Secuestro del General Alzate, como dijo Condorito: ¡Exigimos una explicación!

General Rubén Darío Álzate

Muchos interrogantes y muchas respuestas exige el secuestro del general Rubén Darío Alzate; el mejor trofeo de caza que en este momento, crítico de la negociación de paz, tienen en su poder las Farc. En la cabeza de ningún Colombiano. ¡Absolutamente de ninguno!, cabe que un general de la República, especialista en seguridad contrainsurgente, por no decir experto, se haya ido a una zona roja sin protección alguna. Todo ocurrió como si él mismo  fuera consciente de lo que debía ocurrir. Como cordero que mansamente va al matadero. “Él estaba de civil y aparentemente sin arma alguna”. “Habló por unos minutos con quienes se lo llevaron  y luego se marchó con ellos” (sic), dijeron los testigos. Muchas conjeturas se han hecho y muchas más van a salir mientras este hecho confuso no se resuelva.

Inteligencia militar,  la cúpula de las Fuerzas Armadas y las mismas Farc, están obligadas a darle una respuesta inmediata y sin condiciones al país. Y decimos sin condiciones, porque sería decepcionante que resulten con el cuento, nada extraño, de que el general va a ser, o  fue liberado por un acto de buena voluntad de las Farc frente al proceso de paz; y que ese gesto de buena voluntad, requiere una adecuada respuesta del gobierno:un cese  bilateral de hostilidades.

¡Sería el colmo de la desfachatez!

Porque los unos y los otros y los demás. Los demás, son quienes manejan esas fuerzas oscuras, llenas de enormes intereses, -que como las brujas no hay que creer en ellos pero que los hay, los hay-; se estarían burlando de 44 millones de colombianos esperanzados en un proceso que pagamos mediante una elección electoral.

Queda la sensación amarga de que un hecho, como el secuestro del general, era necesario para  darle un aire, o quizá un giro a las conversaciones de la Habana. Ojalá ese giro no sea el  cese bilateral, que mal sumado, no es otra cosa que una buena oportunidad para que la guerrilla se fortalezca más de lo que lo ha hecho en los últimos dos años, gracias a que la seguridad ciudadana ha cedido terreno.

Posdata: general Rubén Darío, que Dios lo proteja y que salga bien de este impase, pero por favor, tan pronto como regrese a la libertad, pida su baja.