A propósito de los D.H una remembranza, masacre en la embajada de España

Guatemala, 31 de enero, 1980

El libro «Saber quién puso fuego ahí!» (Siddharth Metha Ediciones, Madrid, 2000), escrito por el entonces Embajador de España en Guatemala, Máximo Cajal, resulta una pancarta de alerta a lo que puede convertirse en una tragedia de proporciones incalculables, cuando una toma por la fuerza de una edificio declarado zona neutral por los Protocolos de respeto a los Derechos Humanos degenera en un acto de barbarie, como ocurrió en Guatemala ese 31 de enero de 1980.

Veinte años de «sanación» de las heridas físicas y morales causadas a Máximo Cajal, pero sobre todo de un trabajo ingente y exahustivo del heróico sobreviviente para vecer la indolente cortina que casi siempre trata de correr el olvido:

«Hace veinte años (Nota del compilador: ahora 32!) la Embajada de España en Guatemala fue ocupada por un grupo de campesinos de El Quiché y posteriormnte asaltada por las fuerzas policiales del régimen del general Lucas. El embajador Máximo Cajal,único sobreviviente, nos da su testimonio de los hechos.

Las razones que lo han llevado a abandonar su mutismo y a revivir las horas trágicas de aquel 31 de enero de 1980 van más allá de la defensa de su prestigio profesional. Este libro trata,sobre todo, de rescatar de la «Memoria del Silencio» a las 37 personas que allí perdieron la vida, para que sus muertes no hayan sido estériles y para que de una vez y para siempre, la verdad se imponga sobre la incertidumbre y la infamia». (Tapa del libro)

«Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la situación de los Derechos Humanos en la Républica de Guatemala, Capítulo II – Derecho a la Vida, D. Muertes masivas de campesinos e indígenas, página 34. OEA/Ser. P, AG/CP/doc.295/81,14 de octubre de 1981.

… Las víctimas de estos dolorosos sucesos fueron las siguientes:

1. Luis Antonio Ramírez Paz-Estudiante

2.  Felipe Antonio García Rac-Obrero

3.  Edgar Rodolfo Negreros Straube- Estudiante

4.  Vicente Menchú- Cristiano de Chimel Uspantán, padre de la Nobel de Paz Rigoberta Menchú

5.  Salomón Tavico Z.-Campesino de El Quiché

6.  Gaspar Vi-Campesino de Chajul

7.  Leopoldo Pineda -Estudiante

8.  Mateo Sic Chen  -Cristiano de Chimel

9.  Gavina Morán Chupe -Campesina de San Pablo El Baldío

10.José Ángel Xona Gómez-Campesino de San Pablo el Baldío

11.Sonia Magaly Welches Valdez – Estudiante

12. Regina Pol Cuy- Chimel Uspantán

13. María Ramírez Anay-Chajul Uspantán

14. María Ramírez Anay (hermana) – Chajul Uspantán

15. Juan Tomás Lux-Chimel Uspantán

16. María Pinula Lux-Chimel Uspantán

17. Trinidad Gómez Hernández -Poblador

18. Mateo Sis – Campesino San Pablo El Baldío

19. Víctor Gómez Zacarías- Campesino de Sta. Cruz

20. Francisco Tum Castro-Aldea Los Plátanos, San Miguel

21.Juan Chic Hernández- Macalhual Uspantán

22. Mateo López Calvo-Campesino de Sta. Cruz

23. Francisco Chen-Campesino Rabinal, Baja Verapaz

24. Gregorio Yujá Xona- San Pablo El Baldío, Uspantán

25. Juan Us Chic-Chimel Uspantán

26. Juan López Yac – Campesino de Macalajau

27. Juan José Yos-Campesino Santa Lucía Cotzunalguapa, Escuintla

28. Eduardo Cáceres Lehnhoff-Ex Vicepresidente de Guatemala

29. Adolfo Molona Orantes -Ex Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala

30. Jaime Ruiz del Árbol -Embajada de España

31. Luis Felipe Sáenz Martínez – Embajada de España

32. Lucrecia de Avilés – Embajada de España

33. Nora Mena Aceituno-Embajada de España

34. María Teresa Villa de Santa Fe-Embajada de España

35. Miriam Rodríguez- Embajada de España

36. Lucrecia Anelu- Embajada de España

37. Mary de Bastillas–Embajada de España

Entre los fallecidos figura Gregorio Yujá Xona, quien fue asesinado el día siguiente, después de haber sido secuestrado del Hospital Herrera Llerandi donde se hallaba ingresado».

El anterior listado,incontrovertible en su orígen, dio lugar a los siguientes

TESTIMONIOS

GUATEMALA: MEMORIA DEL SILENCIO (Conclusiones y Recomendaciones del Informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, (CEH), Prólogo, página 12).

Máximo Cajal, embajador de España en Guatemala en 1980

«Las masacres que eliminaron a comunidades mayas enteras pertenecen a la misma realidad que la persecución urbana de la oposición política, de líderes sindicales, de sacerdotes y catequistas. No se trata de alegatos pérfidos, ni de fantasmas, sino de un capítulo auténtico de la historia de Gutemala».

