Por: Gabriel Ortiz
Difícil semana para el Uribismo. Primero la implosión de la reelección de su jefe, que por exceso de celo e inexperiencia de sus “vástagos”, se malogró. Oyeron, pero no entendieron, y negaron la reelección de Uribe y de otros presidentes que quieran perpetuarse en el poder. Segundo la publicación de los acuerdos de La Habana, que dejó a Uribe, a sus noveles políticos y a sus seguidores, sin argumentos para seguir torpedeando la PAZ.
En lo que tiene que ver con el equilibrio de los poderes públicos, ya quedó enterrada la reelección, hecho que tiene mudo al Senador Uribe, pero dicen que la furia va por dentro. Abandonó por un rato el twitter. No puede dejar a sus pupilos solos, porque cometen este tipo de errores. Como en su gabinete, el ex, tiene que estar encima de ellos.
La fiebre se agudizó con la implosión que produjo la publicación de los acuerdos con las Farc, texto íntegro publicado por El Nuevo Siglo ayer, porque demuestra en ellos, que no existe la tal entrega del país a la guerrilla.
El documento firmado por las partes, es claro y muy prometedor. Lógico que solo se conocen tres de los cinco puntos, pero lo hasta ahora revelado, da muchas esperanzas para lograr la reconciliación nacional y avanzar hacia un progreso y bienestar de nuestra población.
De todos es sabido que gran parte de nuestra violencia ha nacido del desplazamiento de nuestros campesinos, a quienes arrebataron sus parcelas y lanzaron a la miseria. El documento sobre tierras, encierra una verdadera transformación. El país está en mora de adelantar los programas que contempla este acuerdo, para poder sacar de la pobreza a millones de campesinos, permitirles regresar a sus cortijos y convertir a Colombia en una despensa mundial de alimentos.
Cuánto tiempo perdido, cuántos esfuerzos dilapidados, cuántas vidas cegadas por un conflicto que se basa en la tierra. El acuerdo beneficia a campesinos y agroindustria, sin expropiaciones de los predios bien habidos, porque los que fueron robados, tendrán que ser devueltos.
Faltan puntos álgidos que nos demandarán algún tiempo, pero a juzgar por los primeros documentos, como vamos, vamos bien.
BLANCO: felicitaciones al colega Javier Darío Restrepo, campeón de la ética periodística en Colombia, por el galardón continental que ha recibido.
NEGRO: No se sabe qué está peor: el SITP o la Alcaldía de Bogotá.
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