Difícilmente habíamos visto aflorar con tanto ímpetu el odio en nuestro país, como ahora que se conoció el acuerdo sobre el segundo punto de la agenda de los diálogos con las Farc, el cual apenas se conoce en parte.
Todos los países, los foros internacionales, las entidades que tienen que ver con los temas de la paz, han expresado su beneplácito, pero… internamente, el uribismo y sus huestes, se apresuraron a censurar en documento que, como antes se dice, requiere ajustes y como reza “nada está acordado, mientras todo esté acordado”. Como dice nuestro Nobel, García Márquez, “en Colombia, no nos queremos ni a nosotros mismos”.
Se persigue con los diálogos de La Habana, cambiar las balas por votos, pero algunos políticos guerreristas que buscan afanosamente curules, posiciones y poder, han entendido esto al revés: perpetuar las balas, para que esa agresividad guerrerista los llene de votos.
Por fortuna, el pueblo colombiano, entiende ahora más que nunca, que necesitamos poner punto final a la guerra que nos desangra desde hace 50 años.
Lo que se conoce, hasta ahora sobre el acuerdo segundo, es que amplía la democracia y le permite a los alzados en armas llegar a los cuerpos colegiados, mediante modificaciones necesarias. El propio uribismo, se ha beneficiado con esos cambios electorales, porque sin ser un partido político, tiene la oportunidad de lograr curules y hasta aspirar a la Presidencia, con unas firmas, que ellos mismos desacreditaron, cuando quisieron apoderarse de un tercer período. Dicen que en la casa del ahorcado, no se debe nombrar la soga, pero vale la pena recordarla. Las Farc en paz y desarmadas, pueden perfectamente convertirse en partido político, que ojalá, no lo diezme la extrema, como ya ha ocurrido con otros movimientos.
Nunca antes, hemos estado más cerca de llegar a un acuerdo de paz, como en esta oportunidad, no podemos, por desmedidas ansias de poder, combatir el anhelo de la generalidad de los colombianos. No podemos seguir, matando militares, civiles y guerrilleros permanentemente; diezmando nuestra economía y alimentando el odio por siempre entre nosotros. Estamos saliendo de la encrucijada, no aplacemos egoístamente la paz que nos ofrecen. No agüemos la fiesta, antes de bailarla.
BLANCO: El conservatismo arma lista al Senado: ofreció curul al colega William Vinasco. Otra al huilense Hugo Artunduaga. Y hay más ofertas.
NEGRO: La caída vertical del precio del café.
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