Nada más propicio que el inicio del 2011, para hacernos el gran propósito de unirnos todos y emprender la reconstrucción de nuestro maltrecho país. La ocasión la apuntan «calva», pues no solo estamos viviendo los estragos del invierno, pues además padecemos la hecatombe de la corrupción, del mal gobierno de alcaldes y gobernadores, de los saqueadores del erario público, de los desfachatados contratistas – nuevos ricos-, que nos tienen inundados de sinfonías inconfusas, por el incumplimiento de la ejecución de las obras. Todo pareciera que nuestro Dios, nos hubiera mandado, todas las plagas.
Pero, como no todo puede ser malo, el accionar del presidente Santos y su equipo nos ha dado un alito de esperanza y fe, que con ellos a la cabeza, podríamos rehacer y plasmar el sueño del país que deseamos. Con equidad, con sentido de pertenencia, con ganas- como lo afirmaba Álvaro Gómez, y como un haz de voluntades, alcanzaremos a estrechar la brecha de la pobreza, de la miseria y del desplazamiento, que nos tiene agobiados.
La tarea no es fácil, pero tampoco imposible, con vocación de servicio y deseos de acertar todos pondremos nuestro granito de arena para lograr los objetivos que nos tracemos.
La refundación del país, tiene que ser al unisonó, con los pequeños, los medianos y los grandes. La inmediatez está centrada en ayudar a los damnificados por el invierno. Pero paralelo debe ejecutarse el plan de desarrollo ya sea a mediano o largo plazo.
Tenemos este año un compromiso singular, es el de elegir a los pilares de la democracia, en Octubre próximo renovamos. Esos concejos, diputados, alcaldes y Gobernadores, Sin querer poner el espejo retrovisor, muy pocos quizá, contados con los dedos de las manos, pasan la tarea, esto nos obliga escoger con ojo avizor a quienes vamos a elegir, para que administren nuestros municipios y departamentos. Los entes de control tienen que estar alerta, para evitar que ríos de dineros, de promesas y prebendas sean los determinantes en el resultado de las próximas elecciones.
Los partidos políticos tienen la obligación moral y constitucional de saber a quien le otorgan los avales, pues si cumplen con las nuevas disposiciones son los entes políticos los directos responsables de los antecedentes y conductas de quienes son depositarios de su representación.
Por otra parte, es bueno resaltar como la importa, SANTOS está demostrando que cuando hay necesidad de replantear políticas de gobierno, tiene la entereza de hacerlo, asumiendo no solo su responsabilidad, sino también el costo político que pueda ocasionarle,- el reajuste del salario mínimo-, es una fiel demostración, lo es también, la voz de alerta al sector financiero, específicamente al bancario, anunciando la necesidad de revisar el costo de las transacciones tanto de tarjetas, cuentas corrientes y de ahorro , como también transferencias y otros.
Los gremios, algunos no todos, están quejosos por el accionar del ejecutivo, pero el grueso de la comunidad colombiana lo aplaude y apoya, en el entendido que el bienestar común prima al particular, sin que esta postura se interprete, como socialista de extrema a izquierda. Las garantías deben de ser plenas para todos, unos y otros.
Temas sensibles como la salud, la educación, el empleo, vivienda, la minería entre otros, requieren de una macro concertación de todos los protagonistas, con miras de obtener beneficios generales y así lograr un modelo de desarrollo integrado.
La buena gestión que adelanto el Congreso de la República en el segundo semestre del 2010, es una clara demostración que, querer es poder, con discusión inteligente, con debates a portantes, dieron ejemplo. De continuar así nos augura que muy pronto lograra reconquistar el prestigio que en otrora merecía la respetabilidad y la admiración ciudadana.
Viene pues la hora de !a verdad, impulsemos todo el gran ferrocarril que se llama Colombia.
PD.
Ojo, señor Ministro de Transporte las famosas obras de doble calzada que su antecesor con muchos bombos y platillos anunciaba que se terminaban antes del 7 de agosto de 2010 y nada de nada, llevamos seis meses de su administración y no encontramos avances positivos. Vale la pena una supervisión personal.
Ya casi se termina el primer mes del 2011 y nada de la liberación de los secuestrados. Nos ilusionaron en Noviembre pasado que entregarían a 5 de los plagiados, pero hoy todavía no los tenemos en los hogares, disculpas van, disculpas vienen, que el invierno, que los facilitadores, etc. No señores de las FARC queremos ver libres a todos y si desean reintegrarse a la sociedad den muestras de rectificación de su de su mal andar.