Escojan al ganador: ¿Rancheros o Gigantes?

El poder ofensivo de Texas frente a la capacidad serpentinera de los Gigantes, hacen de la Serie Mundial la gran final de la campaña de las Grandes Ligas 2010.

Las apuestas, los pronósticos, la crítica de los entendidos señalaba, por allá a finales del mes de marzo de este año, que la Serie Mundial tenía todos los ingredientes necesarios, con sabor y sazón, para volver a ser disputada por novenas de la división Este, tanto en la Liga Americana, cuando se daban a los Yanquis de Nueva York y a los Medias Rojas de Boston como grandes favoritos para discutirla, como en la Liga Nacional, cuando se escogían a los Filis de Filadelfia con los Mets de Nueva York, para estar presentes en el Clásico de Otoño.

Los Rancheros celebrando su llegada a la final.

Pero el béisbol, un deporte en donde la suma de talentos, capacidad y deseos de superación lo convierten en un juego en donde cada vez hay más sorpresas, parece conservarse alejado de los propósitos de quienes piensan con el corazón y no con la razón, o de quienes, intentando demostrar que sobre los escritorios y las nóminas se deciden las cosas, cuando realmente lo es sobre el terreno de juego, siempre echa en saco roto pronósticos, análisis y hasta apuestas, porque las cosas se deciden solo cuando cada uno de los partidos concluyen.

No es una sorpresa para nosotros que los Rancheros de Texas estén en la Serie Mundial, como tampoco lo es que los Gigantes de San Francisco estén en la cita, y vamos a decir por qué. Primero, porque Texas mostró a lo largo y competitivo calendario regular, que se había hecho un trabajo de campo muy bueno, contratando fichas claves cuando empezó a pensar que las cosas estaban para ser la novena a derrotar, exhibiendo sobre el terreno que tenía un poder ofensivo envidiable y que lanzador que espabilara, estaba llamado a ser masacrado. Y segundo, porque San Francisco conservó una línea de juego con sapiencia y profundidad serpentinera, en donde los rivales sabían a qué atenerse, y porque además, sus peloteros respondieron siempre en el momento decisivo.
De modo que si los Rancheros superaron con pocas dificultades a los Yanquis para capturar el título de la Liga Americana, es porque son los mejores de ese circuito. Y si los Gigantes vencieron a los Filis, con una nómina envidiable y en donde su sistema de juego encajaba para volver por tercera ocasión a la gran final del Béisbol Organizado, es porque, como lo evidenció en más de una oportunidad, fue la mejor novena del Viejo Circuito.

Atrás se quedaron los pronósticos, en donde otros eran los llamados a estar en la contienda por el título de la Serie Mundial, y desde luego, la creencia de muchos, incluyéndonos nosotros desde luego, de que se podría repetir la Cita de Otoño entre los Yanquis y los Filis, que fue una delicia de contienda hace apenas un año. Pero seguramente, la de esta oportunidad, puede resultar tan reñida y dramática como la del 2009, aun cuando los participantes sean ahora dos equipos de la división Oeste del béisbol de las Grandes Ligas.

El poder de los Rancheros

Ron Washington se fijó una meta desde cuando ingresó a la dirección de la novena, divisa que en más de cinco décadas, sumado el tiempo en que la franquicia jugó con el nombre de los Senadores en Washington, no había podido llegar a una Serie Mundial: llevar al equipo a ser respetable y respetado por todos los contrincantes de la Liga Americana. Y hoy debe estar más que satisfecho por el trabajo desarrollado.

Desde cuando se inició la temporada del 2010, la llegada del dominicano Vladimir Guerrero a su nómina, empujó al club a la buena opción de estar pensando en que la parte ofensiva podría mejorar. Y luego, reclutó al espectacular lanzador zurdo Cliff Lee, para moldear una rotación abridora digna de cualquier club de las mayores, apoyándose más tarde en la presencia del veterano receptor boricua Bengie Molina, del mexicano Jorge Cantú y del norteamericano Jeff Francouer, ingresando todos estos a la recta final de la temporada.

Entonces, Ron supo que tenía entre sus manos a un grupo de peloteros dignos de estar en la Serie Mundial, sin menospreciar a ninguno de sus rivales que, tal como ocurrió con los Rayas de Tampa, a quienes derrotaron en sensacional serie divisional, exhibiendo una clase de juego que más adelante apuntaría, con lujos de detalles, a estar en lo que este miércoles 27 de octubre se inicia en el estadio de los Gigantes: la Serie Mundial.

