Por: Carlos Enrique Marín Vélez
Messi, Ronaldo, Casillas, Falcao no son nombres, sino marcas. Chelsea, Real Madrid, Barcelona, Juventus, no son equipos de fútbol, sino empresas y la F.I.F.A no es una confederación, sino un Estado Itinerante, que con sus 250 millones de futbolistas inscritos en sus registros sería uno de los países más poblados del planeta. Baste señalar que tiene más países afiliados que O.N.U, y a que al año se disputan más de 23 millones de partidos de naturaleza competitiva, la mayoría de ellos o trasmitidos o televisados, que son seguidos por más de 2.000 millones de hinchas, casi la cuarta parte de la población mundial, Semejante fenómeno social le ha servido de rodela a gobiernos autocráticos para tapar sus desmanes, a fabricantes de televisores para incrementar sus utilidades, a los medios de comunicación para aumentar su audiencia, a los presidentes para acrecer su popularidad y a la gente para agrandar sus ilusiones.
Solo el fútbol y particularmente la copa mundo, que este año se disputará en Brasil, logra que en rededor de unas monas que van a llenar un álbum convivan personas de todas la condiciones. Intercambiar la lámina de Neymar por la de Vidal, o la de Costa Rica por la de Costa de Marfil, o explorar en ese mercado callejero cómo se cotizan las más escasas, es una sana expresión social y un fervoroso ejercicio de entusiasmo y de nacionalismo. Además, amplía la cultura política de los aficionados, porque incorpora a la alacena de sus conocimientos países como Argelia, como Irán, como Bosnia-herzegovina, como Costa de Marfil, de los que poco sabían, salvo que van a competir en el mundial.
Junio y julio son meses jubileo deportivo, de apuestas, de pollas, de emociones, de llanto y de felicidad. Todo el mundo, desde Bután hasta Guam, estará atado a un televisor disfrutando colectivamente la pasión que levanta el más popular de los deportes. Los favoritos son los mismos: Brasil, Alemania, Italia, Francia, España, Argentina, pero en el alma y en el ánimo de cada aficionado yace su propio horóscopo.
El Vaticano que no es miembro de la FIFA por carecer de estadio, será relevado en junio por las oraciones y los ruegos de los hinchas que veremos la mayoría de los 64 partidos que se jugarán en la copa mundo “Brasil 2.014”. Nos vemos en el club.