¿En qué puedo ser útil, en esta emergencia?

(Imagen-Señales de los tiempos)

Ante la calamidad mundial vivida por el COVID-19, nosotros los colombianos, sin distingo alguno, tenemos que aportar fórmulas para salir de la crisis. Somos todos sin distingo alguno los que tenemos que asumir con responsabilidad y voluntad, a medida de nuestras capacidades, sin politiquería y mucho menos calculando, ventajas económicas o electorales.

Hay mucho campo de acción en los que podemos ser útiles. La juventud tiene una gran oportunidad para mostrar su emprendimiento, en las tecnologías, economía, agro-industrial y comercial. En todo esto pueden y deben valerse de la experiencia de los mayores, que pueden fungir de “tutores”.

El gobierno tiene la oportunidad de demostrar que esta situación, le ha servido para hacer los ajustes necesarios en las áreas más vulnerables, para llegar en forma eficiente a las clases que claman de su ayuda, sin convertirlos en menesterosos, mendigando, un pan regalado, hay que “enseñar a pescar y no regalar el pescado”.

Los Gremios, con el Gobierno en sus diferentes escalas, el Legislativo, las Cortes, los Organismos internacionales de investigación y acción y las Fundaciones sin ánimo de lucro, con un Gran Coordinador, escogido por consenso, podemos iniciar desde ya la magna tarea, con metas definidas y plazos determinados, lograremos ese panorama esperanzador y promisorio en corto tiempo.

¡Con grandeza de espíritu, humildad y generosidad, unidos, podremos lograrlo!

Algunos amigos, me dirán: “otra vez el viejito soñando”, ¡¡quien no sueña, no vive!!

Para repensar y poner en práctica:

-“El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar”: Benjamin Franklin.

-“Yo puedo hacer cosas que tú no puedes, tu puedes hacer cosas que yo no puedo; juntos podemos hacer grandes cosas”: Madre Teresa de Calcuta

-“La fuerza y el crecimiento llegan sólo de la mano de la lucha y el esfuerzo continuo”: Napoleón

Sobre Hugo Artunduaga

A esta edad no hay hoja de vida, solo queda un recordatorio.

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