Nada más fastidioso que un chicle pegado al zapato. Y es que muy pocos saben comer chicle. Es una costumbre muy gringa que se nos ha ido “pegando” a los colombianos. Recuerdo la cuña radial que hacía hace muchos años nuestro gran amigo Gabriel Melo Guevara: “yo soy Tomasito Clark…” que motivaba a los niños de la época a comprar esos dulcecitos pegajosos que después de chuparlos se dejan a merced de cualquier zapato.
Los gringos adelantan campañas para enseñarle a los consumidores de los chicles a envolverlos en el mismo papel en que vienen empacados, antes de tirarlos al piso. Pero esto apenas empieza y por lo tanto siguen persiguiendo los zapatos de los transeúntes.
En nuestro medio, la costumbre de chupar chicle, se acrecienta, mas no la forma de desecharlos cuando quedan sin sabor. Por ello, nuestras calles viven embadurnadas con esas pegajosas golosinas. Esto le preocupa mucho a Petro el alcalde, a tal punto que está tratando de gastarse otra parte del presupuesto en erradicar la fea costumbre de muchos habitantes de la capital de tirar al piso los sorbidos chicles, que se pegan a los zapatos de los habitantes de la sufrida capital.
Todos pensaban que a Petro solo lo desvelaba la revocatoria, las maltrechas calles y avenidas que maltratan los zapatos, las llantas y la vida de los bogotanos, pero ¡no! Hay algo peor: los chicles…
Algo más trascendental que el desgobierno, las renuncias diarias de sus “colaboradores”, las basuras que vuelven a atosigar a los habitantes, los inservibles buses del SITP que se pasean por las calles sin un solo usuario y las mil y una fallas de su administración: los chicles…
Petro, está muy preocupado, al punto que ha contratado a los estudiantes para adelantar un censo de los chicles pegados a las calles y andenes, para gastarse otra cantidad de dinero, de nuestros impuestos, para despegarlos, “porque afean la imagen de Bogotá”.
Como Petro no tiene espejo, vale la pena decirle que es él, el chicle de Bogotá y que hay que despegarlo cuanto antes, pero parece que hasta el Procurador está chupando chicle…
BLANCO: La extraordinaria conferencia del colega Oscar Alarcón, con motivo del lanzamiento de la estampilla para conmemorar los 100 años del nacimiento del expresidente Alfonso López Michelsen.
NEGRO: La pérdida del gran amigo Carlos Delgado Pereira. Paz en su tumba.