El promedio de edad es de 30 años, y el cuadro sintomático se mantiene más allá de los seis meses, según un nuevo estudio noruego.
La Covid de larga duración o Covid persistente, reconocida como patología el pasado septiembre por la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a entre un 10 y un 20% de las personas que han pasado la infección, y no entiende de edades ni está especialmente vinculado a la gravedad con la que se haya sufrido la enfermedad asociada al SARS-CoV-2.
Mientras se intentan despejar más incógnitas sobre su etiología, causas y desarrollo, hay algunas evidencias más o menos claras. La primera, es que parece ser más frecuente en mujeres que en hombres y que afecta más a la población joven. Los primeros informes de Covid persistente en un hospital de París entre mayo y julio de 2020 sugirieron que la edad promedio era de alrededor de 40 años, y que, por cada varón afectado, había cuatro mujeres. Ahora, un trabajo publicado en la prestigiosa revista Nature Medicine describe la persistencia de los síntomas seis meses después de la infección, incluso en personas jóvenes aisladas en casa.
El estudio hizo un seguimiento de los pacientes infectados durante la primera oleada pandémica en Bergen (Noruega). “El principal hallazgo novedoso es que más del 50% de los adultos jóvenes de hasta 30 años, aislados en casa, siguen teniendo síntomas persistentes seis meses después de la enfermedad leve o moderada”, explica la líder del grupo, la profesora Nina Langeland.
Los síntomas más comunes fueron la pérdida del olfato y/o del gusto, la fatiga, la falta de aliento, el deterioro de la concentración y los problemas de memoria. “Hubo una correlación significativa entre los niveles elevados de anticuerpos y los síntomas en los pacientes aislados en casa; otros factores de riesgo para los síntomas fueron el asma u otras enfermedades pulmonares crónicas”, afirma la profesora Rebecca Cox, jefa del Centro de Gripe de la Universidad de Bergen y del Hospital Universitario de Haukeland y colíder del grupo de investigación.
En los pacientes de Covid no hospitalizados, el 30% experimentó fatiga, que fue el síntoma más común. Los niños menores de 16 años presentaban menos síntomas a largo plazo que los adultos.
Pero el profesor asociado Bjorn Blomberg, y primer autor del artículo, subraya que “los síntomas cognitivos de deterioro de la memoria y las dificultades de concentración son especialmente preocupantes para los jóvenes que van a la escuela o a la universidad, y ponen de relieve la importancia de la vacunación para prevenir las consecuencias en el estado de salud a largo plazo de la covid”.
Relación con el virus Epstein- Barr
Por otro lado, un estudio publicado en la revista Pathogens sugiere que la reactivación del virus de Epstein-Barr (VEB), resultante de la respuesta inflamatoria a la infección por SARS-CoV-2, puede ser la causa de algunos síntomas de Covid persistente, como la fatiga, la niebla cerebral y las erupciones cutáneas, que se producen en aproximadamente el 30% de los pacientes tras la recuperación de la infección inicial.
“Realizamos pruebas de anticuerpos contra el VEB en pacientes con recuperados de covid, comparando las tasas de reactivación del VEB de los que tenían síntomas de Covid persistente con los que no tenían. La mayoría de los primeros dieron positivo en la reactivación del VEB, pero sólo el 10% de los controles indicaron reactivación”, explica el autor principal del estudio, Jeffrey E. Gold, de la World Organization.
Los investigadores empezaron por encuestar a 185 pacientes seleccionados al azar que se habían recuperado de la Covid y descubrieron que el 30,3% presentaba síntomas persistentes a largo plazo. Esto incluía a varios pacientes con casos de Covid inicialmente asintomáticos, que posteriormente desarrollaron síntomas.
La relación entre el SARS-CoV-2 y la reactivación del VEB descrita en este estudio abre nuevas posibilidades para el diagnóstico y el tratamiento de la Covid de larga duración. Los investigadores indican que puede ser prudente analizar a los pacientes que acaban de dar positivo en Covid para ver si hay indicios de reactivación del VEB. Si los pacientes muestran signos de reactivación del VEB, podrían ser tratados tempranamente para reducir la intensidad y la duración de la replicación del VEB, lo que puede ayudar a inhibir el desarrollo de la Covid persistente. (elmundoalinstante.com).