En este punto, Piedad, pierde su condición de mediadora y pasa a convertirse casi en una aliada de esa organización, más aún, cuando ella misma, a título propio, en muchas declaraciones de este sesgo pone al Estado, no como Estado, sino un enemigo más.
Otra cosa muy distinta sería si la señora Córdoba, en lugar de actuar de manera desequilibrada, interpone sus aparentes buenos oficios para encontrar consenso con respecto al conflicto, ahí sí estaría en plan de mediadora. Le queda a uno la sensación de que Piedad, es quien decide cuando y como se dará esa libertad tan anunciada. Para entenderla mejor lo que debe decirle al País es si es vocera o mediadora, y en eso orden de ideas, estaríamos logrando dos cosas: la primera que no se hagan más chantajes con respecto a este tema y segundo que este país se deje de construir con base en la teoría de aplicar la política de mentiras completas y verdades a medias.
Posdata:
Sea anunciado para el día 26 la liberación de los diez policías secuestrados, esperamos que esto se cumpla sin más dilaciones mientras tanto: hasta no ver no creer, porque ese hecho a medias, puede traer como contra respuesta una mentira completa.