Por: Antonio Andraus Burgos
La posibilidad de 36 novenas para el béisbol de las Grandes Ligas, está más cerca que nunca. Por lo menos se vislumbra que ello pueda ocurrir más temprano que tarde.-
El béisbol está superando todos los límites en el horizonte, y tal como advierten muchos dirigentes de la Gran Carpa, más temprano que tarde, el número de 36 novenas, algo que muchos desean en la industria, se dará como por arte de magia, porque el negocio y la organización lo están exigiendo.
Ver la práctica del béisbol en zonas del mundo que hasta hace muy poco tiempo, parecía imposible, hoy día es saludable y sano saber que en la India, por apenas citar a un conglomerado inmenso de posibilidades para arraigar la disciplina en esa zona del mundo, traería, sin duda alguna, enormes opciones para una gigante expansión del mundo beisbolero.
Sudáfrica ya está jugando béisbol de cierta calidad, creciendo de manera lenta pero con paso seguro; y Australia, para citar a otro rincón del mundo, desarrolla con buen talento su pelota profesional, arrojando muy buenos resultados a la hora de analizarse los costos y los beneficios de los campeonatos.
Por todas las áreas
Si China ya lo tiene entre manos y cada día aumenta el número de practicantes del Rey de los Deportes, especialmente en la zona insular de Taiwán, de donde han surgido peloteros de valía; si Corea del Sur y Japón son países con proyecciones interesantes en materia de cantera para el béisbol en el mundo, efectuando además sus respectivos campeonatos profesionales; si Brasil, Panamá, Nicaragua y Guatemala, se empinan por hacerse notar en la disciplina, no hay duda que los otros países del área latina, tendrán que ir creciendo de la propia mano de su capacidad de juego y del talentoso derroche de calidad y picardía que tienen los peloteros caribeños.
Las Bahamas, Aruba, Bonaire y Curazao ya se hacen notar con sensacionales jugadores en las Grandes Ligas; Canadá no se queda atrás, porque sus peloteros de prestancia en la Gran Carpa; y Holanda camina a buen ritmo para ir pensando en conseguir cupos en los clubes de las Mayores con sus representantes; pues la cosa va por buen camino, cuando Inglaterra parece tener la mira puesta en que la pelota profesional vuelva por sus fueros en esas tierras en donde se cimentó la práctica del béisbol, y contar, a vuelta de pocos años, con presencia en las competencias de la crema y nata de este deporte.
República Dominicana, Puerto Rico, México, Venezuela y Colombia, son países sólidos en el aspecto competitivo y de pujanza para el béisbol, en donde los dominicanos vienen siendo, dentro del área latina, la que mayor número de jugadores aporta con extraordinarias cualidades.
Cuba, toda una potencia en este deporte y que está saliendo del ostracismo beisbolero, paralizado en materia competitiva a nivel profesional por esas cosas de la geopolítica internacional, tendrá mucho para ofrecer a la vuelta de la esquina, porque con el creciente número de sus representantes en los clubes del Béisbol Organizado, fácilmente se puede concluir que los isleños volverán a ser, como lo fueron en años pasados, dignos representantes en este deporte.
Que no le quepa la menor duda a nadie: Cuba está acrecentando su presencia en la pelota organizada, con jugadores de jerarquía, que brillan con luz propia en sus respectivas novenas. Esa cantera puede ser cuantiosa y excelsa en los próximos años.
De la expansión
El béisbol de las Grandes Ligas está pensando en multiplicar su presencia en el mundo, algo que está consiguiendo a pasos agigantados, aun cuando relativamente no se note.
Hace muy pocos días, una novena con estrellas de la Gran Carpa estuvo en el Japón, en donde efectuaron 6 partidos, y las representaciones niponas se alzaron con 5 victorias frente a 1 derrota. Pero eso no es lo importante. Lo importante es que la asistencia de los aficionados a los parques de pelota superó la cifra promedio de 36 aficionados por partido.
No era la primera vez que jugadores de las mayores juegan en tierras del Sol Naciente. Pero lo que eso significa es que cada día se hace más que evidente que la expansión de la pelota organizada es prácticamente un hecho, a corto plazo.
