El Hotel Waldorf Astoria, ahí en el 301 de Park Avenue, sigue igual a como lo veíamos los colombianos que nos agolpábamos para saludar al doctor Alberto Lleras, de visita oficial por la Gran Manzana como Presidente de Colombia , en 1960. Hoy, el Waldorf será la sede de la Conferencia Tecnologías Digitales para la Democracia del Siglo XXI con la que el Club de Madrid celebra sus primeros 10 años de trabajo. El Club reúne a 80 ex Jefes de Estado y de Gobierno de países que se mantienen en Democracia y a él pertenecen los ex presidentes Belisario Betancur, César Gaviria y Andrés Pastrana. BBC Mundo registra hoy el hecho de que Brasil se haya convertido en potencia amazónica y sea vista con temor por su consolidación en el mundo. Contrasta esa percepción con una frase de Fernando Henrique Cardoso, ex Presidente de Brasil y ex Presidente del Club de Madrid, con la que el estadista humaniza la visión de su país cuando dice: “Brasil prefiere ser amado que temido”. Algo diferente les pedía have 50 años el presidente Alberto Lleras Camargo a los Estados Unidos, cuando John F. Kennedy creó la Alianza para el Progreso y Lleras les hacía caer en la cuenta de la imperiosa necesidad de dejar de ver a América Latina como el patio de atrás del continente. Este hecho trascendental en las relaciones internaciones fue citado por el presidente Juan Manuel Santos en un impresionante discurso en Brown University, (6 de abril, 2011: Why people should give more than a damn about Latin America o Por qué a la gente le debe importar América Latina más que un bledo) referencia a la frase dicha por el presidente Nixon a su entonces asistente Donald Rumsfeld, respecto de América Latina (1971).”China, Rusia y Europa son las que cuentan. A la gente América Latina le importa un bledo”. Santos improvisó por cerca de una hora, en un inglés impecable, la historia colombiana y latinoamericana para decir con toda claridad y con una imponente modestia que las épocas de los pedidos de ayuda misericordiosa han terminado. Que algo va de Kennedy a Obama. De las elegantes peticiones de Lleras y de la amable generosidad de los Kennedy, la admiración de Jacky por la discreción e inteligencia de Lleras hasta venir a Bogotá para acompañar a su esposo a instalar la Alianza para el Progreso y a inspirarse en nuestro Palacio de San Carlos para regresar a vestir de Historia la Casa Blanca. Las recientes declaraciones del presidente Obama en las que reconoce la necesidad de abrir la puerta de entrada al patio de atrás fueron citadas por Santos con voz segura pero no imponente, con la seguridad de quien habla de igual a igual y no con la lisonjera arrogancia de quien se regala. El mero título de su intervención, como protesta ante la ordinariez de George Bush, arrancó aplausos de los asistentes al Auditorio en Providence, Rhode Island, donde además, son profesores prestantes ex presidentes miembros del Club de Madrid: Fernando Henrique Cardoso y Ricardo Lagos. El escritor Carlos Fuentes fue saludado con afecto por el Presidente Santos, quien también mencionó a su hija Maria Antonia como privilegiada estudiante del claustro. (El video completo del discurso puede verse en la red en el link de la Universidad).
Todo esto no deja de ser una feliz coincidencia. Seguramente los ex presidentes latinoamericanos del Club de Madrid estarán para formar un importante bloque de unión en la actual coyuntura mundial en que la inestabilidad económica está haciendo tambalear el sistema y los países deben configurar una cadena de manos cogidas, como esas que los niños utilizan para unir fuerzas en sus juegos. La Cena de Gala de mañana en la Public Library, emblemático edificio de la Ciudad de Nueva York, en honor y para condecorar al Presidente Bill Clinton, será otro puntal de honor en esta conmemoración de los 10 años del Club de Madrid. Es otro aporte con el Centro de Toledo para la Paz, con las Fundaciones Fride y Dara, y tantas otros sueños vueltos realidad por ese luchador infatigable a quien 40 ex jefes de Estado oirán en su entrega de cuentas por un mundo más justo y más feliz, a ese ya no gestor sino artesano de la Paz, llamado Diego Hidalgo.