Por: Antonio Andraus Burgos
Los Orioles de Baltimore frente a los Azulejos de Toronto, en la Liga Americana; y los Gigantes de San Francisco contra los Mets de Nueva York, en la Liga Nacional, por el último cupo de la postemporada.-
A las puertas de la postemporada, podemos decir, sin la menor duda posible, que esta temporada mantuvo, hasta el último juego, el interés de los aficionados de, por lo menos, 10 equipos de las Grandes Ligas.
Los Tigres de Detroit, en la Liga Americana, con dos derrotas consecutivas frente a los alicaídos Bravos de Atlanta, en la Liga Nacional, dejó en el camino todas sus aspiraciones para llegar a la fase grande de la campaña, mientras que los Azulejos de Toronto apuntalaban su paso hacia el juego ‘’de vida o muerte’’, al vencer en dos ocasiones consecutivas a los Medias Rojas de Boston, en su sagrado recinto del Fenway Park.
Por eso, los Azulejos se medirán a los Orioles de Baltimore, para decidir la cuarta y última casilla de la Americana en la etapa de la ronda divisional.
Ni qué decir de los Cardenales de San Luis, que hicieron todo lo que estuvo a su alcance para adquirir el boleto que les permitiera disputar ese trascendental juego por el otro cupo del ‘’comodín’’ de la Liga Nacional, incluyendo par de triunfos frente a los Piratas de Pittsburgh, pero los Gigantes de San Francisco se alzaron con dos sensacionales victorias frente a los Dodgers de Los Ángeles, jugando en su parque de pelota, asegurándoles de esa manera, la captura de la opción para el desafío del ‘’infarto’’.
Los Gigantes, una novena que está moldeada para superar las dificultades, tendrá en los Mets de Nueva York el rival de turno, para decidir la cuarta divisa para la postemporada en la Nacional.
La ventaja, para los expertos, la tienen los dos equipos que juegan en su parque de pelota. Es decir, los Azulejos, en Toronto; y los Mets, en Nueva York, por razones más que obvias. Esa carta a favor también puede ser, según los analistas del béisbol, un factor exigente para los integrantes de cada una de las novenas y hasta cierto punto, para los propios aficionados que seguramente llenaran los dos escenarios del par de sensacionales desafíos. Pero en todo caso, la suerte ya está echada…
Orioles vs. Azulejos
John Gibbons, el orientador de los Azulejos, seguramente que sabe a ciencia y paciencia que sus muchachos han rendido como pocos en la recta final de la temporada. Empero, todavía espera mucho más de ellos, tal como ocurrió hace un año. Lo difícil es saber si su ‘’tropa’’ podrá responder a las exigencias de este juego del ‘’todo por el todo’’, y a lo que corresponda en el resto de la postemporada.
Buck Showalter, el cotizado adiestrador de los Orioles, por su parte, conoce que en un partido cualquier cosa puede suceder, y una victoria como visitante, no es cosa fácil. No está confiado y así se lo ha hecho saber a sus peloteros, porque desde cualquier punto de vista desde donde se observe las posibilidades del encuentro, siempre hay que pensar seriamente en que el rival tiene tanto o más deseos de obtener el anhelado pasaporte a la postemporada que ellos mismos.
En el Roger Centre, los Azulejos muestran una tarjeta de 46 victorias frente a 35 derrotas, mientras que los Orioles compilan 39 ganados y 42 perdidos en plan de visitantes. Por cierto, en la campaña regular, los Azulejos vencieron a los Orioles en su parque de pelota en 6 de las 10 ocasiones en que se enfrentaron.
El juego está anunciado para iniciarse a disputar a partir de las 8 de la noche, hora del Este de los Estados Unidos, este martes 4 de octubre de 2016.
El derecho y gran competidor, Marcus Stroman, con 9 ganados y 10 perdidos, y 4.37 de efectividad y 166 ponches, en la campaña regular, será el encargado de laborar por los Azulejos.
Por los Orioles, el también derecho Chris Tilman, con marca de la temporada en 16 triunfos y 6 derrotas, 3.77 carreras limpias por juego y 140 ponches, ha sido escogido para abrir el compromiso.
Gigantes vs. Mets
Los Mets eran los favoritos para ganar la división Este de la Liga Nacional, cuando se cerraron los parques de entrenamientos en la época primaveral. Pero una serie de lesiones y de altibajos en su cuerpo de lanzadores abridores, dieron al traste con las aspiraciones de estar una vez más en la contienda por la corona del Viejo Circuito, llegando a acariciar esa opción dependiendo ahora de si gana el juego, sí o sí, frente a los Gigantes.
Los Gigantes igualmente se enfrentaron a etapas difíciles en su nómina, durante casi toda la campaña, cediendo el buen terreno ganado en el mes de agosto en la jornada de septiembre, para llegar de manera agonizante a la disputa de este partido de ‘’vida o muerte’’.
Terry Collins, el capataz de los Mets, pudo llevar a buen puerto a sus muchachos, pero falta la etapa crucial que es la que se inicia con este encuentro frente a los Gigantes. Lo mismo se puede decir de Bruce Bochy, el estratega de los Gigantes, el técnico que está acostumbrado a ganar en medio de las adversidades y de utilizar a sus peloteros en los momentos que considera más propicios para que saquen a relucir todas sus condiciones.
Los Mets se muestran sólidos en su patio, al ganar 44 partidos y perder 37, pero los Gigantes son ganadores como visitantes, hasta el punto que en la campaña regular consiguieron 42 triunfos frente a 39 derrotas.
El partido está previsto para las 8 de la noche, hora del Este de los Estados Unidos, en el Citi Field, y cuando estábamos terminando de escribir esta nota, se anunciaba que la boletería se había agotado por parte de los aficionados para presenciar el desafío. El choque se jugará este miércoles 5 de octubre de 2016.
Las dos novenas, a nuestro parecer, muestran gran equilibrio y tendrá ciertamente ventaja, el club que consiga dominar a su rival gracias al desempeño de su serpentinero abridor.
Por los Gigantes, el formidable zurdo Madison Bumgarner, con marca de 15 triunfos y 9 derrotas, con 2.74 de efectividad y 251 bateadores liquidados por la vía de los buenos lanzamientos, está anunciado para abrir desde la lomita de los sustos.
Por los Mets, la responsabilidad correrá a cargo del derecho Noah Syndergard, quien tiene en la temporada registro de 14 victorias y 9 reveses, y 2.60 carreras limpias por juego, con 218 ponches propinados, será el abridor del compromiso.
En los dos partidos todo influirá, desde una simple decisión, hasta la propia suerte, que a veces muchos sostienen que no existe, pero que en otras ocasiones aparece cuando menos se espera…¡que gane el mejor!