Y en el Capítulo sobre las Raíces Históricas del Enfrentamiento Armado, 3, página 17, la misma CEH «se remonta al pasado para proyectarlo sobre su orígen y la configuración…

«de un Estado autoritario y excluyente de las mayorías, racista en sus preceptos y en su práctica, que sirvió para proteger los intereses de los restringidos sectores privilegiados. Las evidencias, a lo largo de la historia guatemalteca, y con toda crudeza durante el enfrentamiento armado, radican en que la violencia fue dirigida fundamentalmente desde el Estado, en contra de los excluidos, los pobres, y, sobre todo, la población maya, así como en contra de los que luchaban a favor de la justicia y de una mayor igualdad social.»

GUATEMALA: Nunca Más, Informe Proyecto Interdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica, Primera Edición, 1998, ODHAG, Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala.

«No se elaboraron informes periciales que permitieran establecer las causas del siniestro. No se ordenaron y, por lo tanto, no se recibieron declaraciones de policía alguno…El examen de las pocas páginas que componen el expediente judicial No. 547-80 del Juzgado Primero de Primera Instancia Penal titulado ´Caso de quema de Embaja de España´ muestrra claramente la absoluta falta de voluntad del Organismo Judicial y del Ministerio Público de investigar los hechos y de juzgar y castigar a los culpables». Página 32.

PRÓLOGO DE FELIPE GONZÁLEZ

TESTIMONIO DE LA HISTORIA.

«Máximo Cajal nos ofrece un testimonio de unos hechos y de una época tan riguroso como su propia personalidad, tan reposado y meditado como lo consienten 20 años de silencio sin olvido. Por eso nos ayudará a comprender el largo y doloroso camino que algunos pueblos de América han tenido que recorrer para llegar a la paz. La paz como condición necesaria, pero no suficiente para superar la exclusión, la pobreza. La democracia como método de convivencia en los albores del siglo XXI. Pero también nos ayudará a comprender nuestro propio recorrido histórico, desde aquellos momentos hasta ahora, en que nos resultaría inconcebible cómo se trató ese problema».

RECONOCIMIENTO A BELISARIO BETANCUR.

«Ni siquiera el restablecimiento de relaciones en 1984, en los términos en que se concluyó, serenó los ánimos, en particular en Guatemala. El Comunicado Conjunto, firmado en Bogotá el 22 de septiembre, por los ministros de Exteriores español y guatemalteco, Fernando Morán y Fernando Andrade Díaz-Durán, estaba redactado necesariamente en términos aceptables para ambas partes y su conclusión se debió, en gran medida, a los buenos oficios del presidente colombiano Belisario Betancur. A pesar de su cuidadosa redacción, especialmene de los apartados 2 y 3 (ya se ha comentado el incumplimiento por Guatemala de lo estipulado en el apartado 4, relativo a la determinación de responsabilidades por aquel país), en la que se evita cuidadosamente toda mención expresa del asalto a la Cancillería por las fuerzas de seguridad guatemaltecas, la normalización de las relaciones fue recibida allí con rechazo e indignación por los habituales círculos políticos y periodísticos que, naturalmente, ya se habían encargado de preparar el ambiente, caldeándolo, a lo largo de aquel año.»

CARTA TESTIMONIAL DEL EX EMBAJADOR EN COLOMBIA YAGO PICO DE COAÑA

Firmada en Bogotá, el 12 de noviembre de 1998, dice el ex embajador:

«El gobierno guatemalteco de entonces cometió un auténtico abuso de poder, ordenando asaltar una Representación Diplomática, a pesar de haberse comprometido a no hacerlo ante el entonces Ministro de Asuntos Exteriores de España, Marcelino Oreja. Tuvo cuantas oportunidades se puedan imaginar para propiciar una solución negociada con los ocupantes de la Embajada. No lo hizo…En su memoria (la de las víctimas), reconozcamos y busquemos la Verdad. Y una vez encontrada y sacada a la luz del día, sepamos perdonar. Fomentemos la reconciliación y amemos sinceramente a nuestros presuntos enemigos. La Guatemala democrática de hoy, muy distinta de la de 1980, necesita imperativamente de la comprensión, de la cooperación, de la ayuda y del reencuentro de todos y para todos. En ello estamos.»

LA PREGUNTA DE GREGORIO YUJÁ, EN SU LECHO DE MUERTE

Máximo Cajal cierra su Introducción al extremecedor relato de su experiencia como único sobreviviente de la masacre, con el único homenaje que pudo hacerle al campesino de San Pablo El Baldío, Uspantán, Gregorio Yujá Xona: darle voz en lo que se constituye en un reclamo universal ante la ignominia:

¿ Saber quién echó fuego ahí?

¿ Saber cómo será ha de quedar yo así?

Máximo Cajal, Lisboa, mayo de 1999

Bogotá, D.C. 23 de agosto de 2012

hernandojimenez@etb.net.co

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