The Returns

Con el humor como terapia Mc Phanton derrotó el cáncer

Por Germán Matamoros G.

Hace más de cuatro años que a Mc Phanton le diagnosticaron un cáncer linfático. Es la razón por la cual el carismático y gran humorista argentino, conocido por las voces y los efectos de sonido que hace a través de su prodigiosa garganta, se vio forzado a dejar los escenarios y sus “películas”. El burlarse y hacer chistes de sí mismo, y el apoyo de su familia, fue su mejor terapia para vencer la enfermedad. Ahora vuelve con su nuevo espectáculo Mc Phanton Returns

La primera vez que Mc Phanton llegó a Colombia fue por invitación de Alfonso Lizarazo, el presentador y director del programa Sabados felices,  para participar en el Primer Festival Internacional del Humor hace más de dos décadas. Desde entonces ha sido uno de los infaltables que aporta a la risa con su estilo fino y sarcástico, basado en personajes e historias del cine.

Ver Bien Magazín habló con él  de su difícil experiencia y de su regreso a los escenarios durante un breve paso por Bogotá, que tuvo como propósito dejar adelantada su próxima gira por Colombia a mediados del presente año, y que precisamente la ha denominado Mc Phanton Returns.

“Fue un momento muy duro como te podrás imaginar –dice-. Yo tenía la opción de combatirlo por vía normal, es decir, con quimioterapia o radioterapia o por una vía alternativa de tipo natural y  opté por ésta última. Me fui por la opción humorística,  y gracias a Dios en un año y un mes de hacer esta terapia el cáncer lo pude remitir, lo pude curar, entonces fue un camino que me abrió nuevas fronteras y me abrió una nueva visión con respecto al cáncer, con respecto a la vida  y a muchas cosas. Yo no soy creyente, soy una persona muy espiritual, nací en una familia católica pero digamos que el tema no es religioso sino espiritual, y este tipo de cosas requieren de un valor espiritual”.

¿Cuál fue su fortaleza para superar ese difícil momento?

Yo creo que primero fue desde el punto de vista del humor, que me ayudó a resurgir. Mi  retorno tiene que ver justamente con Mc Phanton Returns que es mi nuevo espectáculo y lo hice así porque es la etapa que estoy viviendo gracias al fichaje que me ha hecho la productora en Miami Forever Music, con la cual estoy empezando ahora el lanzamiento internacional en todo el Caribe y Suramérica. Ya lo hice en República Dominicana. Ahora estuve en Perú y Costa Rica, y obviamente que quería venir para mi Colombia querida porque es mi segundo hogar. Yo le insistí a los productores aunque no tuvieran fechas para traer el espectáculo,  pero sí quería venir a hacer la campaña de prensa para que la gente volviera a escucharme y se enterara de lo que estoy haciendo”.

¿En qué consiste el nuevo show, hay nuevos personajes?

Sí, hay nuevos personajes, pero siempre están los que le gusta a la gente,  los de la televisión, los que hablan en varias voces. Estoy amalgamando también la rutina del Stand up comedy que está muy en boga hoy en día. Hay una parte con pequeños bloques musicales, también hay narrativa que también la he sacado de colegas colombianos que son muy talentosos como cuentistas del humor. Es un formato narrativo muy colombiano que no se da en otros países, y adopté ese formato porque me encantó.

¿Cuándo vamos a tener ese show en Colombia?

En verdad aún no tenemos las fechas porque me dijeron que tenía ‘que eliminarte’, no mentiras. Pero seguramente en un par de meses, pero en teoría vamos a estar en las principales ciudades.

¿Cuánto dura su espectáculo?

Por lo general es de una hora y media.

¿Qué otro factor lo ayudó a superar la enfermedad?

Además del humor, que fue muy importante, porque quita todo el hierro, te relaja más, el  otro factor que me ayudó mucho fue indudablemente mi familia, que en todos los casos de cáncer el apoyo de la familia es importante, y también de los amigos.

¿Quiénes conforman su familia?

En mi caso mi familia es muy pequeña, somos Silvina mi mujer, mi gran compañera de toda la vida (productora y manager) y mi hija Catalina, es artista también, tiene 22 años.

¿Cómo era esa terapia del humor para enfrentar el problema?

Bueno, eso es un poco el día a día, especialmente con mi mujer siempre hacíamos chistes, por ejemplo, yo no hice quimioterapia pero el pelo se me caía igual y decía: por lo menos tengo calvicie natural, y no era como suponían que era por la quimioterapia.

¿Cuánto tiempo lleva dedicado al humor?

Un poco más de 25 años haciendo reír a la gente, haciendo ventriloquia, haciendo sonidos del cine, es decir toda una vida.

¿De qué parte de Argentina es usted?

Yo originalmente nací en Rosario, y luego emigré a Buenos Aires antes del lanzamiento internacional como artista.

¿Le molesta si la gente conoce su nombre real?

No, claro, mi nombre real es ¡ad aaada..yu aaad…addda…! es lo que pasa cuando quiero decir mi nombre real, los micrófonos no funcionan, pero no, el nombre Micky lo pongo a veces en las redes como Micky Mc Phanton que tiene que ver con mi nombre real que es Luis Miguel.

¿Cómo descubre esa parte del humor a través  de los sonidos?

Eso fue muy temprano, a los 16 años yo ya empezaba a molestar siempre como un payaso en el colegio.