Otra cosa no podía esperarse cuando el equipo ganó con méritos propios ser el mejor club a la ofensiva en la campaña, bateando para 276 y adueñarse de la primera casilla entre todos los equipos de la Liga Americana.

La capacidad de los Gigantes

Nadie tuvo en cuenta a los Gigantes a la hora de sacar conclusiones en las posibilidades de la temporada del 2010, cuando se recogieron los bates y se guardaron las manillas al concluir la jornada de los entrenamientos primaverales. Pero Bruce Bochy, un veterano en la dirigencia de novenas de las mayores, sabía que contaba con una plantilla digna para esperar con buenos augurios el cierre del calendario regular con mucho optimismo.

Gigantes

Cuando tuvo que dejar a un lado a su estelar lanzador siniestro Barry Zito y a su regular guardabosques Aaron Rowand, parecía que el mundo se le venía encima. Y más adelante, cuando se decidió que Bengie Molina saliera de la novena y llegara a la posición de receptor el novato Buster Posey, creció la incertidumbre. Empero, las críticas arreciaron cuando fue contratado el menospreciado Cody Ross, en momentos en que varios de sus titulares ampliaban la lista de lesionados.

Con una nómina serpentinera que exhibió una tarjeta con 3.36 carreras limpias por juego, la mejor efectividad de la Liga Nacional, los Gigantes sabían a ciencia cierta que muchos de sus encuentros podían ganarlos con apenas una o dos carreras de ventaja, y que venir de atrás hacia adelante, no les iba a quedar cuesta arriba, tan como sucedió en los juegos quinto y sexto de la gran final frente a los Filis, ambos decididos con batazos del dominicano y veterano Juan Uribe, el primero con elevado de sacrificio para traer la carrera ganadora, y el segundo, con un ‘’vuelacercas’’ que rompió un empate a dos carreras que se mantuvo durante buen trayecto del desafío.

Barry Zito.

De tal manera que, repetimos, Bochy, quien estuvo al frente de los Padres de San Diego durante doce años, que llegó a la Serie Mundial de 1998 frente a los Yanquis, la novena que ese año pulverizó múltiples registros, como haber ganado 114 partidos en el torneo regular y sumar 125 en todo esa campaña, mostraba una etiqueta de capataz con mucha prudencia, que transmite confianza y que delega en sus muchachos que puedan ofrecer su clase y talento en cualquier momento del juego. Por eso, los Gigantes están en la Serie Mundial del 2010.para nosotros no es una sorpresa que los Rancheros y los Gigantes disputen la Serie Mundial del 2010, si se analizan los antecedentes y la clase de juego que ambos clubes exhibieron durante la campaña regular, en sus respectivas ligas.

Hay que saber escoger

Quienes gustan del béisbol ofensivo, seguramente que escogerán a los Rancheros de Texas, porque es demoledora su ofensiva desde el primero hasta el último de sus bateadores. Y quienes prefieren el dominio de los lanzadores, lo más probable es que se inclinen por seleccionar como su favorito a los Gigantes, dada sus consistencia serpentinera y la calidad de su cuerpo de relevistas.

Estamos en eso. En saber escoger al ganador antes de que se inicie la Serie Mundial, que empieza a disputarse este miércoles 27 de octubre en el parque de pelota de los Gigantes, donde igualmente se hará el segundo compromiso, este próximo jueves 28. El tercero y cuarto juegos están señalados para jugarse en el estadio de los Rancheros, los días sábado 30 y domingo 31 de octubre. Si hay necesidad del quinto partido, también se hará en el diamante de los campeones de la Liga Americana, el lunes 1º. de noviembre. Y si son necesarios los choques sexto y séptimo, se efectuarán nuevamente en el estadio de los Gigantes, los días 3 y 4 de noviembre.

Por los perfiles de los dos clubes que están en la Serie Mundial no sería sorpresa que tengamos que esperar hasta el séptimo desafío para conocer al triunfador del Clásico de Otoño.

Y si de preferencias se trata, escogemos a los Gigantes por su calidad serpentinera que, en una serie tan corta, puede imponer su ley y su dominio, para ganar la Serie Mundial. Y no nos equivocamos, pues eso lo dirá el béisbol, el juego que por lo regular nos hace añicos los pronósticos…

Sobre Antonio Andraus

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