Con la excepción de los Astros de Houston, los otros tres contrincantes, los Rayas de Tampa, los Atléticos de Oakland y los Yanquis de Nueva York, hicieron méritos para estar en la contienda final camino al título de la Liga Americana.
Se esperaba a los Mellizos de Minnesota. Y de pronto, a los Medias Blancas de Chicago con los Indios de Cleveland. Pocas posibilidades se le otorgaba a los Azulejos de Toronto. Ninguna de las esas novenas se clasificaron para la jornada previa a la disputa del título de la Liga Americana, en esta atípica temporada del béisbol de las Grandes Ligas.
Después de barrer los Rayas, en Tampa, a los Azulejos de Toronto; los Yanquis de Nueva York a los Indios, en Cleveland; los Astros de Houston a los Mellizos, en Minnesota; y los Atléticos en cerrada serie con los Medias Blancas de Chicago, en Oakland, las dos series divisionales de la Liga Americana, con la excepción de los Astros, llegan a esta fase de la postemporada las novenas que deben estar en la contienda por lo que desarrollaron en esta inusual temporada.
Ver salir a los Mellizos y a los Medias Blancas de la ronda de los cuatro grandes, no ha sido de buen recibo entre los expertos, como también ocurre con los Indios, a los cuales se les consideraba que una de esas tres novenas de la zona Centro de la Americana, debía estar en camino a la disputa del título del circuito.
Definidos los cuatro finalistas de la Liga Americana, debemos confesar que, por fortuna, se pudo llegar a esta instancia de la jornada, porque en medio de la pandemia por el Covid-19, muchos considerábamos que era bien difícil pensar en la vuelta de la definición de los títulos. Pero ya estamos aquí y hay que seguir adelante.
Rayas vs. Yanquis
De entrada hay que señalar, bajo la premisa de podernos equivocar, en que la dirección de los Rayas, la mente de Kevin Cash, y la de Aaron Boone, de los Yanquis, son casi que diametralmente opuestas y quizás, con el temor también a no estar en lo cierto, totalmente diferentes.
Los Rayas han logrado ensamblar todas sus piezas para armonizar defensivamente un buen equipo, aun cuando no tenga la solidez que muchos quisieran. Pero a cambio, tienen una rotación de primera línea, que se muestra sólida, con mucha capacidad y con un cuerpo de relevistas de quilates.
Su nómina, que no llega a los 100 millones de dólares, carece de súper-estrellas, pero todos sus peloteros merecen un puesto de honor a la hora de cualquier balance que se haga, pues ganar la división Este de la Liga Americana, con 40 victorias y 20 derrotas, en esta temporada que ya agoniza, no estaba en las cuentas de nadie.
Cash maneja con buen tino y paciencia a todos sus jugadores, y les ofrece el respaldo que necesitan en los momentos decisivos, y muy pocos, caen en el campo de las angustias.
Saben que tienen poco que perder y mucho de ganar, cada vez que saltan al campo de juego, y por eso, se divierten jugando el béisbol.
Willy Adames, Mike Zunino, Brandon Lowe, Joey Wendle, Kevin Maier, Hunter Renfroe, el dominicano Manuel Margot, el surcoreano, Ji-Man Choi, el japonés Yoshi Tsutsugo, los cubanos Yandy Díaz y el novato Randy Arozarena, entre otros; y una rotación con Blake Snell, Tyler Glasnow, Charlie Morton y Ryan Yarbrough, con los relevistas Nick Anderson, Pete Fairbanks y el dominicano Diego Castillo, cuentan con la suficiente fortaleza para dar otro gran paso en la campaña 2020.
Boone, por su parte, lidia con una nómina de lujo, valiosa y bien remunerada, como que ocupa el primer lugar en costo, con más de 240 millones de dólares al año, pero que ha venido padeciendo serios contratiempos en el aspecto de salud, hasta el punto de no contar con tres de sus lanzadores de la rotación, como James Paxton y los dominicanos, Luis Severino y Domingo Germán, este último por estar suspendido por una medida administrativa, como consecuencia de sus implicaciones en violencia intrafamiliar.
Sin embargo, los Yanquis llegaron a las 33 victorias frente a 27 derrotas, y en la breve temporada, más de media docena de sus jugadores titulares estuvieron por fuera de juego.
Sobre el papel, los Yanquis es un equipo que mete miedo de verdad verdad, especialmente con su poderosa alineación, pero que flaquea en su defensa en el campo corto y la primera almohadilla, y un poco menos pero que también se siente, en la receptoría; y con su disminuida rotación dependiendo de apenas tres brazos y un relevo intermedio que en ocasiones da mucha ventaja, las cosas no son tan claras.
Sin embargo, con D.J. LeMahieu, Aaron Judge, Aaron Hicks, el colombiano Gio Urshela, el venezolano Gleyber Torres, Luke Voit, Brett Gardner, el dominicano Gary Sánchez, a pesar de us altibajos; Clint Frazier y Mike Tauchman, pueden cambiar la pizarra de un juego en un abrir y cerrar de ojos.
