Sobre el papel, la bolsa de peloteros se movió ajustada a las aspiraciones de las novenas. Otra cosa es que, a la hora de la verdad, esas contrataciones rindan los frutos deseados. Hay más de un ejemplo en que dichas inversiones no resultaron siendo lo esperado.
El Corona-Virus o Covid-19, detuvo por completo las acciones de preparación con miras a la temporada del béisbol de las Grandes Ligas, a menos de dos semanas de estar señalada la jornada de apertura de la campaña, todo por la protección que se le debe ofrecer a los jugadores, técnicos, asistentes técnicos, periodistas, reporteros gráficos y a la propia e inmensa afición del mejor béisbol del mundo.
Cuando escribimos estas líneas, no hay fecha determinada para que se lleva a cabo la apertura de las acciones de este 2020 y casi todos los campos de entrenamientos se quedaron vacíos en menos de 24 horas, como consecuencia de la pandemia del virus que empezó en China y que ahora está presente en más de 150 países del mundo.
La primera novena que permaneció en su sede natural en las sesiones primaverales, fue la de los Yanquis de Nueva York, en la zona de Tampa, en la Florida, cuya plantilla, en decisión adoptada y acordada entre el cuerpo técnico y los propios peloteros. Buscan los jugadores y el cuerpo técnico, no desaprovechar todo lo que habían alcanzado durante las cuatro semanas de prácticas, desde la llegada a mediados de febrero, de sus lanzadores y receptores.
Lo que no se sabe por el momento, es cuándo se va a dar la autorización de volver a las prácticas rutinarias y cómo pueden proyectar su tarea, sin contar, por el momento, con la fecha definida para la apertura de la temporada.
A los Yanquis se sumaron los integrantes de los Vigilantes de Texas y los Padres de San Diego, clubes que también decidieron quedarse concentrados en sus campos de entrenamientos en Arizona, y mantenerse, dentro de lo posible, en mediana actividad física.
Sin embargo, los riesgos son altísimos en el sentido de que el Corona-Virus pueda convertirse en los propios campos de entrenamientos de las novenas, en un arma mortal que después se tenga que lamentar para la organización del béisbol y de los propios peloteros y miembros de la actividad en dichas zonas.
Algunas alternativas
Dentro del proceso que hay no sólo en el béisbol de las Grandes Ligas sino en los demás eventos deportivos internacionales y profesionales de gran magnitud, es buscar alternativas hasta superar la pandemia por la presencia del Corona-Virus en casi todos los países del mundo.
Se dice en los corrillos del béisbol de las Mayores, que lo más probable es que se llegue a un acuerdo entre los equipos y el sindicato de peloteros, para reducir, por este año, el número de partidos a jugarse dentro del calendario regular, para no pensar en que la Serie Mundial concluya en la segunda semana de noviembre, cuando el Otoño haya avanzado, y el frío y la lluvia hagan de las suyas en la postemporada.
En la posibilidad de que la temporada del béisbol de las Grandes Ligas empiece el 26 de abril, por señalar una fecha, es decir, un mes exactamente después de la prevista, que era el 26 de marzo venidero, podría pensarse que el calendario en vez de ser sobre 162 partidos por novena, se disminuya a 144 desafíos por equipo, tal como ocurrió en 1995, cuando luego de la huelga de peloteros entre 1994 y abril de 1995, se llegó a un acuerdo laboral y se jugó la temporada recortada, como bien puede ocurrir en esta oportunidad.
Esa reducción daría margen a que la postemporada arranque en la primera semana de octubre y que a más tardar el 2 de noviembre concluyan las acciones del año del mejor béisbol del mundo, con la Serie Mundial.
Pero lo mejor, para este caso, es esperar la decisión oficial que se adopte para la temporada, que seguramente se dará a conocer en los días venideros, quizás antes de concluir el presente mes de marzo.
Mirada a la bolsa
Mientras ello ocurre, y se vuelven a los entrenamientos de todas las novenas y se conoce la fecha de apertura de la campaña 2020, démosle una mirada, a ojo de buen cubero, a la bolsa de peloteros que se movió en la época invernal.
El formidable Gerrit Cole, salió de la nómina de los Astros de Houston y firmó con los Yanquis de Nueva York, divisa a la que desde niño quiso pertenecer, para hacer parte ahora de una tambaleante y diezmada rotación de los ‘’Mulos del Bronx’’, debido a las lesiones de Luis Severino, quien estará por fuera de acción toda esta campaña, por su operación ‘’Tommy John’’ y de James Paxton, quien se está recuperando de algunas dolencias.
