En el mundo estamos
afrontando la grave pandemia del Coronavirus que inició en Asia y se ha venido
trasladando a los demás continentes del mundo.
En Europa, la pandemia ha causado una verdadera
tragedia, en especial en Italia (299.327 contagiados y 32.735 muertos), España
(282.370 contagiados y 28.778 muertos), el Reino Unido (257.154 contagiados y
36.598 muertos), Francia (182.469 contagiados y 28.332 muertos) y
Alemania (179.986 contagiados y 8.366 muertos).
Ahora el virus ha llegado con mucha fuerza al Continente
americano, incluyendo como países más afectados a Estados Unidos (1.666.829
contagiados y 98.683 muertos) y Brasil (349.113 contagiados y 22.166 muertos).
En el caso de Colombia, hasta ahora y gracias a las medidas que se han tomado
no vamos mal; tenemos 20.177 contagiados y 705 muertos.
Es claro que en todos los países de los distintos
continentes, cuando salga publicado este artículo, tanto los contagiados como
las muertes serán seguramente una cifra superior, debido a que he tomado la
Información de estadísticas a 24 de mayo y en los días posteriores seguramente
en la mayoría de los países se habrán presentado más casos y sobrepasarán las
cifras enunciadas, a excepción de aquellos que ya han declarado superada la
pandemia y en la medida que no haya nuevos contagios o recaídas, tema
sobre el cual hay distintas opiniones científicas.
Por otra parte, es importante tener en cuenta que en el
Asía y Europa el coronavirus llegó, en el primer caso, cerca de
cinco meses antes y en el otro , tres meses antes que en el continente
Americano, lo que hace que lo más grave de la denominada curva de
infección está por llegar en los próximos 20 o 30 días, pero de las cifras
analizadas en el caso colombiano como ya lo mencioné, gracias a las medidas
tomadas por el gobierno y respetadas por la ciudadanía, no ha llegado el virus
con la fuerza que habría podido llegar; caso contrario es lo que ha venido
sucediendo en los Estados Unidos, Brasil y Méjico.
Hoy el mundo tiene más de
5.300.000 contagiados, 350.000 muertos y se han recuperado 2.150.000 personas.
Por lo anterior, es que no podemos descuidarnos y debemos
tener “conciencia” que en manos de cada cual está tomar las acciones
aconsejadas por el gobierno, como las de usar las protecciones indicadas
y tener el cuidado de mantener la distancia prudente entra las personas,
el lavado de manos y la desinfección posible.
La apertura de las distintas áreas de la economía es esencial
para poder dinamizarla y así hacer menos dura la situación financiara de
las empresas, el empleo perdido y el futuro de nuestro desarrollo. Sin
esta apertura de las distintas áreas económicas, estaríamos expuestos a la
quiebra de muchas empresas y a profundizar el hueco fiscal, lo que nos pondría
en circunstancias muy graves para nuestro futuro, más aún, cuando el gobierno
tendrá que seguir tomando medidas de salvamento económico, tanto a las familias
como a las empresas colombianas que ya están en serias dificultades.
La incertidumbre que hoy tenemos en las distintas actividades
y decisiones empresariales es muy grande. No es para menos. Nadie en el mundo
hasta hoy ha podido descubrir una respuesta clara y eficiente para poder
combatir el Coronavirus y tampoco tenemos, hasta ahora, el
descubrimiento de una vacuna que permita dar una solución real a esta pandemia.
Por tanto, no sabemos hasta cuándo tendremos en el mundo este virus, lo que
hace que todos nos tengamos que acostumbrar a vivir con él.
La Incertidumbre por tanto se ha vuelto un elemento tan grave
o más que el mismo Coronavirus.
Los países después de esta pandemia vivida, no estarán en las
mismas condiciones de crecimiento y desarrollo con la velocidad que veníamos,
por lo que si analizamos el tema político, tenemos que tener cuidado que surjan
ideas populistas y líderes demagogos traten de aprovechar los acontecimientos
que estamos viviendo, en provecho de sus ideas y sus propios intereses.
Todo lo vivido también nos
ha dado una serie de lecciones que no debemos olvidar. Un ejemplo es la
protección que debemos poner a nuestra naturaleza y el cuidado del
medio ambiente, la buena y equitativa distribución de nuestra riqueza e
ingresos, la adecuada infraestructura y buena atención a la salud de todos los
seres humanos, la sólida educación que debemos darle a todos, la recuperación
de los valores tanto éticos como de costumbres morales, la pronta y adecuada
justicia que se debe dar y la guerra total a la corrupción, el crecimiento y
desarrollo con equidad; el respeto por la libertad de expresión en el marco de
un Estado de derecho, son entre otras, el camino que debemos construir y
defender.
Pensando en estas consideraciones, valdría la pena que nos
pusiéramos a trabajar en la construcción de un nuevo contrato social y no
esperemos que las ideas populistas y demagogas como ya lo expresé,
produzcan hechos en su beneficio que después ya será tarde para lamentar.