Por: Antonio Andraus Burgos
En partidos de ‘’infarto’’, los Atléticos de Oakland y los Reales de Kansas City, en la Liga Americana; y los Gigantes de San Francisco y los Piratas de Pittsburgh, en la Liga Nacional, definen su paso a la final por el título de sus respectivos circuitos.-
El suspenso se vivió hasta pocas horas antes de que concluyera el último partido del calendario regular de juegos de esta temporada 2014 del béisbol de las Grandes Ligas.
Cuando todos los equipos ya habían cumplido con 161 de los 162 partidos del torneo regular, dos encuentros eran de suma importancia para que se conociera definitivamente a las novenas que entrarían a disputar, en un juego ‘’de infarto’’, el cupo de los comodines, tanto en la Liga Nacional como en la Liga Americana.
Veamos, a ojo de buen cubero, lo que estaba ocurriendo, hasta este domingo 28 de septiembre.
Los Tigres de Detroit tuvieron que derrotar a 3 carreras por 0 a los Mellizos de Minnesota, con sensacional trabajo serpentinero de David Price, para asegurar su corona en la división Central de la Americana, porque en caso de una derrota, la victoria que finalmente obtuvieron los Reales de Kansas City sobre los Medias Blancas de Chicago, 6 carreras por 4, le daba la posibilidad de igualar la marca de ganados y perdidos con los ‘’felinos’’, y obligar a desarrollarse un partido extra para definir el título de la zona.
Otro tanto sucedía con los resultados de los partidos entre los Atléticos de Oakland, frente a los Vigilantes de Texas, a los que vencieron 4 carreras por 0, porque una derrota de Oakland y el triunfo de los Marineros de Seattle sobre los Angelinos de California 4 carreras por 1, les permitía a los marinos a disputar otro juego extra para definir el rival del juego para la casilla del comodín.
De tal manera que, así como se esperaba con entusiasmo por los seguidores de esas cuatro divisas los resultados de estos desafíos, igualmente, los amantes del béisbol seguidores de otras divisas, estaban sentados, con toda tranquilidad, esperando conocer a los próximos contrincantes para obtener la casilla del comodín de cada liga, como paso inmediato para pensar en la disputa del titulo de su liga.
Los Atléticos se medirán a los Reales, en Kansas City, en busca de conseguir el boleto para entrar a la postemporada, por la Liga Americana, este martes por la noche, en donde están ya clasificados los Orioles de Baltimore; los Tigres de Detroit, y los Angelinos, en su calidad de ganadores de las divisiones Este, Central y Oeste del circuito.
Los Orioles se medirán en la serie divisional con los Tigres; mientras que los Angelinos esperan en casa al club ganador del comodín, para la otra serie divisional del circuito.
Y en cuanto a la Liga Nacional, los Nacionales de Washington, los Cardenales de San Luis y los Dodgers de Los Ángeles, también como ganadores de sus zonas del Este, Central y Oeste de su circuito, esperan al ganador del juego entre los Gigantes de San Francisco y los Piratas de Pittsburgh, choque que definirá esa valiosa tarjeta de invitación para la gran final del Viejo Circuito, el miércoles 1o. de octubre en horas de la noche.
Los Cardenales jugarán la serie divisional contra los Dodgers; mientras que los Nacionales esperan al ganador del comodín para disputar la serie divisional del Viejo Circuito.
Partidos de ‘’infarto’’
La creación de este sistema de la tarjeta de invitación o comodín en el béisbol de las Grandes Ligas, siempre tiene críticos a favor y otros tantos en contra, especialmente porque los expertos consideran que en un solo juego no se puede apreciar la calidad de las dos novenas que llegan a la confrontación en busca de ese pasaporte que les permita ir a la final de su liga.
Ello puede ser más que cierto. En un solo desafío no se puede conocer a fondo las condiciones o calidad de uno u otro equipo. Pero para quienes tienen la apreciación de que es válida ese tipo de confrontaciones para dar el salto a la final de su respectiva liga, sostienen que un equipo que tiene la suficiente calidad de juego no tiene por qué esperar hasta esta parte de la temporada para adquirir su derecho de ir a la disputa del título. Debe hacerlo ganando con la solvencia y calidad necesarias su clasificación dentro de la temporada regular.
Por eso, estos dos desafíos de la cita por la captura del comodín, es bien recibida por muchos, y rechazada por unos cuantos. Pero a la hora de la verdad, es una opción que se le da al mejor tercer equipo de toda la liga para medir fuerzas con el mejor segundo de todo el circuito, de ganar o perder la opción de ir a la final.
