Por: Rufino Acosta Rodríguez
Ejemplos excepcionales de longevidad en el fútbol, por disciplina, constancia y calidad, nos ofrecen los defensas internacionales Rafael Márquez, de México, 35 años, y Mario Alberto Yepes, de Colombia, 38. Ambos coinciden en Brasil, ocupan las primeras planas de los diarios y acaparan los elogios de la crítica. Marca.com habla de Márquez y destaca que es el primero que como defensa y eterno capitán mexicano ha convertido por lo menos un gol en tres de sus cuatro mundiales, desde Corea y Japón 2002., con un acumulado de 15 partidos, tres más que el legendario arquero Antonio Carbajal. Se podría pensar que este es el torneo de la despedida del azteca pero por su temperamento tranquilo, la dedicación a su carrera y el profundo respeto a la responsabilidad profesional, no sería descabellado esperar verlo en Moscú 2018. Parece utópico y es apenas natural que esa posibilidad tenga todo en contra ante lo que significa el paso del tiempo, pero nunca se sabe. El caso de Yepes es extraordinario. Debo advertir como necesaria confesión de periodista en la tierra del olvido, que era uno de los dos jugadores cuya presencia en Brasil me causaban inquietud por razones de la edad y el desgaste natural de unas carreras prolongadas. Necio de solemnidad. Digo que resulta excepcional porque al cabo de una trayectoria intensa en el fútbol italiano y de sus convocatorias a la selección, solo hasta ahora la vida le ofrece una recompensa que se había ganado desde siempre. Como nunca es tarde, Yepes tiene el placer de cumplir su sueño y Colombia se lo agradece por todo cuanto ha hecho con la divisa tricolor en el Mundial 2014. Ratifica, para mentís de quienes como yo desconfiaban de su fortaleza y reflejos en la difícil posición de defensa central, que está en plenitud de condiciones, maduro, firme y airoso. (1) Un gran capitán. A la altura del mexicano Márquez.
(1) De este “club” también hace parte el médico Hernando Pacific Gnecco, como lo acaba de revelar en su habitual columna de El Informador de Santa Marta.