También, por fin, frenaron el derrame de petróleo en el Golfo de México
La más grande de las reformas financieras de los últimos 50 años en los Estados Unidos es ya una realidad así como la operación exitosa de BP para frenar el derramen de petróleo en el Golfo de México.
Por Rodolfo Rodriguez Calderón, corresponsal en los Estados Unidos.
Al presidente Barack Obama le ha tocado sortear innumerables obstáculos durante este año de los cuales no ha salido bien librado pese a la habilidad de sus asesores quienes trabajan día y noche para quitar el enfoque en estos problemas y del acercamiento de los políticos de la oposición con la excepción del grupo “Tea Party”, de la extrema derecha de los Republicanos.
El presidente de los Estados Unidos ha sido persistente y logró su Reforma de la Salud, la cual está en proceso de ajuste, aunque no le fue fácil ya que los Republicanos se negaron a apoyarlo. Ahora se ha metido en una reforma de inmigración, promesa de su campaña presidencial a los hispanos. Esta reforma tiene en su contra a los Republicanos y a un grupo de Demócratas que se niegan a regularizar a los millones de inmigrantes que trabajan sin papeles. Presionándolo para que asegure las fronteras y haga una reforma que saque del país a los inmigrantes indocumentados, los norteamericanos de Arizona legislaron a nivel estatal aprobando una ley SB-1070 que autoriza la deportación de los ilegales y les niega salud, trabajo, vivienda y licencia para conducir.
El derrame del petroleo
Uno de los organismos que están protestando contra las medidas tardías de Obama para frenar el derrame de petróleo en el Golfo de México es el de Protección de los Recursos Naturales de los Estados Unidos, el cual además, está trabajando con un equipo de biólogos para atender a los miles de animales marinos, aves y especies que tienen como hábitat el Golfo y sus alrededores.
Los biólogos lavan a las aves, delfines y especies rastreras para sacarles todo el petróleo que se les ha impregnado en sus cuerpos.
Hasta ahora no se han contabilizado los daños a la economía nacional por este desastre pero los pescadores, dueños de restaurantes y de hoteles ya están reuniéndose para analizar el impacto que este problema ha traído no solo a la economía de este sector sino a nivel nacional. Por lo pronto la pesca en el Golfo ha sido suspendida en el 60 por ciento del área.
Hay una buena noticia dada por la oficina de prensa a todos los medios. La BP logró suspender el derrame luego de colocar una nueva campana con una operación robotizada.
La campana de contención colocada sobre el pozo averiado en el Golfo de México responde bien a las primeras pruebas y por primera vez desde el comienzo del derrame el crudo no se vierte al mar, según informó la empresa BP.
En un comunicado, la firma petrolera indicó que «durante las pruebas, las tres aberturas estuvieron cerradas, lo que a efectos prácticos cierró el pozo. Aunque no se puede garantizar, se espera que no se vierta petróleo al mar durante esta prueba».
Al presidente Barack Obama se le han complicado sus esfuerzos por mejorar la seguridad de la industria del petróleo luego de que una Corte de Apelaciones de Estados Unidos resolvió en contra del recurso presentado por la administración de Obama para solicitar la suspensión de la sentencia dictada el pasado mes de junio por otro tribunal en la que se levantaba la moratoria ordenada por el Gobierno sobre las perforaciones petroleras en aguas profundas. En junio el juez de distrito Martin Feldman levantó la moratoria de seis meses decretada por la administración Obama tras el vertido de crudo provocado por la petrolera británica BP en el Golfo de México, una decisión judicial que fue impugnada entonces por el Gobierno.
El presidente de los Estados Unidos ha sido persistente y logró su Reforma de la Salud, la cual está en proceso de ajuste, aunque no le fue fácil ya que los Republicanos se negaron a apoyarlo. Ahora se ha metido en una reforma de inmigración, promesa de su campaña presidencial a los hispanos. Esta reforma tiene en su contra a los Republicanos y a un grupo de Demócratas que se niegan a regularizar a los millones de inmigrantes que trabajan sin papeles. Presionándolo para que asegure las fronteras y haga una reforma que saque del país a los inmigrantes indocumentados, los norteamericanos de Arizona legislaron a nivel estatal aprobando una ley SB-1070 que autoriza la deportación de los ilegales y les niega salud, trabajo, vivienda y licencia para conducir.