Gerrit Cole es la gran fortaleza de la rotación, y dependiendo de lo que puedan hacer el japonés Masahiro Tanaka; los zurdos J.A. Happ y Jordan Montgomery; y el novato derecho dominicano Deivi García, como abridores; con el apoyo de Chad Green, Jonathan Holder, el mexicano Luis Cessa, el nicaragüense Jonathan Loaisiga, Adam Ottavino, Zack Britton y el ‘’misil’’ cubano Aroldis Chapman, los Yanquis pueden pensar en ir a la disputa del título de la Liga Americana.
Los entendidos consideran que son los Rayas los que tienen el boleto a ganador, aun cuando ciertamente para los críticos, los Yanquis puedan hacer cambiar el panorama, si ganan el primer juego de la contienda.
Y hagamos esta anotación, que nos parece poco deportiva, pero válida para el momento. Los Rayas y los Yanquis además de la rivalidad deportiva, hay una extra deportiva que se ha reflejado en los tres últimos partidos entre dichas novenas, que nada bueno trae a lo que es la esencia y el sabor del béisbol. Ojalá la situación no pase a mayores en esta contienda final.
Los abridores
Kevin Cash confirmó, sobre las últimas horas, que su equipo llevará a la lomita de los sustos, en los tres primeros juegos a Blake Snell, Tyler Glasnow y Charlie Morton, en ese orden.
Aaron Boone anunció que Gerrit Cole abrirá el primer juego; contra el zurdo Blake Snell, de los Rayas; mientras que para el segundo encuentro, los Rayas llevarán a la lomita a Tyler Glasnow frente al japonés Masahiro Tanaka o al zurdo Jordan Montgomery, cuya decisión no ha sido dada a conocer hasta el cierre de esta edición.
Astros vs. Atléticos
Con la segunda mejor marca del circuito, con 36 ganados y 24 perdidos, los Atléticos, con Bob Melvin a la cabeza, y la peor de los clasificados, en manos de los Astros, con 29 triunfos y 31 derrotas, dirigidos por el veterano Dusty Baker, estos equipos tienen con qué ofrecer una serie divisional de altura.
Melvin cuenta con un grupo de jugadores en los Atléticos capaces de voltear el resultado de un juego en par de jugadas, mientras que Baker trae consigo el peso de los hoy ‘’odiados’’ Astros, por la trampa que le descubrieron con el robo de señales a los equipos rivales.
Con Tommy La Stella, Jake Lamb, Marcus Semien, Sean Murphy, Stephen Piscotty, Kris Davis. Matt Olson, Mark Canha, el dominicano Ramón Laureano, entre otros; y con Mike Fiers, Sean Manaea, el peruano-venezolano Jesús Luzardo; Chris Bassitt, y el dominicano Frankie Montas, como brazos abridores; y Liam Hendricks, Jake Diekman, Lou Trivino, el venezolano Yusmeiro Pettit y el mexicano Joakim Soria, como respaldo de los abridores, los Atléticos cuentan con lo necesario para seguir adelante.
Mientras tanto, la pérdida de mejor brazo derecho calificado, Justin Verlander en las postrimerías de la temporada, le dejó un enorme vacío a la rotación de los Astros, y Dusty se las ha ingeniado para que la estantería no se venga al suelo, manejando con prudencia lo que tiene entre manos, incluyendo el ‘’bache’’ de varios de sus hombres claves a la ofensiva.
Con Alex Bregman, los boricuas Carlos Correa y Martín Maldonado, el venezolano José Altuve, el cubano Yuli Gurriel, Michael Brantley, George Springer, Josh Reddick y Kyle Tucker, entre otros, Baker pudo conducir la nave a buen puerto hasta clasificarse para la postemporada.
Frente a los Atléticos, los pupilos de Dusty no son favoritos, pero si Zack Greinke, los dominicanos Cristian Javier y Framber Valdez, el mexicano José Urquidy, Lance McCullers y Brandon Bielak, con el indiscutible apoyo de Ryan Pressly, Blake Taylor, Josh James y Andre Scrubb, entre los relevistas, logran detener a la batería de Oakland, a lo mejor les suena la flauta en esta serie divisional.
Los lanzadores
Chris Bassitt será el abridor por los Atléticos en el primer juego, frente a Lance McCullers Jr., de los Astros; y para el segundo encuentro, el zurdo Sean Manaea lo hará por Oakland, y el también zurdo dominicano, Framber Valdez será el encargado por los Astros.
Los expertos creen en los Atléticos. Y esas consideraciones de darles alguna ventaja sobre los Astros se debe, más que todo, a la forma en que los muchachos de Bob se mueven dentro de los diamantes.
Pero entre los Rayas y los Yanquis, nadie se atreve a dar un ganador pleno. Las opiniones están divididas. Por supuesto, eso se debe a que los de Tampa tienen una rotación fuerte y de profundidad, y los de Nueva York, un ataque que se hace sentir en el momento en que nadie lo espera.
Las dos series se harán de manera consecutiva, es decir, sin día de descanso, entre este 5 y el 9 de octubre. La de los Atléticos y los Astros en el estadio de los Dodgers de Los Ángeles; y la de los Rayas y los Yanquis en el Petco Field, el parque de pelota de los Padres de San Diego.
Los Atléticos son favoritos ante los Astros; los Yanquis también lo son, pero ¡ah! difícil que la tienen frente a los Rayas.