¿Fue buen estudiante?

Diría que no pésimo pero tampoco bueno, pero de todas formas era muy histriónico. En los recreos siempre los muchachos se amontonaban alrededor mío, yo empezaba a hacer voces, a narrar cosas, historias y en cada recreo siempre dejaba algo para el siguiente y por eso salió lo de continuará, entonces cuando sonaba el timbre el coro era ¡¡ooohhhhh!! Pero a los 17 me enrolé con un grupo de teatro alternativo y me encantó y dije yo quiero estar en el escenario.

¿Por qué decide llamarse Mc Phanton?

Fue muy aposteriori. Después del grupo de teatro ya hacíamos performans y era un teatro muy callejero. Y como lo hacíamos en la calle teníamos problemas con la policía, era la época de la dictadura militar y teníamos que ponernos sobrenombres como de guerra, digamos, entonces me puse Phanton porque me gustaba aquello del fantasma. Un día llegó un amigo que estaba en Estados Unidos y me dijo conozco un tipo que se llama MC, que son los micro  controles y eso es lo que me gusta a mí, hacer sonidos, y después de muchas discusiones quedó Mc Phanton, así como los Mc Donalds, los Mc Douglas, etc.

¿Recuerda cuál fue ese primer personaje como Mc Phanton?

Era un piloto de la Fuerza Área Americana del Vietnam, que piloteaba un avión Phantom, y ahí venia toda la historia en la guerra del Vietnam, del tipo que se trataba de escapar.

¿Esa particularidad de su humor con efectos de voces y sonidos es porque le gustan las películas de guerra y esas cosas?

Sí, claro, me gustaban las películas de ciencia ficción, las de terror, todo lo que fuera de acción, las primeras temáticas de mi humor las hice con eso.

¿Cómo es el proceso de los efectos de la voz, eso es natural o requiere de estudiar alguna técnica, como por ejemplo los ruidos de un helicóptero, de aviones, etc?

Al principio lo natural mío eran las voces, eran las cosas narradas, yo metía algunas cositas como abrir puertas, cerrar puertas, pero cuando subo al escenario y me dan un micrófono ahí me cambia la vida, porque con un micrófono hago los efectos, puedo crear toda una banda de sonido. Así empecé a practicar. Luego vino la época en que pude comprar libros como por ejemplo “Cómo usar la ventriloquia”, aunque yo no uso muñecos,  la mente de la gente es lo más importante. Yo me nutro básicamente del cine. En los últimos 10 años en España ha habido mucho Stand up comedy, entonces meto un poco temas de la vida cotidiana, la vida sexual de una pareja, las diferencias de la condición social. Hay una parte muy importante que incluyo en el nuevo show que es netamente  feminista, en pro de las mujeres y en contra del machismo.

¿Qué películas vio para inspirarse en los efectos de sonido?

Evidentemente toda la saga de Rambo, inclusive en los Estados Unidos hacen las maratones de Rambo.  Luego Rocky. La que también he visto más es la saga de La Guerra de las Galaxias.

¿Antes de todo esto usted tenía otra meta profesional?

No, en verdad fue muy vocacional  lo mío porque antes estuve trabajando en un Banco, nada más, a los 18 años.

¿En  su proceso de humorista tuvo la tentación o quedó con la frustración de ser actor de cine?

Tanto como frustración no, porque yo estoy muy contento con lo que hago, yo subo al escenario y la verdad es una experiencia que no se puede comparar con nada, pero si me encantaría  porque he estado haciendo algunos pinitos en cortometrajes y me gustaría ser dirigido por un director, que me diga que tengo que hacer.

¿Cuál es el personaje que más le pide el público?

Antes era Rambo, ahora pide mucho Terminator.

¿Por qué cree que se los piden?

No sé, la verdad, pero de pronto es porque los han visto en el pasado en anteriores festivales de humor.

¿Cuáles son los personajes más difíciles de hacer?

Yo creo que los personajes públicos, los presidentes. Si yo pudiera estar más tiempo, por ejemplo, en Colombia podría imitar a personajes públicos, a presidentes, a los que la gente está acostumbrada a escuchar. Me la paso en España y estar 10 años en Madrid la rutina me permitió imitar a Zapatero y a Rajoy.

¿Qué le ha dado su profesión de humorista?

Creo que todo, la vida que tengo, si no fuera por el humor no estaría aquí. Es mi vida, a lo que me he encomendado en cuerpo y alma.

¿Tiene algún gusto por otro arte?

Me gusta dibujar, también la pintura. Creo que cuando me retire tendré  unos 70 años y me pondré a pintar. De hecho, hay un libro que se va a editar donde hablo de la experiencia de mi cáncer y allí voy a meter ilustraciones mías. Espero tenerlo listo a mediano plazo. Está en etapa de corrección.

¿Qué es lo que más disfruta de su trabajo?

Cuando estoy en casa escribiendo, cuando estoy creando las historias, los personajes, es lo que más me gusta, y después cuando los tengo que sonorizar.

Mc Phanton, finalmente, dice que no tiene ninguna frustración, pero le  gustaría  conocer el Tibet, a los monjes tibetanos. Considera a Colombia como su segundo hogar a pesar de que los últimos años los ha vivido en España, y cierra este diálogo con una frase: “La vida hay que tomarla como un tiquete sin retorno”.