El sensacional, Mookie Betts fue transferido de los Medias Rojas de Boston a los Dodgers de Los Ángeles, en una transacción que dejó al descubierto que los ‘’Pati-Rojos’’ tendrán pocas opciones para disputar el título del Este de la Liga Americana.
El antesalista y buen bateador, Anthony Rendón, se fue de los Nacionales de Washington, y ahora está con los Angelinos de California, en una etapa de su vida deportiva, en donde espera conquistar por lo menos, un nuevo anillo de Serie Mundial.
El veterano lanzador zurdo, David Price, fue canjeado por los Medias Rojas a los Dodgers, en otro movimiento importante dentro de la bolsa de peloteros de las Grandes Ligas, lo que refleja la proyección que busca abonar a la novena de Los Ángeles, camino a llegar y triunfar en la Cita de Otoño.
El derecho y experimentado lanzador colombiano, Julio Teherán fue dejado en libertad por los Bravos de Atlanta y los Angelinos de California lo firmaron a un año, para hacer parte de la rotación que dirigirá a partir de este año, el veterano estratega Joe Maddon. Teherán al cambiar de liga dejará de ser utilizado como bateador y será reemplazado por el Designado de la novena.
Trevor Bauer, el destacado derecho que defendía el uniforme de los Indios de Cleveland, fue transferido a los Rojos de Cincinnati, cambiando de circuito y de accionar en el campo de juego, pues cada vez que suba a la loma de los sustos, al bajar de ella tendrá que consumir su turno al bate cuando le corresponda, trabajo que no desempeñaba en la Liga Americana.
El arribo del relevista derecho, Dellín Betances, a la nómina de los Mets de Nueva York luego de pertenecer desde su llegada a la Gran Carpa, hace ocho años, a los Yanquis de Nueva York.
Y el veterano zurdo, Madison Bumgarner, que deja a la divisa de los Gigantes de San Francisco, con la que consiguió muchos honores dentro de su brillante carrera desde el montículo, para reforzar la rotación de los Cascabeles de Arizona.
Esos son, aparentemente, los refuerzos más destacados que cambiaron de equipo, pero a la fecha, el cubano Yasiel Puig, un buen pelotero a pesar de su ímpetu para jugar en los diamantes, puede ser una buena pieza para una novena que como los Marlins de Miami, podría atraer público y algo de consistencia a su ofensiva.
Y las preocupaciones en inversiones a largo plazo de peloteros como Jacoby Ellsbury, procedente de los Medias Rojas, y Giancarlo Stanton, viniendo de los Marlins, ambos guardabosques de los Yanquis, cuyos resultados no reflejan el costo millonario de sus contratos ni las expectativas que se tejieron sobre ambos, para apenas citar dos casos que están de boca en boca en los actuales momentos.
Punto de apoyo
Hay quienes sostienen que los mejores cambios en el receso invernal de las Grandes Ligas, corrieron por cuenta de los Dodgers de Los Ángeles, en la Liga Nacional, y los Mellizos de Minnesota y los Medias Blancas de Chicago, en la Liga Americana.
Los Dodgers que consiguieron las firmas de Dave Price para la rotación y del afamado Mookie Betts, en procura de llegar una vez más a la Cita de Otoño y en lo posible, derrotar a su contrincante del circuito de la Americana, en la gran final de la campaña, cuya derrota en el 2017 dejó un sabor agridulce al conocerse, mucho tiempo después, del robo de señas por parte de los Astros de Houston, los triunfadores en el Clásico de Otoño de ese año.
Y los Mellizos, porque obtuvieron los servicios del veterano derecho japonés Kenta Maeda, procedente de los Dodgers; y los Medias Blancas que contrataron al probado toletero dominicano, Edwin Encarnación, de la agencia libre, para intentar romper el cerco que los ha mantenido alejado de llegar a la Serie Mundial, primero para disputarla, y segundo, para intentar ganarla.
Por el momento, la situación no está clara para los efectos de la protección necesaria que es indispensable para superar, por lo menos, en los próximos 45 días, la pandemia por el Covid-19 que es una verdadera amenaza sanitaria mundial y que el béisbol no va a escapar de la situación.