Como suele ocurrir, para unos es de beneficio tener esa última oportunidad de llegar a la final de la disputa del titulo de la liga, y para otros, muy pocos por cierto, un juego extra, de ‘’infarto’’, porque no hay más instancias para avanzar en el duro trajinar de una temporada del béisbol de las Grandes Ligas, deja mucho que desear y debiera pensarse, como ellos sostienen, en una serie de tres compromisos.
Para nosotros, ese formato utilizado hasta el momento para decidir esa casilla opcional para ir a la final, nos parece deportiva, sabia y prudente.
Los dos juegos
Y refiriéndonos a los dos juegos que competen a la final de este año, veamos con criterio objetivo, y desde luego, subjetivo, del por qué van a la disputa de ese juego definitivo en ambas ligas.
Cuando este miércoles 1o. de octubre, se efectúe en el estadio de Pittsburgh, el choque entre los Gigantes de San Francisco y los Piratas, se dará por sentado del por qué había que desarrollar este choque final, para decidir el ingreso del cuarto equipo a la ronda final por la corona de la Liga Nacional.
Las dos novenas muestran una tarjeta con 88 triunfos y 74 derrotas, reflejando exactamente un sano empate dentro de la campaña regular, por lo que, obligadamente, hay que pensar en que el choque adicional, este que se juega en las próximas horas, era más que necesario y obligatorio para decidir, sin discusión alguna, cual de las dos representaciones va a la fase final en busca del título del Viejo Circuito.
Bruce Bochy, el estratega de los Gigantes, tiene anunciado para abrir el compromiso al zurdo Madison Bumgarner, que tiene registro de 18 ganados y 10 perdidos, con 2.98 carreras limpias por juego; enfrentándolo al derecho Edinsón Vólquez, de los Piratas, con marca de 13 ganados y 7 perdidos, con 3.04 de efectividad.
No por jugarse en casa de los Piratas, nos inclinamos en considerar que la novena de Pittsburgh como la posible triunfadora del juego, sino porque durante la temporada mostró más cohesión en su juego, y mejor desempeño tanto a la ofensiva, registrando promedio de 247 puntos, contra 241 de los Gigantes, como en el trabajo de los lanzadores, con marca de 3.47 de efectividad ante los 3.50 que señala el equipo de San Francisco.
Ese empate de juegos ganados y perdidos no está dado en la disputa del comodín de la Liga Americana, aun cuando la distancia entre uno y otro, es realmente mínima, como debe ser, por tratarse del mejor segundo del circuito, los Reales, con 89 triunfos y 73 derrotas, contra 88 victorias y 74 reveses, de los Atléticos, el mejor tercero de la liga.
El partido de la Americana se hará este martes 30 de septiembre en la casa de los Reales, lo que para muchos es ciertamente una ventaja, dado a que la novena de Kansas jugó bien en calidad de equipo de casa, con 42 triunfos frente a 39 derrotas, mientras que los Atléticos fueron perdedores como visitantes con tarjeta de 40 ganados y 41 perdidos.
Ned Yost, el conductor de los Reales, tiene señalado para llevar a la loma de los sustos al derecho James Shields, con 14 ganados y 8 perdidos, y 3.21 carreras limpias por juego; mientras que los Atléticos utilizarán al veterano zurdo, Jon Lester, adquirido a mitad de campaña de la nómina de los Medias Rojas de Boston, con tarjeta de 16 victorias y 11 derrotas, con 2.46 de efectividad.
Sin embargo, los críticos consideran que los Atléticos muestran un mejor juego de conjunto que los Reales, pese a que los de Kansas ofrecen mejor ofensiva con promedio de 250 en la campaña, contra 233 de Oakland, pero a muchos se les ocurre pensar que Yoenis Céspedes, el jardinero cubano canjeado a los Medias Rojas precisamente por el zurdo Lester, puede ser la gran ausencia en este compromiso a la hora de decidir con un tablazo el compromiso.
La balanza se inclina por los Reales por jugar en casa, pese a que la efectividad de la novena está por debajo de la de sus rivales, con 3.51 carreras limpias por juego ante los 3.22 de efectividad de los visitantes.
En un sólo desafío cualquier cosa puede suceder en el béisbol. Pero en todo caso, ambos compromisos son verdaderos clásicos, que extienden a este par de juegos adicionales de la temporada, el entusiasmo y la alegría de la calidad de pelota que se jugó en este 2014 en las Grandes Ligas.