Si consideramos que para la temporada del 2019, dos partidos oficiales del béisbol de las Grandes Ligas se desarrollarán en el estadio Olímpico de Londres – escenario que por cierto, se está remodelando para albergar a por lo menos 50.000 espectadores para el espectáculo previsto- los días 29 y 30 de junio, entre los Yanquis de Nueva York y los Medias Rojas de Boston, no nos cabe la menor duda que el horizonte para el béisbol se está expandiendo de manera acelerada.
Hay una pregunta con respecto a la posibilidad de que Londres sea sede de una novena de las Mayores. ¿Será factible dada la distancia entre la Costa Este y la capital inglesa? Nos parece más que factible, dado que un vuelo entre Boston y Londres; entre Nueva York y Londres; entre Baltimore y Londres; entre Tampa y Londres, está en promedio de 7 horas, lo cual es igual prácticamente a los vuelos que hacen los Mets de Nueva York cuando les corresponde jugar contra los Dodgers de Los Ángeles, para apenas citar un ejemplo, en la Liga Nacional; o de manera viceversa, cuando los Angelinos de California juegan en el ‘’Yankee Stadium’’ de Nueva York con los Yanquis, dentro de las campañas regulares de la Liga Americana.
En cuanto a inversionistas ingleses para hacerse a una franquicia en las Grandes Ligas, parece que hay de sobra, y que la afición londinense, por su parte, con una novena competitiva, seguramente que tendrá un respaldo más que seguro, como ocurrió en los pasados Juegos Olímpicos, cuando el diamante beisbolero fue uno de los más concurridos dentro del certamen.
¿Nuevas franquicias?
Desde distintos ángulos del Béisbol Organizado se viene hablando, cada vez con mayor insistencia, en que el número de equipos para las temporadas de las Grandes Ligas debe acercarse, cuánto antes, a los 36, para que en cada liga exista un número de 18 participantes, lo que igualaría una vez más la opción de evitar los partidos de intercambio entre los dos circuitos, como ocurre actualmente, en consideración a que por tener cada grupo un número impar de participantes, hace forzoso elaborar el calendario de partidos de la temporada con desafíos entre equipos de ambas divisiones.
Se sabe que por lo menos México está interesado en obtener par de franquicias de las Grandes Ligas. La afición azteca es numerosa y su béisbol profesional, quizás el más grande y competitivo de América Latina con 16 equipos, puede dar garantías del presunto éxito en el momento en que se convierta en realidad la presencia de la pelota organizada en esa parte del mundo.
Agreguemos que República Dominicana estaría dispuesta a conseguir por lo menos un cupo en la Gran Carpa, una justa aspiración del pequeño país centroamericano en donde cada año surgen más y más figuras para el Béisbol Organizado. Que Puerto Rico no se queda atrás en esas aspiraciones, porque sería un bello espectáculo para la nutrida afición beisbolera que tiene la Isla del Encanto. Que Montreal está pidiendo a gritos volver al Béisbol Organizado, como lo fue hasta hace pocos años, cuando fue la sede de los Expos, divisa hoy convertida en los Nacionales de Washington. Y cuidado que en la capital de los Estados Unidos no se pueda desechar que los Senadores, la antigua y reconocida novena de esa ciudad, pueda volver a competir en la Gran Carpa, para que sean dos las novenas de esa zona de los Estados Unidos.
Y para completar el panorama, Portland, en el estado de Oregon, está interesadísima en conseguir una franquicia en el menor tiempo que sea posible, porque su afición es numerosa y porque sabe del deporte, debido a que en sus tierras juegan novenas de la clase Triple A de las Grandes Ligas.
Grosso Modo, las posibilidades de la expansión del béisbol de las Grandes Ligas no es una necedad y tal vez sea una necesidad para la industria, porque al multiplicarse matemáticamente el número de sus practicantes en diversas esquinas del mundo, mayor será la proporción de peloteros que pueda llegar a jugar en la Gran Carpa.
Cuando China y la India de verdad verdad empiecen a desarrollar el juego del béisbol en sus territorios, algo que se adelanta hoy día a buen ritmo, la invasión de jugadores de ambos países será inevitable y la capacidad de albergarlos no tendrá fórmula distinta que ampliar el número de franquicias en el Béisbol Organizado.
Eso parece que está lejos para muchos entendidos en la materia, pero para otros observadores de la pelota a nivel profesional, la cosa puede estar más cerca que nunca, pues el mundo hoy día es una aldea global y las distancias ya no existen con los modernos sistemas de transportes y de comunicación a través de la televisión y de las redes sociales.