La reforma económica
La reforma financiera ya es una realidad en Estados Unidos. Ahora sólo falta que el presidente Barack Obama le ponga la firma para que las nuevas reglas que gobernarán el sistema financiero entren en vigor. El objetivo de la batería legislativa que superó el último gran obstáculo en el Senado en una votación en la que se registraron 60 votos a favor y 39 en contra, es corregir las causas que provocaron el caos del 2008 y arrastraron a la economía hacia la recesión. En palabras de Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, la legislación recién aprobada servirá para «terminar con el casino en el que se ha convertido Wall Street».
La Casa Blanca promete «remodelar» la manera en la que se hace negocio en Wall Street y «redefinir» el papel de los reguladores, depositando más poder de supervisión en la Reserva Federal. Se crea un consejo que velará por la estabilidad del sistema y se establece un mecanismo para desmantelar entidades problemáticas, acabando con el principio de «demasiado grande para quebrar».
Paralelamente se constituye un organismo en el seno del banco central que velará por la protección de los consumidores frente a abusos en productos financieros como hipotecas y tarjetas de crédito. «No se puede legislar la integridad, pero si se pueden crear los mecanismos para protegernos y que nunca más pasemos por lo que hemos pasado», dijo el senador Christopher Dodd. Tras más de un año de batalla campal con intereses multimillonarios en juego, el Congreso de Estados Unidos completó la tramitación de la reforma financiera auspiciada por la Administración Obama. La Cámara Alta fue capaz de sumar los 60 votos requeridos para evitar el bloqueo de la oposición conservadora, gracias al decisivo respaldo de tres senadores republicanos moderados, incluido el novicio Scott Brown que ahora ocupa el escaño de Ted Kennedy.
El texto de 2.300 páginas, respaldado el mes pasado por la Cámara Baja con 237 votos a favor y 192 en contra, será promulgado en breve por el presidente Obama que pese a sumar grandes reformas en su historial no consigue todavía superar el lastre generado por las incertidumbres económicas de Estados Unidos. Tras la firma en la Casa Blanca, el gran reto será la aplicación de las nuevas reglas que según Wall Street reducirán sus márgenes de beneficios.
Supervision de los mercados
La nueva Ley Dodd-Frank (en honor de sus timoneles del Partido Demócrata: el senador Christopher Dodd y el diputado Barney Frank) aspira a poner en práctica las dolorosas lecciones aprendidas en torno a la crisis del «subprime», el colapso de hace 22 meses de Lehman Brothers y todas sus ramificaciones internacionales. El nuevo marco legal incluye desde una profunda reestructuración de los actuales poderes de control hasta mayores protecciones para los consumidores de productos financieros, en parte, a través de una nueva agencia con amplios poderes.
Además, la legislación impone mayores requisitos de capitalización a la banca y facilitará la liquidación de instituciones en apuros que hasta ahora han sido rescatadas bajo el argumento de ser «demasiado grandes para caer». Entre los aspectos más polémicos figura la limitación a las operaciones especulativas de los bancos con sus propios fondos. Requisito conocido como la “regla Volcker” por haber sido impulsada por Paul Volcker, el ex presidente de la Reserva Federal.
La reforma también impondrá una supervisión más estrecha del mercado de derivados, pero no en los estrictos términos contemplados en un principio, ya que como resultado del tira y afloja parlamentario, los bancos tendrán que prescindir y segregar únicamente los derivados más especulativos. Aunque seguirán con el lucrativo negocio de especular con tipos de interé e incluso también con los seguros contra riesgo de no pago (los notorios “crédit default swaps”).
La Reserva Federal también aumentará su capacidad de supervisión y será sometida a los mayores niveles de transparencia en sus 96 años de historia. Este aluvión de cambios también afectará a la industria de las agencias de calificación de crédito que se verán sometidas al dictado de una nueva entidad casi gubernamental para dirimir sus polémicos conflictos de intereses. Además de abrirse la puerta a querellas de inversores perjudicados en casos de negligencia.
Ahora los medios esperan que Barack Obama mejore su imagen en las encuestas nacionales por sus aciertos en los últimos días y pueda contrarrestar la campaña negativa, que maquina el grupo ultra conservador “Tea Party”, orquestada por la ex -gobernadora y ex -candidata a la vice presidencia Sarah Palin quien ha acusado a Obama de organizar un movimiento socialista en América a tal punto que han puesto vallas publicitarias, en una de las cuales se compara al presidente Barack Obama con Adolf Hitler y Vladimir Lenin. Tras la semana de tormenta creada por este ejercicio de propaganda política en la localidad de Mason City, el provocador cartelón ha sido retirado de forma sumaria. Aunque la opinión nacional está dividida el nivel de popularidad del Presidente de los Estados Unidos ha bajado. Solo se espera que la próxima semana las cosas mejoren para Obama.