Justin Verlander, lanzador de los Tigres de Detroit, se llevó todos los honores en la Liga Americana. Ryan Braun, el guardabosque izquierdo de los Cerveceros de Milwaukee, el Más Valioso de la Liga Nacional, pero con algunas sombras extra deportivas.
Un hombre que recibe un pago anual de 20 millones de dólares, que en el 2006, fue el Novato del Año entre los serpentineros, que este año compiló 24 victorias y apenas 5 derrotas, que su equipo llegó a la postemporada y que eliminó a los Yanquis de Nueva York para disputar la corona de la Liga Americana con los Rancheros de Texas, tiene que tener mucho para ganar la cúspide entre los serpentineros del Nuevo Circuito y de paso, convertirse en el Más Valioso de su circuito.
Eso no se da todos los días. El último lanzador en conseguir la distinción de ser el Más Valioso de la Liga Americana, fue Rogers Clemens, en 1986, cuando lucía el uniforme de los Azulejos de Toronto. Y el último en obtener esa valiosa corona en la liga, fue el serpentinero relevista Dennis Eckersley, de los Atléticos de Oakland, en 1992, hoy miembro del Salón de la Fama, a donde fue exaltado en el 2004.
Nos estamos refiriendo a Justin Verlander, el astro lanzador derecho de los Tigres de Detroit, que este 2011, arrasó con todos los honores a los cuales puede aspirar un pelotero, y en este caso, en el circuito de la Liga Americana, al compilar cinco coronas, de un solo tajo, incluyendo la triple que puede conquistar un serpentinero de su liga en las mayores. Una triple corona en esas estadísticas, que en muy pocas ocasiones se puede obtener.
Tres en una
Verlander desarrolló una extraordinaria actuación desde la loma de los sustos con el uniforme de los Tigres, club al cual guió a la postemporada, consolidando su tarea con el trabajo efectuado en esa fase de la contienda, incluyendo la victoria frente a los Yanquis de Nueva York, que contribuyó, ¡y de qué manera!, a que su novena pudiera disputar el título de la Liga Americana, la cual finalmente perdió frente a la aguerrida representación de los Rancheros de Texas, divisa que ha conquistado esa corona en las dos últimas ediciones del nuevo circuito.
Justin fue el mejor en las estadísticas de Juegos Ganados y Perdidos, al compilar nada más y nada menos, que 24 victorias y apenas, léase bien, apenas 5 derrotas, lo que para los buenos entendidos en la materia, saben de lo que estamos hablando.
Triunfar en dos docenas de desafíos en las mayores, contabilizando apenas cinco derrotas, representa mucho más de lo que la gente del común y corriente puede imaginar. Estamos hablando de que Verlander, en los 95 triunfos de los Tigres, a él se le acreditaron 24. ¿Les parece poco? Y en las 67 derrotas que compiló su novena, él apenas tuvo responsabilidad en 5 de ellas. ¿No es más que formidable ese guarismo? Nos parece que sí. Fue sencillamente espectacular su tarea.
Pero las otras dos coronas para cargar con todos los honores entre los lanzadores de la Liga Americana, hay que decir que Verlander fue el mejor en carreras limpias permitidas, acumulando un promedio de apenas 2.40, en otras palabras, menos de tres carreras inobjetables en cada aparición que hizo en 251 episodios lanzados, 67 carreras aceptadas directamente por sus ofertas, de las 73 que realmente le fabricaron, en 34 encuentros iniciados. Y así cargó con la segunda corona.
Pero hay que sumarle, adicionalmente, que fue el más consistente entre los serpentineros de la Liga Americana, abanicando a un gran total de 250 bateadores, una cifra que le abre el camino, si salud y su capacidad de juego siguen al mismo ritmo, para esperar muchas cosas grandes de él en su paso por la Gran Carpa, pues tiene 1.208 bateadores liquidados por los buenos lanzamientos, en seis temporadas completas en las mayores, para tener más de 200 ponches por año. Y así acumuló la tercera diadema del año.
