Un estudio desafía la creencia del “sueño reparador” y afirma que se eliminan más toxinas del cerebro cuando estamos despiertos.
(Imagen: archivo particular – VBM).
¿Para qué sirve dormir? Lo cierto es que no está claro. Y eso que todos los mamíferos, incluido el ser humano, duermen. Sin embargo, no sabemos con certeza qué beneficios les aporta. Existen numerosas teorías, entre ellas la del procesamiento de los recuerdos del día anterior. Una idea que ha ganado gran aceptación en los últimos años es que, durante el sueño, el organismo limpia el cerebro de toxinas y detritus metabólicos. Hay científicos que lo tienen claro, pero ¿dormir elimina realmente las toxinas del cerebro?
Lo cierto es que un nuevo estudio en ratones acaba de desafiar esa concepción y anima a considerar que se trata de una “falsa creencia” sobre el sueño. Está claro que los seres humanos experimentan a menudo problemas relacionados con la falta de sueño adecuado, que van desde una merma en nuestra agudeza mental hasta graves problemas de salud, como un cerebro más pequeño y propenso al alzhéimer. Sin embargo, los resultados de este estudio sugieren que la falta de limpieza cerebral debida a un sueño insuficiente no es la razón de estos efectos.
Para más inri, sus resultados concluyen que el tiempo que pasamos despiertos limpia el cerebro de toxinas más que cuando estamos dormidos o anestesiados. Una revelación sorprendente que abre si cabe aún más preguntas sobre la utilidad del sueño. Pero la investigación, publicada en Nature Neuroscience, arroja todavía más datos alucinantes.
¿Qué pasa en el cerebro al dormir?
El investigador principal del estudio, Nicholas Franks, profesor de la Facultad de Ciencias Naturales del Imperial College de Londres, explica que “nuestra hipótesis de trabajo es que existe una razón fundamental por la que nosotros y otros mamíferos dormimos”, en declaraciones al medio estadounidense MNT. Cuando dormimos somos vulnerables, lo que indica que el sueño tiene que ser importante para sobrevivir.
“Si es así, entonces los mecanismos más plausibles son que proporcionan un beneficio crucial, algún tipo de limpieza básica que no puede producirse durante la vigilia o que se produce de forma muy ineficaz cuando estamos despiertos. Éste era uno de los puntos fuertes de la idea de la limpieza de toxinas”, afirma Franks.
Sin embargo, en el estudio se observó que el cerebro de los ratones se limpiaba un 30% menos de colorante fluorescente (que se les inyecto en lugar de toxinas y metabolitos) durante el sueño que cuando estaban despiertos. Cuando los ratones estaban anestesiados, se eliminaba un 50% menos de colorante. Los investigadores observaron la velocidad a la que el colorante se desplazaba de los ventrículos cerebrales a otras regiones del cerebro, lo que permitió medir el grado en que el colorante acababa saliendo del cerebro.
Críticas basadas en la relación entre dormir bien y el alzhéimer
El estudio tiene sus limitaciones, como que obviamente se llevó a cabo en ratones y no sabemos cómo se traslada a humanos. Por lo tanto, tendremos que esperar a que se realicen más estudios antes de descartar por completo la idea de que el sueño sea un momento de limpieza cerebral.
Además, los científicos que han reaccionado a este trabajo hacen hincapié en que debemos tener claro que el nuevo estudio no refuta el hecho de que la falta de sueño está relacionada a largo plazo con un mayor riesgo de demencia. En estudios anteriores realizados en humanos, se ha observado que la interrupción del sueño altera la regulación normal de las proteínas beta amiloide y tau, que cuando se acumulan son tóxicas y están implicadas en la aparición de Alzheimer.
Ante esta realidad, Franks señala que “nuestro estudio simplemente elimina una explicación de cómo podría existir una conexión entre el sueño deficiente y los trastornos neurológicos”. Es decir, que aunque el sueño no facilite la eliminación de metabolitos del cerebro, debe existir otro mecanismo a través de los cuales el sueño tiene propiedades reparadoras que contribuyen al envejecimiento saludable del cerebro.
El científico apunta a esta hipótesis: dormir permite la consolidación de la memoria. Y es que hay otro tipo de limpieza que no tiene que ver con las toxinas. “Durante el sueño se lleva a cabo una limpieza de las conexiones neuronales (sinapsis) formadas durante la vigilia, quizá eliminando las sinapsis no deseadas o reforzando las que deben conservarse para conservar esa memoria”, determina el experto.
En el futuro, Franks quiere investigar en la teoría de que la actividad física puede ayudar a eliminar más metabolitos del cerebro que el sueño. Este sigue siendo un nuevo campo de estudio, y en el futuro sabremos más sobre las causas por las que necesitamos dormir. Hasta entonces, descansen. (elmundoalinstante.com).