar que el lanzador venezolano contabilizó 8 temporadas con 200 o más episodios laborados y que en otras 6 campañas obtuvo 200 o más ponches propinados.
Los tres, el mexicano Fernando Valenzuela; el dominicano José Bautista y el venezolano Félix Hernández, han sido indiscutibles dignos representantes del hoy ya consagrado béisbol latinoamericano en las Grandes Ligas, y los reconocimientos que les han hecho, son más que merecidos por su trayectoria, por todo lo que hicieron por el juego y por la forma en que encararon sus compromisos profesionales, en el mejor béisbol del mundo.