Las otras dos
La sensacional faena de este 2011 para Verlander, llegó al ser ungido con el premio ‘’Cy Young’’ de la liga, algo que era esperado, por su formidable actuación desde el montículo con el bombacho de los Tigres de Detroit. Y era obvio, porque fue el mejor entre los mejores, desde la lomita de los sustos, sin duda alguna.
Esa fue su cuarta corona de este año. Empero la quinta, que a lo mejor esperaba pero la cual no estaba asegurada por ningún lado, fue la de haber obtenido los votos necesarios para que le fuese otorgado la del ‘’Jugador Más Valioso’’ de la Liga Americana.
Pasó un cuarto de siglo para que otro lanzador abridor de las Grandes Ligas conquistara dicho honor. No es fácilmente acumulable el número de votos que se necesitan para conseguir ese codiciado galardón. Y con esa distinción, Verlander acumuló su quinta corona de esta temporada en la que, sin duda alguna, es una de las más importantes en la carrera de un pelotero en las mayores.
Justin Verlander, que no quepa la menor, tiene más que merecidas las cinco coronas, pero igualmente, él está respondiendo al salario que recibe anualmente, con un poquito más de 20 millones de dólares, suma nada despreciable para cualquier deportista profesional en el mundo.
Y en la Liga Nacional
Estaba ansioso y nervioso. Eso lo aceptó públicamente. Y con apenas un par de semanas después de la nominación, ahora enfrenta las sombras y una investigación sobre la presunta utilización de estimulantes, para rendir en los diamantes de juego.
Ryan Braun acaba de ganar el título del ‘’Jugador Más Valioso’’ de la Liga Nacional, cuya actuación en el bosque izquierdo de los Cerveceros de Milwaukee, fue espectacular, y su accionar ofensivo le permitió contabilizar a su favor la votación de los cronistas deportivos del béisbol de los Estados Unidos, a pesar de que no alcanzó a conquistar el título de bateo de su circuito, que se lo llevó el paracortos de los Mets de Nueva York, y quien el próximo año jugará con los Marlins de Miami, el dominicano José Reyes.
Braun no era el favorito para conquistar ese trofeo. Lo era Matt Kemp, de los Dodgers de Los Ángeles, pero el resultado de los escrutinios en las tarjetas de votación, dio a otro ganador, en este caso, al jardinero de los Cerveceros, quien tuvo promedio ofensivo de 332 puntos, incluyendo 33 ‘’bambinazos’’, con 111 carreras fletadas hasta el plato, con 109 rayitas anotadas y un promedio para embasarse en la temporada, de 597 puntos, guarismos que demuestran claramente la clase de actuación que tuvo, además de haber producido 77 batazos extra bases a la ofensiva.
En cifras redondas, para los expertos, con su actuación rubricó los famosos guarismos de 30-30-100, que en otras palabras quien decir, que estafó 30 o más bases en la campaña, Ryan sumó 33 robos de bases; que marcó 30 o más cuadrangulares en la temporada, Braun acreditó 33 tablazos de circuito completo y que produjo o remolcó más de 100 carreras, él señaló 111 rayitas hasta el pentágono.
A sus 28 años de edad, que acaba de cumplir, su contrato de 105 millones de dólares que lo ligan con los Cerveceros hasta el año 2020, Ryan Braun, quien fue el ‘’Novato del Año’’ de la Liga Nacional en el 2007, tiene un brillante porvenir en las Grandes Ligas, pero ese auspicioso panorama como pelotero puede derrumbarse como un castillo de naipes, si no logra demostrar totalmente su inocencia en el uso de estimulantes para mejorar sus actuaciones en el terreno de juego, luego de conocerse de que está vinculado a una investigación, al arrojar positivo en un análisis que se le hizo durante la campaña que acaba de concluir.
De su inocencia en este aspecto, depende mucho su porvenir en el béisbol de las Grandes Ligas.
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